Las confesiones de un destrozado PP
“Ni se quedan los radicales y se van los moderados”, “vamos asimilándolo”, “Cayetana, Cortés, Suárez…”
Un PP en shock, hundido, noqueado, a la deriva. Un batacazo histórico. Y un líder de nueva generación, Pablo Casado, en el punto de mira. Su giro hacia la derecha más dura, su competición con Vox, su errática campaña y su supuesta vuelta las esencias con propuestas que olían al pasado han llevado a los populares precisamente a décadas atrás de relevancia política.
En el PP no cesan las conversaciones entre sus miembros apesadumbrados, algunos incluso con lágrimas y con muchas críticas a la estrategia de la nueva dirección. Casado se ha aferrado al sillón, echa la culpa a la “división” en la derecha, está llamando a los barones territoriales y piensa en intentar salvarse en las próximas elecciones municipales y autonómicas en un mes. Tras el silencio de este lunes, ha convocado para este martes el Comité Ejecutivo Nacional.
El desánimo y la tristeza se ha apoderado de todo el partido y especialmente de los candidatos que se la juegan dentro de cuatro semanas. Además, sobrevuelan el miedo y el fantasma del descalabro económico y posibles despidos de personal.
Un candidato explica así sus sensaciones a El HuffPost: “Si te vas al extremo, si abandonas la centralidad y la moderación y además haces ostentación… Si recuperas un discurso de los 90 en pleno siglo XXI… Ni se quedan los radicales, que como se han visto no son relevantes, y se te van todos los moderados”.
En Génova insisten en que todo se debe a la “división” del voto de la derecha y que Casado se va a mantener en el despacho. “El líder de la oposición ayer, hoy y durante los próximos cuatro años”, lanzaba durante estas horas negras el ‘número dos’, Teodoro García Egea. Piden tiempo en el cuartel general, se defienden con que apenas llevan nueve meses en Génova 13.
Los ‘sorayistas’: “Ya dijimos que ella era la mejor opción”
En el Partido Popular no existe en público un sector crítico, después del abandono de la primera línea política de Soraya Sáenz de Santamaría y de sus principales apoyos. Pero sus fieles repiten en privado ahora que se ha demostrado que no se pueden ganar unas elecciones olvidando el centro político y llevando el discurso hacia los extremos. Además, pocos creen que en un mes puedan mejorar mucho las cosas para el PP en las urnas. “Ya dijimos que ella era la mejor opción”, indica un partidario de la exvicepresidenta.
Y una cosa está siendo ahora muy cuestionada dentro de las filas de los populares, según fuentes del partido: las listas presentadas. “Cayetana, Cortés, Suárez…”, repiten en alusión a las polémicas durante estos días las fuentes. Creen que con las palabras más radicales de estos aspirantes se ha movilizado la izquierda, ese sector adormecido al que le daba pereza ir a votar y que se ha levantado ante el miedo al ‘trifachito’.
Muchos en el partido también sienten que Casado se confió pensando en que iba a suceder igual que en Andalucía, que ya estaba ganado con la suma de las tres derechas. Ahora, se encuentran, dicen, con un partido escorado que no puede hacer competencia a Vox por la derecha y que ha perdido mucho voto en el centro a favor de Ciudadanos. De hecho, una de las grandes sorpresas ha sido el buen comportamiento de los naranjas, que muchos achacan al voto femenino de la derecha. El cuasi sorpasso.
Si en Génova lo veían como victorias sobre terreno perdido, ahora muchos en el partido piensan que verdaderamente perdían votos por decenas cuando se hablaba de volver a la ley del aborto de 1985, Cayetana desafiaba con el ‘sí, sí, hasta el final’, con la bajada del salario mínimo, con las palabras de Adolfo Suárez Illana...
Un mes de nervios
¿Se puede estar armando una alternativa ya a Casado? Por ahora los populares están encajando el durísimo golpe. “Vamos asimilando los resultados”, dice una persona del PP de Madrid de máxima confianza de Pablo Casado. Los puñales que más fuerza podrían herir son los del gallego Alberto Núñez Feijóo, pero como siempre sus palabras parecen amagar pero nunca termina de dar el paso. Además, sería un suicidio para muchos intentar presionar para una dimisión cuando queda un mes para el ‘superdomingo’ del 26 de mayo, donde todos se la juegan.
El gran dilema que se le presenta ahora a Génova es el siguiente. ¿Cambiar de estrategia y hacerse una enmienda propia a la dirección? ¿Mantener su hipervitaminado giro a la derecha con el riesgo de repetir el desastre de este 28-A? Por ahora el ‘núcleo duro’ de Casado, como ha dicho García Egea, se aferra a que van a hacer autocrítica, pero que ya están de campaña de municipales y autonómicas. Además, se ha marcado ya una línea argumental: la única alternativa a Pedro Sánchez es Casado y no se puede repetir esa división. Se va a escuchar mucho lo de voto útil durante estas semanas.
Hay que leer cuidadosamente el informe elaborado tras las elecciones por Faes, la fundación de José María Aznar y laboratorio de pensamiento para Pablo Casado. Su conclusión: “reconstitución del centro derecha” frente a la “suicida canibalización” y la “ignorancia temeraria” de dividir el sufragio ante la actual ley electoral.
El PP y su peor pesadilla. Ni un militante en la puerta el 28-A. Solo queda la música de los mariachis.