Le pregunta a un cliente por el presupuesto disponible y no da crédito a la contestación
Ha recibido tanto críticas como apoyos.
Hay trabajos que, a pesar del esfuerzo y la dedicación que se invierte en ellos, están mal pagados. El portal especializado en educación y formación conocido como Educaweb señala que los cinco sectores más precarios son comercio minorista, atención al cliente, turismo y restauración, compras, logísticas y almacén y el que engloba profesiones, artes y oficios que representa a peluqueros, carpinteros o electricistas, entre otros muchos.
En cambio, el mejor valorado es el de la informática y las telecomunicaciones. Teniendo en cuenta que nos encontramos en la era digital, tiene sentido. Las redes sociales también están impulsando nuevos oficios, aunque estos están más relacionados con el arte, la creatividad y lo artesanal.
A este sector pertenece el usuario de Twitter @Dan1Lopz, que se define así mismo como “diseñador gráfico especializado en el ámbito de los eSports, miniaturas...”. El internauta ha publicado una conversación con un posible cliente que quería pagarle cuatro euros por su trabajo.
A modo de denunciar precisamente esto de lo que venimos hablando, los trabajos mal pagados, el usuario de Twitter ha publicado esta conversación con el objetivo de dar a entender que su trabajo no vale tan poco dinero si se tiene en cuenta el tiempo que invierte en él.
En la conversación, el cliente le pregunta al diseñador por los precios y los diseños de los que dispone. Tras explicarle a este lo que quiere, el tuitero le envía el dosier de una línea gráfica ya disponible por si fuese de su interés.
Al ver la propuesta, el cliente le dice que le interesa y le pregunta cuánto le costaría adquirirlo. El diseñador, que desde el principio se muestra flexible con el precio, le pregunta primero por el presupuesto del que dispone, dando a entender que puede aceptar menos dinero.
Aquí viene la sorpresa del usuario de Twitter, que se molesta al leer que el presupuesto es de cuatro euros. El tema ha generado controversia y la publicación ha recibido comentarios tanto negativos como positivos.
De hecho, el autor ha contestado de manera general a los críticos alegando que no tenía intención de humillar a nadie, pero que sí quería dejar constancia de que, en su opinión, la gente “no valora el verdadero trabajo” de los diseñadores. Además, ha asegurado que puede tardar cerca de 10 horas en acabar un trabajo de este tipo.