De la acusación de la Fiscalía al papel del Ayuntamiento: las claves del escándalo de los comisionistas en Madrid
Anticorrupción se ha querellado contra Luis Medina y Alberto Luceño, los empresarios que percibieron cerca de seis millones de euros por la venta de material sanitario al Ayuntamiento de la capital.
El escándalo por la presunta comisión de seis millones de euros que habrían cobrado dos empresarios por la venta de material sanitario como mascarillas al Ayuntamiento de Madrid está copando buena parte de los titulares y ha desatado una oleada de críticas contra el regidor de la capital, José Luis Martínez Almeida. La Fiscalía Anticorrupción se ha querellado contra Luis Ramón Medina Abascal, hijo del duque de Feria y de Naty Abascal, así como contra Alberto Javier Luceño. La justicia ya ha admitido a trámite esta querella por la que tendrán que declarar ambos.
Estas son todas las claves de un escándalo que ha vuelto a poner el foco en los contratos de emergencia para conseguir mascarillas en los primeros compases de la pandemia, en un contexto de dificultad para todas las Administraciones para conseguir este tipo de productos en el mercado nacional e internacional.
¿Qué investiga Anticorrupción?
En marzo de 2020, los dos empresarios madrileños vendieron material sanitario al Ayuntamiento de Madrid por valor de 15,8 millones de euros, por lo que cobraron una comisión cercana a los seis millones. La Fiscalía Anticorrupción sostiene que lo hicieron con el objetivo de lograr un gran beneficio económico y no por una supuesta colaboración en la lucha contra la pandemia, tal y como recoge El País. La investigación se remonta a noviembre de 2020, pero no ha salido a la luz hasta ahora.
¿Qué supone la querella de la Fiscalía?
Anticorrupción se ha querellado contra Medina y Luceño en los juzgados de instrucción de la capital reclamando penas por estafa, falsedad y blanqueo. No obstante, según explica el citado diario, el encaje legal que ha logrado armar la Fiscalía pasa por la acusación de engaño a la Administración, puesto que todavía no se ha hallado una forma jurídica de imputarles un delito de gran enriquecimiento.
Con todo, el magistrado Adolfo Carretero del Juzgado de Instrucción número 47 de Madrid ha admitido a trámite dicha querella, por la que tendrán que declarar tanto Medina y Luceño como los testigos que sean llamados. Además, la siguiente acción que estudia el juez sería la de embargar los bienes de lujo adquiridos con las comisiones.
¿Cómo se produjeron los contactos para la venta?
Fue Medina el que contactó con el Ayuntamiento de Madrid valiéndose de su condición de personaje público y de la amistad que mantenía con un familiar del alcalde, su primo hermano y abogado Carlos Martínez-Almeida Morales. Éste le habría facilitado el contacto de la coordinadora General de Presupuestos y Recursos Humanos del Área de Gobierno de Hacienda y Personal del Ayuntamiento de Madrid, como persona a la que se debía dirigir para concretar los términos de las operaciones. Se trata de Elena Collado, según ha podido confirmar El País.
Según la querella, esta persona era también consejera de la Empresa de Servicios Funerarios y Cementerios de Madrid. Desde este momento, las negociaciones se llevaron a cabo entre esta persona y Alberto Luceño, quien se presentó como “experto en importación de productos procedentes del mercado asiático, con fábricas en China a su disposición, y como agente exclusivo de la empresa malaya EEE, a través de la cual se iba a realizar la importación”.
¿Por qué Anticorrupción habla de engaño?
Según El País, Luceño usó documentos mercantiles falsos para hacerse pasar por agente exclusivo de la compañía vendedora, Len, una cadena de bazares localizada en Malasia. Así, fijó precios de los tres productos sanitarios adquiridos por el Consistorio. Concretamente, se trataron de un millón de mascarillas por 6,6 millones de euros; 2,5 millones de guantes por 5 millones de euros y 250.000 test rápidos por 4,2 millones de euros. No obstante, Luceño habría ocultado que parte del precio equivalía a la elevada comisión que posteriormente percibirían. Aproximadamente, un 60% en las mascarillas, el 81% en los guantes y el 71% en los test rápidos. El Ayuntamiento pagó en abril y más tarde la firma malaya transfirió las comisiones a los empresarios.
¿Por qué los productos eran defectuosos?
El problema vino después, cuando el alto cargo de Hacienda le comunicó a Luceño la mala calidad de los guantes, que solo llegaban hasta la muñeca. También le remitió una fotografía en un supermercado con guantes de mismas características por un valor cercano a los 0,08 euros. Madrid había pagado dos dólares. Según El País, para calmar las aguas, Luceño argumentó que la empresa había decidido reducir los costes y devolvió cerca de cuatro millones al Ayuntamiento vía transferencia bancaria.
No eran los únicos productos defectuosos. Una cuarta parte de los test de antígenos, es decir 60.000 unidades, fueron calificados como inservibles al tener un porcentaje de fiabilidad del 66,7%. La parte restante era del 80% de sensibilidad.
¿Qué ha explicado el Ayuntamiento?
Desde que salió a la luz, el Ayuntamiento de Madrid ha negado que un familiar del alcalde José Luis Martínez-Almeida conozca al empresario Luis Medina. “El familiar del alcalde no conoce a Luis Medina. Se pusieron en contacto con él a través de una tercera persona”, han afirmado fuentes municipales, a lo que añaden que este familiar facilitó el mismo correo electrónico que “se facilitaba a todos aquellos que contactaban con el Ayuntamiento para la venta de material sanitario”.
El Consistorio, por su parte, defiende que todas las empresas con las que realizaba contratación “debían seguir el mismo cauce” y recalca que “no está siendo investigado ni tampoco ningún trabajador”. “El Ayuntamiento de Madrid es, en todo caso, el perjudicado por estos hechos y se personará si se demuestra que ha habido un quebranto a las arcas públicas”, han afirmado.
¿Cómo ha reaccionado la oposición, habrá moción de censura?
El portavoz del PSOE en la Asamblea de Madrid y secretario general del partido madrileño, Juan Lobato, ha pedido al alcalde de Madrid que “dé la cara” sobre esta presunta estafa y ha instado a Ciudadanos a reflexionar para “buscar una alternativa en Madrid”. Lobato ha invitado a la vicealcaldesa, Begoña Villacís, a dar un paso adelante para presentar una moción de censura en el Ayuntamiento de Madrid. “Villacís es la que tiene que responder, ya que es la única que puede dar impulso a una mayoría alternativa”, ha afirmado en una entrevista en la Cadena SER.
Posteriormente, la vicealcaldesa Begoña Villacís ha descartado de momento una moción de censura o dejar gobernar en solitario al PP, al tiempo que ha anunciado que exigirán una auditoría externa y otra a la Cámara de Cuentas.
¿En qué se gastaron las comisiones Medina y Luceño?
Este caso ha sido calificado como un escándalo, -además de por un supuesto lucro en un momento de crisis sanitaria- en parte por el uso que han dado ambos empresarios al dinero percibido en las respectivas comisiones. Yates, rolex (relojes de lujo) y coches de alta gama, como un Ferrari, conforman la lista de adquisiciones que efectuaron Medina y Luceño con los beneficios obtenidos.
¿Qué defienden los empresarios?
De momento, tan solo Medina ha roto su silencio a través de una entrevista en El Confidencial. El empresario ha contradicho algunas partes de la versión del regidor madrileño y ha asegurado que su contacto con un familiar del alcalde, no fue directo, sino que se efectuó a través de una tercera persona que tenía relación con un hermano de Almeida. No se trataría de un primo.
Con todo, Medina ha reconocido que sí percibió un millón de euros como comisión, pero le quita peso al señalar que “no es ilegal”. El implicado en esta operación ha justificado que se trata de una comisión normal. Además, ha señalado que se ha puesto en contacto con Anticorrupción para ponerse a su disposición. De la misma forma, Medina se desliga de la gestión realizada por el segundo empresario, Luceño: “No puedo responder por lo que hiciera la otra persona”.