Las moscas transportan muchas más bacterias y enfermedades de las que se creía
Estos molestos bichos alados se reproducen y viven en heces y en cadáveres en descomposición.
Sí, el verano ya se ha ido, pero basta con hacer una barbacoa para que las malditas moscas sigan acudiendo. Al fin y al cabo, la comida a la parrilla siempre sabe mejor, en cualquier estación del año.
Cuando una mosca se posa en la comida, lo primero que les suele venir a la mente a muchas personas es: "¡Fuera de ahí, criatura del demonio!". ¿Una reacción desproporcionada? Quizás no lo veas así cuando termines de leer este artículo.
Según un nuevo estudio publicado en la revista digital especializada Scientific Reports, las enfermedades y las bacterias que pueden transportar las moscas podrían ser peores y más variadas de lo que hasta ahora creían los científicos.
En concreto, las moscas domésticas pueden transportar más de 351 tipos de bacterias, incluidas la salmonela y la E. coli, según asegura el estudio. Los califóridos (moscardas, moscas azules y verdes, etc.), que suelen habitar zonas cálidas, pueden portar bacterias capaces de provocar úlceras de estómago y sepsis.
Estos molestos bichos alados se reproducen y viven en heces y en cadáveres en descomposición, donde las bacterias que proliferan en estos medios se adhieren a sus patas, alas y antenas. Y, así, esas bacterias acaban llegando a todas las superficies en las que se posan las moscas. En el estudio se asegura que basta con que la mosca dé un paso para que se transfieran las bacterias.
En otras palabras, que las moscas son una especie de taxistas de bacterias.
Las moscas de ciudad, más peligrosas que las de campo
El estudio, realizado de forma coordinada entre la Universidad Estatal de Pensilvania (Estados Unidos), la Universidad tecnológica de Nanyang (Singapur) y la Universidad Federal de Río de Janeiro (Brasil), analizó 116 moscas domésticas y califóridos de todo el mundo y los microorganismos que llevan adheridos normalmente.
A raíz de sus descubrimientos, los investigadores están presionando a los funcionarios de salud pública para que dejen de ignorar a las moscas como las causantes de determinados brotes de enfermedades. La Universidad Estatal de Pensilvania ya había avisado anteriormente de que existían firmes sospechas de que las moscas domésticas podían transmitir al menos 65 tipos de enfermedades diferentes al ser humano.
"La gente es consciente de que las moscas pueden transportar organismos patógenos, pero no tiene ni idea de hasta qué punto es cierto", asegura el doctor Donald Bryant, coautor del estudio y catedrático de biotecnología en la Universidad Estatal de Pensilvania, en declaraciones a The Telegraph.
"[Este estudio] hará que te lo pienses dos veces antes de comerte esa ensalada de patata que ha estado al aire libre en el próximo picnic al que vayas", comenta, y añade que las moscas de ciudad suelen portar más bacterias que las moscas de zonas rurales.
Un motivo más para hacer una escapada rural.
Pero las moscas también pueden ser útiles. Uno de los usos menos conocidos que podrían tener es el de sistema de alerta temprana, como los canarios que utilizaban los mineros para detectar cuándo un aire era irrespirable.
"Se podrían liberar moscas como drones biónicos autónomos capaces de acceder a los espacios más pequeños y, una vez capturadas de nuevo, nos informarían de cualquier material biótico con el que se hubieran topado", explica Stephan C. Schuster, coautor del estudio, en declaraciones a BBC News.
Así que, al final, puede que las moscas acaben compensando las molestias que causan.
Este artículo fue publicado originalmente en la edición canadiense del 'HuffPost' y ha sido traducido del inglés por Daniel Templeman Sauco.