Las 14 formas más extravagantes de explorar el mundo

Para explorar el mundo desde una perspectiva totalmente diferente, hay que tirar de originalidad. Las típicas visitas guiadas o las famosas rutas en bus pueden ser muy socorridas, pero hay otras muchas experiencias que vivir... En Expedia.es hemos encontrado 14 maneras de hacer turismo que sacan los colores a esas formas tradicionales: barcos de vapor, trineos tirados por perros, rutas en sidecar ¡y hasta viajes en submarino!

Hawái es un destino que no solo sorprende por la belleza de sus playas, sino también por la vida marina que esconde. Sumérgete en sus aguas (¡30 metros para ser exactos!) y déjate maravillar... Cerca de la costa de Maui, un submarino de última generación te trasladará al fondo del mar para mostrarte auténticas bellezas coralinas, tortugas, pulpos gigantes y miles de peces tropicales. Además, te acercará a un navío que naufragó hace años para convertirse en un arrecife artificial donde conviven muchas de las criaturas marinas de la región.

¡No hay método de transporte más original para explorar la capital francesa que el sidecar! Empápate del ambiente de barrios tan bohemios como Montmartre, admira la torre Eiffel y siente la brisa sobre tu rostro a medida que cruzas las calles medievales del barrio latino: todo ello desde una motocicleta vintage.

Si algo hay en Tailandia, son tuk-tuks, especialmente en sus calles... Y Bangkok no podía ser menos: ¡explora la ciudad con esta original motocicleta! Si es la primera vez que visitas la capital tailandesa, esta especie de "bicitaxi" te dejará con la boca abierta. Un guía se encargará de conducir y llevarte serpenteando por estas ajetreadas calles para acercarte a templos antiguos, mercados de colores y estatuas doradas. Tú solo tendrás que preocuparte de disfrutar de la suave brisa que irás dejando a tu paso. Eso sí: ¡agárrate bien!

Es posible que conozcas a gente que presume de haber visitado el Gran Cañón, ¿pero a cuántos conoces que lo hayan hecho desde un carro tirado por caballos? Nosotros te proponemos que aproveches esta escapada para viajar en el tiempo hasta el siglo XIX con el medio de transporte de la época, será un carro de caballos el que te acercará al punto de partida de tu visita al Gran Cañón. Una vez ahí, viajarás de nuevo en el tiempo, esta vez al presente, para subirte en un helicóptero desde el que podrás contemplar por todo lo alto la belleza de este destino. Con todo, seguro que lo que más te sorprende son las vistas y los colores del que es uno de los más espectaculares regalos de la naturaleza.

Deja atrás el taxi y lánzate a recorrer las calles de Tokio sobre las ruedas de un kart de lo más revolucionario. Podrás explorar la capital nipona a toda velocidad, ya sea con guía o, si te atreves, a tu aire. Eso sí: cuando pases por lugares tan emblemáticos como la Torre de Tokio o el santuario de Meiji, recuerda echar el freno para sacar alguna que otra foto...

Olvídate del tráfico de Dubái y pon rumbo al desierto para disfrutar de un safari que ya quisieran muchos... Dicen que las famosas dunas de los EAU parecen no tener fin: ¿se te ocurre mejor manera de comprobarlo que a lomos de un camello? Puedes dedicar unas horas a pasear por estas hermosas colinas cobrizas y terminar el día regalándote una exquisita cena a la luz de las estrellas.

Súbete a un autobús Volkswagen de lo más colorido y descubre los atractivos de San Francisco al más puro estilo hippie. Un guía local será el encargado de conducir por la ciudad. Tú solo tendrás que escoger el asiento y preparar tu cámara de fotos para capturar el famoso puente Golden Gate, el barrio chino, el muelle de la ciudad... ¡Y todo ello mientras te regalas una ruta especialmente original! La visita se acompañará de clásicos de los años sesenta y setenta mientras el autobús te acerca a las casas que en su día fueron el hogar de auténticos iconos culturales, como Janis Joplin, Jimi Hendrix o algunos de los componentes de The Grateful Dead.

Toca el cielo con las manos desde el mirador A'dam Lookout y déjate sorprender por la belleza de Ámsterdam. Los 100 metros de la torre A'dam te colocarán a una altura fantástica para admirar los canales de la ciudad, declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Asciende hasta la azotea de esta torre y sentirás como te sube también la adrenalina, especialmente al echar la vista hacia abajo... ¡Cuidado con los vértigos!

¿Te has imaginado alguna vez cómo sería contemplar una ciudad cual pájaro? Especialmente en un destino como Río de Janeiro, que presume de acoger algunos de los paisajes naturales más bellos del planeta. Aprovecha para subirte al teleférico de Pan de Azúcar, una visita obligada para todo aquel que decide explorar Río. Gracias a su cápsula de cristal, podrás sobrevolar escarpados acantilados a 396 metros de altura. Una vez en la cumbre, te fascinarán las vistas a la bahía de Guanabara y a la ciudad: cortan el hipo.

Aprovecha tu viaje a Nueva Orleans para viajar en el tiempo. Súbete a bordo de uno de los pocos y más auténticos barcos de vapor y regálate un paseo inolvidable por el río Mississippi, donde te empaparás de la historia de principios del siglo XVIII. El nostálgico barco de vapor Natchez parte del barrio francés de Nueva Orleans y surca el río al ritmo del jazz en directo de los Dukes of Dixieland.

En este caso, solo deberás echar mano de tus pies para regalarte una experiencia que guardarás en el recuerdo para siempre. Sube las pasarelas y las escaleras hasta alcanzar la cima del icónico Harbour Bridge de Sídney. Eso sí: antes de poner rumbo a tu aventura, te equiparán con todos los elementos de seguridad necesarios para que llegues a la meta sin ningún tipo de problema y puedas disfrutar de unas de las mejores vistas de la ciudad. Y es que, una vez arriba, te encontrarás a 134 metros de altura, con la bahía de Sídney a tus pies.

¿Quién quiere encerrarse en un coche cuando se está rodeado de los paisajes salvajes de Fairbanks (Alaska)? A la entrada de Fairbanks, te encontrarás una persona (musher) experta en adiestrar perros que compiten en una prestigiosa carrera de trineos tirados por perros. Acércate para conocer a los canes que te llevarán en trineo por estos bellos paisajes ¡y disfruta de un viaje épico!

El tradicional dhow es un barco de pesca con más de 1.400 años de historia que se ha convertido en uno de los mejores métodos de transporte para explorar la bahía Menai de Zanzíbar. Esta barca de mástiles, además de acercarte a las aguas del Índico (tanto que casi podrás tocarlas con la mano), te permitirá saborear lo mejor de la brisa marina que emana de este espectacular océano. En tu recorrido, te acompañarán delfines y miles de peces tropicales, así que no pierdas detalle... Más tarde, para ponerle la guinda a tu velada, cambia de barca y súbete en una ngalawa, una original canoa creada a base de madera de mango.

Ajústate el cinturón de seguridad y surca el cielo de la mano de un vuelo virtual. Sin abandonar Vancouver, podrás recorrer toda la costa canadiense y acercarte a las maravillas naturales más sorprendentes del país. Solo tendrás que sentarte en una especie de telesilla suspendida que, combinada con increíbles efectos especiales en 4D, te trasladará a una auténtica experiencia aérea. Además de sentir que vuelas, es posible que te quedes sin habla por la belleza de las Montañas Rocosas o el espectáculo de la aurora boreal.