Las tropas ucranianas denuncian el uso de armas químicas en Mariupol y el Pentágono lo "sigue de cerca"
Zelenski ha asegurado que la Unión Europea ha comenzado a discutir un sexto paquete de sanciones contra Rusia. El alcalde de la ciudad costera alerta de que han muerto 10.000 civiles.
El fundador del regimiento “Azov” de Ucrania, Andrei Biletsky, en un mensaje de Telegram de esta madrugada ha acusado a las tropas rusas de utilizar una sustancia química en Mariupol y herir a tres personas el mismo día que el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha advertido de ello en su discurso diario.
En su mensaje de Telegram, Biletsky ha denunciado que Rusia usó una sustancia venenosa de origen desconocido que fue arrojada desde el UAV (vehículo aéreo no tripulado, dron) sobre la planta de Azovstal en Mariupol y tres personas resultaron heridas.
Por su parte, el presidente Zelenski ha recalcado en un discurso ofrecido en su página web oficial que un portavoz ruso declaró que podían usar armas químicas contra Mariupol, ante lo que ha recordado que “el uso de armas químicas por parte del ejército ruso ya ha sido discutido con los líderes mundiales” y ha considerado que “ese momento significa que era necesario reaccionar a la agresión rusa mucho más fuerte y rápido”.
Por su parte, la milicia separatista de Donetsk negaron hoy haber utilizado armas químicas para asaltar la planta de Azovstal en la asediada ciudad portuaria de Mariúpol y donde están pertrechados los defensores ucranianos, según dijo un portavoz a la agencia rusa Interfax. “Las fuerzas de la república popular de Donetsk no utilizaron ningún arma química en Mariúpol”, ha señalado el portavoz de la milicia, Eduard Basurin.
Zelenski ha informado también de que la Unión Europea ha comenzado a discutir un sexto paquete de sanciones contra Rusia para el que, ha añadido, “es hora de hacer este paquete de tal manera que ni siquiera una palabra sobre armas de destrucción masiva ya no se escuche de la parte rusa. Un embargo petrolero contra Rusia es obligatorio”.
El alcalde de Mariupol, Vadim Boichenko, también ha alertado en una entrevista de que al menos 10.000 civiles han muerto en la ciudad desde que comenzó el asedio ruso hace más de un mes. No descarta que la cifra sea mucho mayor: “Las calles están alfombradas de cadáveres”.
El regidor de Mariupol ha apuntado que las tropas rusas han deportado de forma forzosa a entre 20.000 y 30.000 civiles. Además, ha recordado que el 50% de los residentes de este enclave en el mar de Azov han sido evacuados y alrededor de 60.000 partieron a través de los corredores humanitarios a los territorios de Ucrania controlados por las Fuerzas Armadas ucranianas.
El Pentágono “sigue de cerca” el supuesto ataque
El Departamento de Defensa de EEUU ha asegurado este lunes que el Pentágono está siguiendo de cerca las informaciones que apuntan al uso de armas químicas en la ciudad ucraniana de Mariupol por parte de las fuerzas rusas, aunque ha apuntado que no puede confirmar este extremo.
“Estamos al tanto de las informaciones en las redes sociales que aseguran que potencialmente se han usado armas químicas en Mariúpol”, ha afirmado en un breve comunicado el portavoz del Departamento de Defensa de EEUU, John Kirby.
“En estos momentos no lo podemos confirmar y seguiremos de cerca la situación”, ha añadido Kirby, que ha dicho que, de confirmarse, sería algo “profundamente preocupante”. Estos informes “reflejarían las preocupaciones que hemos tenido sobre el uso en potencia por parte de Rusia de una variedad de agentes para el control de protestas, incluyendo gases lacrimógenos mezclados con agentes químicos”.
La ministra británica de Relaciones Exteriores, Liz Truss, también ha informado de que estudia la posible utilización de agentes químicos en Ucrania por parte de las tropas rusas. “Estamos trabajando urgentemente con nuestros socios para verificar los detalles. Cualquier uso de tales armas sería una escalada insensible en este conflicto y haremos que Putin y su régimen rindan cuentas”, ha asegurado en la red social Twitter.
Reino Unido advierte a Putin de la respuesta de Occidente
Desde esta mañana continúan sucediéndose las reacciones al supuesto ataque químico denunciado. El ministro de Defensa de Reino Unido, James Heappey, ha sido preguntado sobre dichas informaciones y ha advertido tajante a Putin de que el uso de este tipo de armamento obtendría una respuesta contundente.
“Seamos claros, si se usan en absoluto, entonces el presidente Putin debe saber que todas las opciones posibles están sobre la mesa en términos de cómo podría responder Occidente”, ha subrayado en declaraciones a Sky News.
En la misma línea, Heappey ha recordado que “es importante reconocer que hay todo tipo de formas en las que se pueden usar estas cosas [armas químicas]” y que podría emplearse “desde el uso de gas, que es efectivamente una medida de control de disturbios, hasta devastadores sistemas de armas químicas letales”.
De qué hablamos cuando hablamos de armas químicas
La prohibición de las armas químicas no es una cuestión reciente. Ya el derecho romano establecía que “no se debe hacer la guerra con armas envenenadas”. Más tarde, las Convenciones de Bruselas y de La Haya, celebradas en 1874 y 1899, también censuraron la utilización de estas técnicas de guerra.
Los expertos consideran la Primera Guerra Mundial como el primer escenario de la guerra química moderna. Los ejércitos alemanes lanzaron una nube de gas clorado sobre las líneas enemigas. El resultado fue la muerte de miles de soldados. Los aliados emplearon gas mostaza, por ejemplo. Tras estos acontecimientos, el mundo cobró conciencia de las dimensiones del problema y el Protocolo de Ginebra de 1925 prohibió el empleo, que no la fabricación, de armas químicas y biológicas. No fue hasta 1993, con la Convención de París, cuando también se proscribió la fabricación y almacenamiento de este tipo de armamento.
El potencial uso de armas químicas en el marco de la guerra en Ucrania ha vuelto a poner sobre la mesa una teórica línea roja que, a ojos del Derecho Internacional, es un crimen de guerra. La Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) confirmó la utilización de este armamento en el conflicto de Siria, donde Rusia participa militarmente del lado del régimen de Bashar al Asad. Gobiernos occidentales como el de Estados Unidos e incluso la OTAN han advertido abiertamente en las últimas semanas de que Rusia puede estar preparándose para utilizar estos tóxicos, quizás después de una operación de falsa bandera como pretexto.
La OPAQ, premio Nobel de la paz en 2013 en gran medida por su implicación en la supuesta destrucción del armamento químico en manos del régimen sirio, es la principal organización internacional en este ámbito; responsable de vigilar el cumplimiento de la Convención sobre las Armas Químicas, un acuerdo que entró en vigor en 1997 y que han suscrito 193 países, entre ellos Rusia.
El Estatuto de Roma, tratado fundacional del Tribunal Penal Internacional (TPI), estipula que es un crimen de guerra tanto el empleo de armas químicas como biológicas, por lo que su uso sería susceptible de ser juzgado ante la corte de La Haya.
La Fiscalía de este tribunal ha abierto una investigación preliminar para determinar si se están cometiendo crímenes de guerra en Ucrania, una acusación que ya se han cruzado las autoridades ucranianas y las rusas. Más de 40 países, entre ellos España, han reclamado estas pesquisas.