La lava ha arrasado ya 1.000 hectáreas y más de 2.600 edificaciones en La Palma
La presencia de ceniza ha empeorado la calidad del aire y ahora preocupa la llegada de la lluvia.
Los destrozos por la erupción de Cumbre Vieja desde hace casi mes y medio no dejan de crecer al ritmo que lo hacen las coladas. El último cálculo del programa europeo Copernicus cifra en 987,9 hectáreas y 2.613 edificaciones las arrasadas por la lava.
A esto se suma un ambiente cada vez peor en cuanto a la calidad del aire, por la emisión de un fuerte volumen de cenizas. La masiva presencia de estos restos ha cubierto todo el sector oeste y noreste de la isla de La Palma, un fenómeno que ha venido acompañado de cortos episodios de explosiones audibles que podrían ser causados por una intensa desgasificación.
Los expertos apuntan que, recientemente está cayendo de forma leve la emisión de dióxido de azufre, aunque es pronto para saber si esto significa una ‘estabilización’ de Cumbre Vieja.
El empeoramiento en la calidad del aire, que será mala al menos hasta el jueves, ha obligado a suspender las clases presenciales en cinco municipios de la isla: El Paso, Los Llanos de Aridane, Tazacorte, Tijarafe y Puntagorda.
En las últimas horas las labores se han centrado en la retirada de ceniza de las calles, edificios y, especialmente, techos, ante la previsión de lluvia en las próximas horas. El peso que generaría la mezcla de agua y restos volcanológicos podría comprometer la integridad de una gran cantidad de casas y otras edificaciones.
La lava continúa saliendo en grandes cantidades desde el foco emisor del flanco noroeste del cono principal, y en la zona de colada 11 se ha producido un ligero avance del flujo hacia el oeste.