Las cárceles norcoreanas son peores que los campos de concentración nazis, asegura un superviviente del Holocausto
"No existe ni ha existido una situación similar en el mundo".
El maltrato a los presos políticos llevado a cabo por el líder norcoreano Kim Jong-un es, como mínimo, igual de atroz que el que tuvo lugar en los campos de concentración durante la Segunda Guerra Mundial, asegura un antiguo juez internacional que sobrevivió a Auschwitz.
Thomas Buergenthal es un profesor de Derecho que sirvió durante varias décadas en la Corte Internacional de Justicia. Este antiguo juez ha colaborado en la redacción de un informe que documenta las atrocidades cometidas en las cárceles de Corea del Norte y sostiene que el régimen dirigido por Kim Jong-un es incluso peor que el de la época nazi.
"Creo que las condiciones existentes en los campos de prisioneros de Corea del Norte son terribles, incluso peores que aquellas que vi y viví durante mi juventud en los campos de concentración nazis y en mi amplia carrera profesional en el ámbito de los derechos humanos", cuenta al Washington Post Buergenthal, que vivió en los campos de concentración de Auschwitz y Sachsenhausen siendo niño.
Buergenthal es autor de un informe que fue publicado el martes 12 de diciembre por el Colegio de Abogados Internacional (International Bar Association) titulado Inquiry on Crimes Against Humanity in North Korean Political Prisons(Investigación sobre los crímenes de lesa humanidad en las prisiones políticas de Corea del Norte). En este informe se documentan las atrocidades cometidas en las cárceles del país, donde se estima que hay entre 80.000 y 130.000 presos políticos.
El informe se basa en el testimonio de varios desertores norcoreanos, entre ellos un antiguo guardia de prisión, así como en bibliografía académica, vídeos y transcripciones. De acuerdo con este informe, los investigadores encontraron pruebas de que se habían cometido crímenes de lesa humanidad en las cárceles, tales como asesinatos, exterminios, esclavitud, traslados forzosos, encarcelamiento, tortura, violencia sexual, persecuciones y desapariciones forzadas.
El informe se centra en las cuatro "zonas de control total" de Corea del Norte, donde han trasladado a miles de personas sin perspectivas de puesta en libertad. Cientos de miles de presos políticos han sido enviados a cárceles políticas en los últimos 50 años. Se ha llegado un punto en el que hasta tres generaciones de familias detenidas conviven en las cárceles y son obligadas a realizar labores de esclavitud, especialmente trabajo en minas, en la industria maderera y en la agricultura, sostiene este informe.
Este informe señala que a los presos se les tortura y se les asesina de manera regular. Asimismo, apunta que las violaciones están muy extendidas, al igual que la malnutrición, la inanición y la sobreexplotación.
"No existe ni ha existido una situación similar en el mundo", cuenta al Washington Post Navi Pillay, otro de los autores del informe que es juez en Sudáfrica. "Es una atrocidad en su máxima expresión y toda la población es sometida a prácticas intimidatorias".
El informe exige que un tribunal internacional investigue los crímenes de lesa humanidad cometidos en Corea del Norte y procese a los responsables, incluyendo a Kim Jong-un, a los miembros del partido, a los guardianes de prisión y a los funcionarios de seguridad.
"Dada la estructura del liderazgo tan estrictamente controlada en Corea del Norte, Kim Jong-un y su círculo más cercano deben ser procesados de acuerdo con el principio de responsabilidad de mando", expone el informe. Este estudio sirve como una actualización no oficial de una investigación llevada a cabo en 2014 por las Naciones Unidas acerca de los abusos de los derechos humanos en Corea del Norte, apunta el Colegio de Abogados Internacional.
Este régimen político norcoreano que consiste en detener a personas que ve como enemigos se remonta a los años 50. No obstante, ha sido complicado documentar de manera precisa los delitos cometidos en las cárceles del país debido al aislamiento de Corea del Norte, incluso cuando está desarrollando su programa nuclear.
El presidente estadounidense Donald Trump ha respondido al programa nuclear con amenazas beligerantes y exigiendo a China que tome la responsabilidad como aliado de Corea del Norte. Al parecer, China va a inaugurar campos de refugiados en la frontera para los desertores.
Este artículo fue publicado originalmente en el 'HuffPost' Estados Unidos y ha sido traducido del inglés por María Ginés Grao.