Las depuradoras de agua albergan superbacterias resistentes que suponen "una amenaza mundial"
Científicos chinos y españoles firman un artículo en el que alertan de estos peligrosos "superpatógenos".
Expertos del Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales (CREAF) han advertido de que los microbios usados para reducir los contaminantes en las plantas depuradoras de agua pueden dar lugar a focos de bacterias superresistentes que pueden suponer una “amenaza real y emergente para la salud mundial”.
Investigadores del CREAF y de la Academia China de las Ciencias han escrito un artículo en la revista National Science Review en el que instan a prestar más atención a las plantas de tratamiento de aguas residuales que trabajan con biotecnologías ambientales (la gran mayoría), es decir, que utilizan microbios para degradar los contaminantes de forma económica.
Incubadoras de superbacterias
Según el artículo, estas biotecnologías son valiosas para purificar las aguas residuales, pero también conllevan riesgos, porque son incubadoras de patógenos y genes de resistencia antimicrobiana, lo que las convierte en focos de superpatógenos.
Josep Peñuelas, autor del estudio e investigador del CREAF, afirma que, a largo plazo, en estas plantas de tratamiento los patógenos “evolucionan para resistir a los contaminantes de estas aguas” y además aumentan su resistencia a los fármacos antimicrobianos.
La transmisión a humanos
Los científicos creen que estos superpatógenos de las plantas de tratamiento pueden transferirse a los seres humanos principalmente a través del contacto accidental con el agua regenerada (la que sale ya tratada de la planta) y con los bioaerosoles (micropartículas de agua que pasan al aire debido a las burbujas y al movimiento de las mismas aguas).
También a través de los alimentos contaminados, por los efluentes de las plantas de tratamiento que riegan campos de cultivo.
Recomendaciones científicas
Los científicos instan a investigar y supervisar estos patógenos para poder informar a la población de qué entornos y productos hay que evitar y hacer una supervisión de la industria más estricta para limitar los patógenos microbianos que puede emitir una planta de tratamiento.
Los expertos buscan implementar tecnologías complementarias a las actuales, como el uso de lombrices que se encargan de eliminar estos microbios o procesos de desinfección sostenibles, como el uso de electrones o de nanoburbujas sin productos químicos para inactivar los patógenos.
Aunque se ha demostrado que los virus “se propagan y detectan” en las plantas de tratamiento de aguas, “se ha hecho poco” para eliminar esta amenaza para la salud, cree Peñuelas.
Así, los investigadores piden una “estrecha colaboración” entre la comunidad investigadora, la industria y el gobierno para “reducir las posibilidades de contacto”, así como también una cooperación global entre todos los países.