Las buenas condiciones meteorológicas ayudan a estabilizar el fuego en Ávila
Desde la Junta ya se está trabajando para recuperar la zona y ayudar a los afectados.
El incendio que se declaró el sábado pasado entre los municipios abulenses de Navalacruz y Cepeda de la Mora y que, con al menos 12.000 hectáreas quemadas, es el más extenso en las casi cuatro décadas de la historia autonómica de Castilla y León, podría quedar “estabilizado” si las condiciones meteorológicas, como la bajada de las temperaturas y menos viento, evolucionan favorablemente como está previsto.
Así lo ha asegurado el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, quien ha visitado el Puesto de Mando Avanzado (PMA) instalado por la Administración autonómica en El Barraco donde ha informado a los medios de comunicación de la situación del incendio “más importante del año” en España y del “más importante, en extensión, desde que la Junta tiene transferidas las competencias”, ha dicho.
“Si las condiciones meteorológicas evolucionan como está previsto, hoy podría darse por estabilizado, aunque queda mucho trabajo por hacer”, ha declarado el presidente quien, acompañado por el titular de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, ha tenido palabras de agradecimiento para todo el operativo.
Por otra parte, Fernández Mañueco ha concretado que el perímetro del incendio es ya de 130 kilómetros y que en las labores de extinción participan más de mil personas, centenares de vehículos y 33 medios aéreos.
Después de que Suárez-Quiñones cifrara el lunes en “no menos de 12.000” las hectáreas arrasadas por las llamas, hoy el presidente de la Junta no ha querido ofrecer cifras en este sentido, más allá de los 130 kilómetros de perímetro, aunque el sistema satelital europeo “Copérnico” ha estimado en 20.000 las hectáreas que pueden haberse visto afectadas.
Esta misma cifra es la que ha facilitado este martes el 112 de la Comunidad de Madrid señalando, además, que la evolución “favorable” podría contribuir a “acercar su estabilización”.
El presidente de la Junta de Castilla y León ha señalado que, tras una noche complicada en el flanco sur, actualmente las poblaciones están “aseguradas”.
Alfonso Fernández Mañueco, que ha tenido un agradecimiento expreso al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, por haber estado “pendiente desde el primer momento” de la evolución del incendio, ha dicho que el Gobierno autonómico va a pedir al Ejecutivo central “la máxima colaboración”.
“Me consta que va a ser así”, ha añadido, antes de anunciar un trabajo “conjunto” con los ayuntamientos afectados y la Diputación provincial, tras un incendio que se ha producido por “un hecho fortuito, en las peores condiciones”.
Además de agradecer la colaboración de varias comunidades, de todas las administraciones, de los voluntarios y de la ciudad de Ávila como “verdadera base logística”, el jefe del Ejecutivo autonómico ha anunciado que desde la Junta ya se está trabajando para recuperar la zona y ayudar a los afectados.
En este sentido, ha anunciado que se tomarán de forma urgente medidas preventivas para evitar el deterioro del suelo, las enfermedades forestales, los arrastres por lluvias y mantener la pureza del agua.
Además, Fernández Mañueco ha recalcado que el Gobierno autonómico está al lado de las personas que han sufrido este devastador incendio, a quienes ha mandado un mensaje de apoyo, y ya se ha comenzado a trabajar con los agricultores y ganaderos para “dar una respuesta inmediata” a la ganadería de modo que tenga garantizada la comida y bebida.
“Hoy Castilla y León entera y toda España tienen su corazón puesto en Ávila”, ha apuntado Alfonso Fernández Mañueco, quien ha anunciado que, “de cara al futuro”, el Gobierno autonómico deberá realizar una “reflexión interna”.
“Ya había anunciado que los Presupuestos de 2022 iban a tener en cuenta los objetivos del Desarrollo del Milenio y tendremos en cuenta de cara al futuro cómo tendremos que reforzar para aprender y actuar con mayor rapidez y de mejor manera”, ha reflexionado.
Hasta ahora, el fuego de mayor extensión había sido el que se produjo en agosto de 2012 en el municipio leonés de Castrocontrigo, donde ardieron algo más de 11.700 hectáreas.