Las claves para entender lo que está pasando en la casa real
La justicia investiga una trama de comisiones en la que están involucrados Juan Carlos I y Corinna zu Sayn-Wittgenstein.
La casa real ha guardado silencio desde la explosión... hasta este domingo, cuando el rey ha renunciado a la herencia de su padre y ha eliminado la asignación que recibía el rey emérito de los Presupuestos. La bomba detonó a principios de marzo cuando el periódico Tribune de Genève informó de que Juan Carlos I disponía en Suiza de 100 millones de dólares en forma de comisión ilegal procedentes, supuestamente, de Arabia Saudí. ¿Pero por qué está generando tanto revuelo?
El fiscal suizo Yves Bertossa abrió una investigación en 2018 sobre el círculo próximo a don Juan Carlos, al que involucra en una supuesta trama ilegal de cobro de comisiones y blanqueo de capitales. Y en cuyo centro se encuentra la aristócrata alemana próxima al rey Corinna zu Sayn-Wittgenstein quien, supuestamente, recibió una donación desde la cuenta suiza de Juan Carlos I.
Según el diario ginebrino, entre 2008 y 2012, el rey emérito depositó el montante en el Banco Mirabaud. ¿Pero quién era el pagador? Según tiene acreditado la Fiscalía del país helvético, fue Abdulá, entonces rey del país árabe y hermano del actual monarca, Salmán bin Abdulaziz, quien le dio el dinero en 2008 como recompensa por la construcción por parte de empresas españolas de la línea de alta velocidad entre Medina y La Meca.
¿Cuál es el papel de Corinna zu Sayn-Wittgenstein en todo esto?
La Justicia ha seguido de cerca el caso desde hace casi dos años y ha encontrado un nexo de unión entre el dinero suizo del rey y su ‘amiga’, Corinna zu Sayn-Wittgenstein. Según Tribune de Genèvel, “en 2012 Juan Carlos transfirió lo que quedaba de ese dinero, unos 65 millones de euros, a su antigua amante”.
La propia Corinna afirmó que el rey Juan Carlos la usó como testaferro y que este tenía cuentas en Suiza a nombre de su primo. Sus palabras quedaron grabadas por el comisario José Manuel Villarejo en el año 2015. Entonces la aristócrata contó al comisario, encarcelado desde el 5 de noviembre de 2017, que estaba viviendo una “pesadilla” porque el rey había colocado propiedades en Marruecos y otros lugares fuera de España a su nombre y en aquel momento se las estaba reclamando, pero que si las devolvía poniéndolas a nombre de terceros incurría en un delito de blanqueo.
No obstante, el abogado de Corinna zu Sayn-Wittgenstein sostiene que ese dinero fue un regalo del monarca para ella y su hijo, de 18 años. Esa donación a la aristócrata alemana desde la cuenta suiza vinculada a una sociedad panameña en la que don Juan Carlos figura como administrador fue la que hizo sonar las alarmas de las autoridades suizas.
¿Por qué va a denunciar Corinna al rey?
Además de las indagaciones de la Justicia suiza, la casa real debe hacer frente a la amenaza de Corinna, quien avanzó que denunciará a don Juan Carlos en los tribunales de Londres por amenazas y el acoso que, según ella, sufre desde 2012.
Fue en ese año cuando trascendió su estrecha relación personal con Juan Carlos I, después del viaje que realizaron juntos a Botsuana. La aristócrata alemana mantiene que está siendo presionada para que no desvele secretos de Estado que, según ella, le acusan de tener en su poder.
La ‘amiga’ del rey también aseguró que dirigirá su denuncia contra quien entonces era director del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), el general Félix Sanz Roldán. Corinna dice que es el responsable de la “campaña” en su contra y de las amenazas que recibió personalmente en Reino Unido.
¿Qué consecuencias políticas tiene la investigación?
En España, las pesquisas sobre “las presuntas actividades corruptas” de Juan Carlos, como las denomina Podemos, amenazan con abrir otra grieta en el Gobierno de coalición de socialistas y morados. Los de Pablo Iglesias han decidido pelear este asunto a través de su grupo parlamentario, la vía para desplegar una estrategia que no está acordada por la coalición que les une al PSOE.
Podemos registró en el Congreso junto a ERC la petición de una comisión de investigación a la que intenta sumar al resto de partidos que han facilitado la investidura del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. La Mesa de la Cámara Baja ya tumbó dos veces, en julio y octubre de 2018, con los votos de PSOE, PP y Ciudadanos, una iniciativa parlamentaria similar de Izquierda Unida.
Entonces, la respuesta del órgano de dirección de la Cámara fue que la corona goza de protección en la Constitución y que es una institución que queda al margen del control parlamentario. Las consecuencias políticas para la propia coalición en caso de que los morados reciban la misma respuesta son imprevisibles.
El Gobierno de coalición aún no se ha posicionado oficialmente sobre este asunto, aunque los partidos que lo integran lo hayan hecho por separado. Mientras, los socialistas apuntan que Juan Carlos I gozaba de inmunidad en el momento en el que se cometieron los traspasos.
La Audiencia Nacional, que abrió y archivó en 2018 una investigación sobre las cintas de Corinna en las que acusa al rey de tener cuentas en Suiza, ha solicitado al fiscal suizo nuevos datos sobre la investigación que está llevando a cabo. Según adelantó El País, los nuevos datos que se esperan en el juzgado que dirige Manuel García Castellón podrían reabrir la pieza archivada provisionalmente por falta de pruebas.
¿Qué dice el PSOE?
En el seno del PSOE, el asunto del rey emérito genera controversia. La vicepresidenta primera del Gobierno, Carmen Calvo, ha asegurado que el partido hará “lo que digan los letrados” del Congreso sobre la comisión de investigación parlamentaria sobre los supuestos negocios del rey Juan Carlos I. Calvo se ha encargado de recordar que los asesores de la Cámara Baja ya se pronunciaron sobre ello hace dos años.
Los socialistas tienen un alma republicana que encarnan las Juventudes del partido, que reclaman una revisión del estatus jurídico de la jefatura del Estado para que posibles situaciones como la que investiga la Fiscalía suiza estén sujetas a responsabilidad.
“Poco o ningún sentido tiene que pidamos una comisión de investigación ante unos hechos que están protegidos por la inviolabilidad de la corona. Cuestionémonos la inviolabilidad e incluso la conveniencia de la institución, en vez de derrochar el dinero público en un proceso que no valdría para nada”, cuenta a El HuffPost Omar Anguita, diputado socialista y secretario general de la organización política juvenil, quien añade que “los actos del rey en ejercicio de su cargo no están, por desgracia, sujetos a responsabilidad y eso es algo que una comisión de investigación no puede cambiar”.
¿Qué posición tienen los aliados de Sánchez en el Congreso?
Otro de los aliados clave del PSOE en el Gobierno es el PNV. Y los nacionalistas vascos no están por la labor de obviar las informaciones que vinculan al rey con supuestos delitos. El portavoz jeltzale en el Congreso, Aitor Esteban, ha considerado este lunes “grave” que el rey emérito pueda tener cuentas irregulares en Suiza y ha pedido “aclararlo”.
“Cuando la Fiscalía suiza y la Fiscalía Anticorrupción española se mueven, quiere decir que hay algo más allá de los rumores de siempre, y que es muy difícil de ocultar”, ha asegurado Esteban. Por eso, el Grupo Vasco en la Cámara apoyará la creación de una Comisión de Investigación en el Congreso para “ver si la función institucional ha sido aprovechada en beneficio propio”. Algo que, ha seguido Esteban, “sería gravísimo”.
Para el peneuvista, la inviolabilidad del rey no debería entenderse fuera de la actividad institucional y se ha mostrado favorable a modificar la Constitución para adecuarla en ese sentido.
¿Se podrá organizar la investigación en el Congreso?
Las supuestas irregularidades que se atribuyen al rey emérito están protegidas por el estatus jurídico que le confiere el artículo 56.3 de la Constitución. Los letrados de las Cortes así lo han dejado claro en más de una ocasión ante solicitudes similares. El escándalo coincide con la llegada a La Moncloa del primer Gobierno de coalición de izquierdas desde la Segunda República. Una cohabitación entre el PSOE y Unidas Podemos, un partido abiertamente republicano.