Las claves del juicio por la agresión a dos guardias civiles y sus parejas en Alsasua
Los ocho jóvenes acusados se enfrentan en total a 375 años de prisión. Numerosas voces han criticado la "desproporción" de las penas solicitadas.
El 15 de octubre de 2016 dos guardias civiles y sus parejas fueron agredidos en Alsasua por un grupo de jóvenes cuando tomaban algo de madrugada en el bar Koxka de esta localidad navarra, que celebraba sus fiestas. Los agentes y sus dos acompañantes recibieron insultos y amenazas por el hecho de pertenecer a la Guardia Civil, sufrieron numerosas contusiones y uno de ellos acabó con el tobillo roto. El juicio a los ocho jóvenes acusados de participar directamente en esta agresión, a la que la Fiscalía ha dado carácter terrorista, se enfrentan en total a 375 años de cárcel. El juicio arranca este lunes entre numerosas voces que cuestionan la proporcionalidad de las penas solicitadas.
LOS HECHOS
Los dos guardias civiles, un teniente y un sargento, se encontraban, fuera de servicio y vestidos de paisano, tomando algo junto a sus parejas en el bar Koxka, frecuentado por personas de tendencia abertzale. Eran sobre las tres y cuarto de la madrugada cuando entró en el bar uno de los jóvenes detenidos, que al reconocer al sargento se dirigió a él y le dijo que no tenía derecho a estar allí.
En ese momento intervino el teniente para pedir que les dejara en paz, pero el joven insistió y la conversación fue subiendo de tono. Alguien les lanzó un vaso de chupito. Más gente se sumó a la discusión hasta que entre veinte y veinticinco personas rodearon a los agentes y comenzaron a increparles: "esto os pasa por venir aquí", "tenéis lo que os merecéis", "iros de aquí", "hijos de puta", "cabrones fuera de aquí", "putos pikoletos", "txakurras" (perros), "alde hemendik (fuera de aquí)" "utzi pakean" (dejadnos en paz). Acto seguido, según el sumario, los agresores comenzaron a golpear a los guardias civiles.
Ante la escalada de violencia, los agentes y sus parejas intentaron entonces abandonar el bar, pero al salir a la calle se encontraron con otro grupo de entre quince y veinte personas que junto con los anteriores continuaron insultándoles y golpeándoles hasta que llegaron los agentes de la policía foral, según la juez. La agresión les provocó múltiples contusiones a los agentes y a las parejas, que trataron de interponerse.
El teniente resultó herido en el labio superior y se fracturó un tobillo, por lo que requirió tratamiento quirúrgico y estuvo fuera de servicio 92 días. Su novia, además de los golpes recibidos, desarrolló ansiedad, agravada por el hecho de que sus padres viven en Alsasua y se cruzan con los agresores en la calle. El sargento, por su parte, sufrió lesiones en espalda y piernas que tardaron 53 días en sanar. Su novia recibió algunos golpes que le provocaron contracturas cervicales y tuvo que recibir asistencia psicológica por estrés postraumático.
ACUSADOS Y PENAS
La Fiscalía solicitó una pena de 50 años de prisión para seis de los ocho jóvenes que supuestamente participaron en la agresión. Para otro acusado, la petición de pena fue elevada a 62 años y medio al añadir a la agresión un delito de amenaza terrorista. A la octava imputada se le atribuyen amenazas de carácter terrorista por las que se enfrenta a una pena de 12 años y medio.
La Fiscalía sustenta la consideración de terrorismo que da a estos hechos en que la agresión se enmarca en la estrategia de la banda terrorista ETA y su entorno para expulsar del País Vasco y Navarra a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Algunas voces llegaron a calificarlo de un acto de kale borroka.
EL JUICIO
El punto que suscita una mayor polémica es si esta agresión es un acto terrorista o no. La Audiencia Provincial de Navarra manifestó que "no es posible concluir que en los hechos denunciados existan indicios de la comisión de un presunto delito de terrorismo", por lo que instó al juez a plantear una cuestión de competencia ante el Supremo para que la causa se instruyera en Pamplona y no en la Audiencia Nacional.
El exministro del Interior Jorge Fernández Díaz consideró poco después de que tuviera lugar la agresión que se trató de "un hecho puntual, un delito de odio y no kale borroka". El Tribunal Supremo respaldó que el juicio se celebrase en la Audiencia Nacional, donde arrancará este lunes.
VOCES EN CONTRA
En un contexto en el que la actividad armada de ETA ya solo forma parte del amargo recuerdo de muchos vascos, numerosas voces apuntan que resulta desproporcionado que esta agresión comporte para los jóvenes penas por terrorismo. Amnistía Internacional ha subrayado este viernes que la agresión de Alsasua no es terrorismo y que, por tanto, la Fiscalía debería retirar la acusación por este delito.
El proceso judicial ha dividido al Parlamento de Navarra y enfrentado a la oposición con el Gobierno foral, formado por un cuatripartito integrado por Geroa Bai, EH Bildu, Podemos e I-E. el Ejecutivo ha anunciado este viernes que acudirá a la manifestación convocada este sábado en apoyo a los ocho jóvenes procesados y en defensa del principio de "proporcionalidad", al considerar que no se ha respetado cuando tres de ellos llevan más de 500 días en prisión preventiva.
Miles de personas, 50.000 según los convocantes y 35.000 según la delegación del Gobierno, han participado este sábado en la marcha, convocada por los familiares de los encausados agrupados en Altsasu Gurasoak (Padres de Alsasua) y la plataforma vecinal Altsasukoak Aske (Libertad para los de Alsasua). La manifestación ha pedido "justicia" para los encausados por la agresión a dos guardias civiles y sus parejas en Alsasua, y han defendido que "no es terrorismo".