Las loas de Margarita Robles: el Gobierno intenta calmar la irritación dentro del CNI

La intervención de Margarita Robles, ministra de Defensa tras el Consejo de Ministros, trataba de calmar los ánimos entre los espías de este país, el Centro Nacional de Inteligencia (CNI). Han cesado a una mujer que lleva cuarenta años en la casa y han puesto en el alero el prestigio de la inteligencia nacional en un momento delicadísimo, con la cumbre de la OTAN en Madrid dentro de un mes, con una  guerra en suelo europeo por primera vez en 75 años. A ERC se la recuperará de otra manera: con la desclasificación de documentos sobre las escuchas a los independentistas, otro sapo que se tragarán los servicios de inteligencia.

“Es normal que los de inteligencia estén cabreados. El lío lo ha montado el propio gobierno al desvelar que a Sánchez y a Margarita también se les espiaba para compensar lo de los pinchazos a los independentistas”. La explicación corresponde a una de las personas más próximas al Gobierno de Sánchez y que hace décadas que conoce las tripas del CNI y algunos de los entresijos más oscuros del poder.

Los de Sánchez se autolesionan y luego, cada ministro se aplica las curas dolorosas sin anestesia. Es lo que ha hecho Margarita Robles con la loa inmensa, desmedida en muchos momentos, hacía los servicios de inteligencia de este país, reivindicando su prestigio, anunciando que tendrán más presupuesto y agradeciéndoles “la voluntad de servicio y de entrega a España” que tanto la cesada Paz Esteban como la nueva directora del CNI y “los 3.000 agentes” de inteligencia que han sido citados varias veces por Robles, a los que les “debemos tanto” aunque no lo sepamos.

Y es que tanto Defensa como Moncloa e Interior son plenamente conscientes -según todas las fuentes consultadas- de los riesgos que tiene entregar la cabeza de Paz Esteban a ERC. “Esa lectura es incorrecta. Es la que va a hacer la derecha, pero la verdad es que a Esteban se la cesa por un agujero importante, que no de podía dejar pasar por alto y es el robo de cinco gigas de información del móvil del presidente del Gobierno” apunta otra fuente que conoce bien el mundo de Interior, Defensa y los tramos arriesgados de los agujeros en la seguridad del Estado.

¿Que la culpa de esa confusión proviene del mismo núcleo duro de La Moncloa -ellos son quienes deciden hacer públicas las escuchas a Pedro Sánchez y Margarita Robles- ? Por supuesto, no supieron calcular. O por bisoños -raro, porque en La Moncloa hay unos cuantos asesores de Sánchez que hace tiempo que forman parte de las estructuras del poder socialista- o por ingenuos, a la hora de querer ser transparentes, asunto harto dudoso.

El Gobierno ha tenido que escoger entre dos mensajes endiablados: o que se entrega el cese de Esteban a Esquerra Republicana, o que es un Gobierno débil, con agujeros importantes en la seguridad, como demuestran las escuchas al propio presidente, con la cumbre de la OTAN en Madrid dentro de un mes, el 29 y 30 de junio. No podían arriesgarse más en la descalificación del prestigio internacional de los servicios de inteligencia españoles. De ahí, la otra clave reiterativa en la exposición de Robles: la inteligencia española tiene un prestigio internacional enorme, han salvado situaciones de terrorismo que la ciudadanía nunca conocerá y cuentan con el apoyo del Ejecutivo y por eso “vamos a reforzar un año más al CNI”.

A Robles, reconocida como la ministra más valorada por la derecha y las fuerzas de seguridad y orden, tampoco le costaba un esfuerzo grande tirar de los valores nacionales, porque cree en ellos, en los del CNI, en los de las Fuerzas Armadas y en los de sus compañeros, los jueces. Ella es la barrera más sólida de Pedro Sánchez contra las fuerzas transparentes -y contra las oscuras de las cloacas- que desprestigian cada día a “este Gobierno social-comunista e ilegítimo”, mensaje constante de la extrema derecha. Al que por cierto, a veces por inexpertos o ingenuos, contribuye la propia Moncloa. Si lo logran, se verá en semanas.

Hay otro sapo que el CNI va a tener que tragarse en breve. Y es la desclasificación de documentos sobre las escuchas al independentismo. Ese sí que es el pago que se entrega al presidente de la Generalitat, Aragonés. Es parte del esfuerzo que hay que hacer para recomponer la mayoría parlamentaria y poder tener un mínimo de calma en lo que queda de legislatura. De ahí la entrevista de Oriol Junqueras hoy en El País, donde rechaza pedir expresamente la cabeza de la directora del CNI. La desclasificación de esos documentos tampoco es que vaya a sentar bien al CNI.