Las perlas de Arnaldo, el candidato del PP, sobre aborto o memoria histórica
Tras el escándalo de las ayudas recibidas por administraciones populares, ahora salen a la luz unos artículos en los que deja claro su escoramiento a la derecha.
El nombre de Enrique Arnaldo se ve rodeado de nuevas polémicas con el paso de los días. El candidato del PP al Tribunal Constitucional, que ha recibido el visto bueno del Congreso no sin polémica este jueves, no sólo recibió jugosas adjudicaciones por parte de administraciones populares, sino que a eso se suman ahora una serie de artículos escritos en el pasado en los que evidencia un escoramiento a la derecha que llega hasta el insulto a representantes y políticas de la izquierda. En algunos casos, en materias muy sensibles que serán carne de análisis en el propio TC.
Según han avanzado este miércoles la Cadena SER y el diario El País, el que será nuevo magistrado en el Alto Tribunal durante los nueve próximos años ha escrito desde 2008 más de 300 artículos de opinión, sobre todo el digital El Imparcial, en su mayoría con un contenido crítico ante materias que pueden ser objeto de estudio en el TC, lo que hace que “pueda resultar contaminado y ser recusado para dictaminar al respecto”.
Entre estas materias se encuentran algunas tan sensibles como el aborto o la eutanasia. Por ejemplo, en 2008 criticó la ampliación de los tres supuestos de interrupción del embarazo o la llamada eutanasia activa, porque hacen que “se violenten algunos principios o alguna jurisprudencia por el camino”, a su entender. Sobre memoria histórica, un año más tarde, rechazó tanto la ley aprobada en 2007 como el empeño de las familias en exhumar las fosas de la guerra civil y el franquismo. En el caso de Cataluña, se niega a emplear el término Generalitat y usa Generalidad, además de denunciar la “sostenida, constante, manifiesta, negligente y contumaz actuación de la comunidad autónoma de Cataluña de incumplimiento de sus obligaciones constitucionales y legales al declararse, sin más, zona exenta de la Constitución, al rebelarse contra la supremacía de ésta y sustituirla por su voluntad desnuda”.
Hasta 2014, siendo letrado de las Cortes, Arnaldo pone en su diana, sobre todo, al expresidente del Gobierno, el socialista José Luis Rodríguez Zapatero, de quien dice que su “legado es patético en todos los órdenes”. “Rodríguez Zapatero se cree audaz y se entiende encumbrado por los brazos del destino al cielo de los héroes (Stefan Zweig). Pero la audacia contumaz puede ser traicionera y nuestro personaje (en busca de autor) puede verse compuesto y sin suficientes novios de cara a la aprobación de los Presupuestos o de cualesquiera medidas anti-crisis o incluso de cualquier Ley relevante”, escribe en otra de sus colaboraciones periodísticas.
“Se sienta por las noches ante una pantalla panorámica armado con los mandos inalámbricos de la Play jugando a los marcianitos” o “Que resuciten Los Reyes Católicos. Ha nacido su sucesor”, son otras de sus reflexiones sobre Zapatero, al que llama “busto parlante”.
Lo deslegitima, incluso, diciendo que “su mérito, su gran mérito, fue ganar aquellas elecciones con alguna ayudita”, en referencia al discurso repetido por la derecha de que los atentados del 11-M de 2004 lo llevaron a La Moncloa, en el fin de la era Aznar.
Para completar su perfil ultraconservador, valen varias pinceladas extra de sus textos: dice que los liberados sindicales de las empresas “no pegan ni sellos”, denuncia “el Madrid podemita” de Manuela Carmena, se ríe de la emergencia climática (“desde que Al Gore anunció el calentamiento global del planeta no deja de nevar, llover y bajar la temperatura”)... Pero entre las perlas desveladas por la SER hay una que llama la atención: la que recuerda cómo Arnaldo trató de quitar hierro al escándalo de la caja b del PP y su condena al respecto. “Con toda seguridad debe de haber en otros partidos quienes hagan el mismo trabajo pero a él le han pillado y al que era su partido presuntamente también”, zanjó, señalando incluso a la UDEF, la Unidad de Delitos Económicos y Fiscales de la Policía, por sus “informes repetidos”.