Lara Siscar: "Desde crías aprendemos a evitar situaciones que puedan desembocar en una violación"

Lara Siscar: "Desde crías aprendemos a evitar situaciones que puedan desembocar en una violación"

La periodista de TVE presenta su segunda novela, 'Flores Negras'.

Marta Flich

He quedado con Lara Siscar para cenar. Tenemos que hablar de "cosas de chicas". Así que hablamos de la vida política, de economía, de feminismo, de las agresiones del pasado y de las 2.0, del miedo, del humor y de casi todo lo demás.

El nuevo libro de Lara habla de ello, explícita o implícitamente. Sería como deshojar una cebolla. Por las capas. Sí, he dicho cebolla. Porque todo el mundo entiende el símil y su novela está hecha para todas y todos. Tanto, que de las primeras cosas que me llaman la atención y le comento aprovechado la confianza es: "Si me dan el libro sin nombre del autor/a, no sabría si lo escribió una mujer o un hombre". Mi incontinencia verbal siempre me hace comentar este tipo de cosas. "¿De verdad? Nunca me lo habían dicho. Me vas a hacer pensar en ello", contesta Siscar.

Lara es periodista y trabaja en servicios informativos de TVE desde 2007. Flores negras (Plaza & Janés) es su segunda novela. Es un thriller y suena muy real. Tal vez es porque la autora ha puesto mucha de su esencia y sus vivencias en ella. Es una de esas novelas afinada y afilada que huele; huele a miedo, a ternura, a tristeza, a pasión y también a risas. Cuando los libros huelen a realidad, su relato te atrapa. Porque es la vida. Porque cuando te sientas frente a Siscar sabes que su talento solo es una pequeña aproximación a esa mujer que ella es.

¿Por qué un thriller?

En realidad no era la primera intención. Mi objetivo principal era reflejar las tensiones que produce la convivencia tan cercana a la que están obligadas las personas que viven en el pueblo. Esa extrema proximidad puede ser muy positiva, uno sabe que no está solo y puede contar con la ayuda de sus vecinos cuando hay necesidad, esto es así, yo lo he vivido. Pero también es cierta la sensación de ahogo y de ser constantemente observado que uno tiene cuando vive en una comunidad pequeña en la que todos te conocen. Yo soy de pueblo. Me crié en uno de cinco mil habitantes y a los doce años me trasladé a otro con el mismo número de habitantes así que, también he sido la forastera en una pueblo.

Yo soy más de pueblo que las amapolas y en mi pueblo se llegaba a estigmatizar con lo que pasaba o dejaba de pasar, de hecho recuerdo una pregunta que le hice a mi abuela: "¿Prefieres que las cosas no pasen?" Prefiero que si pasan no se sepan, las cosas de casa se han de quedar en casa". Y ese es el secretismo que es escenario que genera más inquietud al relato, ¿no?

Exactamente, lo importante no es el pecado, porque todos tenemos y sabemos que nuestro vecino también los tiene. Lo importante es que no te lo pillen, que no te lo vean, porque si no creas una fama que te persigue para siempre, que puede llegar a determinar tu vida y tus relaciones sociales y no solo a ti si no, si lo que montas es muy gordo, a tus descendientes.

Lo importante es que no te lo pillen, que no te lo vean, porque si no creas una fama que te persigue para siempre, que puede llegar a determinar tu vida.

La novela tiene un buen gusto inapelable y sobre todo está llena de pinceladas de humor. ¿Es alivio cómico como autora, exclusivo de Berta (la protagonista) o directamente es una herramienta tuya del día a día?

Mi día a día está lleno de risas. Yo me río mucho y con mucho gusto pero es que además, cuando cojo un poco de confianza, me pongo a hacer gracias varias para hacer reír. Soy pudorosa pero tengo sentido del humor. Eso sí, a veces sorprende. Sorprende a quienes me conocen por las noticias, aunque Asuntos público, el programa informativo que llevo ahora, me permite soltarme un poco en ese aspecto. Pero también es cierto que hasta ahora se creía que las mujeres tenían menos sentido del humor.

Es verdad, parece que el humor ha ido asociado siempre a los hombres cuando yo, por ejemplo, siempre he vivido en la carcajada, en la crítica con humor y en la reflexión con una sonrisa. Todo compatible. De hecho en Flores negras hubo momentos de pensar "joder, me estoy riendo de una desgracia con la que Berta, la protagonista, está desdramatizando" (un ejercicio muy recomendable, por otro lado).

Hay un cierto machismo que considera que solo los tíos son graciosos, que no identifican el humor con una mujer. Antes pasaba mucho, ahora algo menos gracias a mujeres como tú, pero aún está presente.

Hay referencias continuas a las expresiones o acciones que nos tenemos que "comer" las mujeres o con el que tenemos que transigir por la cultura patriarcal y la educación que hemos mamado hombres y mujeres sobre todo en los pueblos. ¿Es una llamada de atención a la sociedad?¿Te preocupa el tema? Me estoy refiriendo a tener que evitar ciertas cosas (indumentaria, tramos de caminos, lugares, noches o zonas oscuras) para que no te violen o te maten o para "evitar la provocación".

Me preocupa muchísimo, porque es algo que está instalado en nuestra sociedad y en nuestro cerebro, aún ahora. Que levante la mano la mujer que no ha cambiado de acera para evitar un grupo de hombres en la puerta de un bar o que ha tenido que aguantar la respiración y bajar un poco la mirada si ha tenido que cruzar uno de esos. Hasta mirarlos de frente era una provocación. Tenía que aguantar comentarios, chistes, ruiditos...

Un hombre se cruza con cuatro tíos en un callejón oscuro y piensa que ojalá no le atraquen, una mujer se cruza con cuatro tíos en una callejón oscuro y piensa que ojalá sólo la atraquen.

No conozco a una mujer que no tenga una anécdota lamentable por este tipo de cosas. Y la que no lo tiene registrado es porque le ha parecido que sufrirlo es normal. Lo cual espeluzna más. Un día fui acumulando tanta mala hostia que lo pagó el comentario más inocente de un tío que pobre, poco o nada hizo. Me silbo y me enfrenté y le grité: "¿Por qué me silbas? ¿Que soy? ¿Un periquito?" En fin, es que cuando llevas muchas miradas en las tetas y mucho comentario de "no sabes lo que te haría", al final saltas. Confieso que si es de noche me lo hubiera ahorrado y hubiera salido disparada.

La situación ha mejorado mucho pero esos comportamientos siguen presentes en nuestro día a día y viene de tiempos antiguos. Mi abuela ya le decía a mi madre que no cruzase por los solares y mi madre me pedía a mí que los evitase. Hay un miedo al que los hombres no han de enfrentarse y que forma parte de nuestra realidad cotidiana. El miedo a que te violen. Un hombre se cruza con cuatro tíos en un callejón oscuro y piensa que ojalá no le atraquen, una mujer se cruza con cuatro tíos en una callejón oscuro y piensa que ojalá sólo la atraquen. En nuestros primeros aprendizajes desde crías están las de evitar situaciones que puedan desembocar en una violación, con nosotras de víctimas. Y parece tan natural, tan cotidiano. Tan parte de nosotros. Todavía.

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El libro está basado en un hecho real. ¿Por qué has elegido que sea este suceso concretamente?

El caso me impactó mucho cuando lo leí. Una cría de 14 años que, según los que la rescataron parecía de 12, forzada a prostituirse en un pueblo de cinco mil habitantes, como lo míos. Me enteré por casualidad. Me encontré con una crónica judicial entre los artículos de un periódico. Contaba cómo una de las cosas más horribles de este mundo, el abuso y la prostitución de menores, podía convertirse en realidad en un pueblo de apenas cinco mil habitantes. Cómo algunos de los que confesaron que habían hecho uso del los servicios de la menor, se retiraron para evitarse problemas cuando corrió la voz por la localidad. Cómo no dijeron nada a las autoridades porque no era asunto suyo. Sólo les preocupaba evitar las consecuencias. Nadie ayudó a la niña hasta que pasaron meses. ¿Cómo pudo suceder algo así en la que podría ser tu casa, la casa de tu vecino? ¿No lo sabían? ¿Es posible que no lo supieran? Me horroriza que algo así pueda suceder.

Trabajas en RTVE y la pregunta es obligada, ¿tienes esperanza en una nueva y libre TVE con el cambio de Gobierno?

Sí es precisamente por el cambio de Gobierno, espero que no. Me explico. Lo que reivindicamos gran parte de los que trabajamos en RTVE es que la web, la radio y la tele públicas sean dirigidas por profesionales elegidos por el Parlamento. Que refleje el equilibrio parlamentario que eligen los ciudadanos. Si llega un nuevo Gobierno, sea del color que sea, y pasado mañana hace una RTVE a su medida no hemos adelantado nada.

Si llega un nuevo Gobierno, sea del color que sea, y pasado mañana hace una RTVE a su medida, no hemos adelantado nada.

La mujeres somos un blanco especial en redes sociales en el peor de los sentidos. ¿Cómo lo vives en el día a día?

Lo vivo mal. Mal, porque al final refleja el machismo que sigue residente en la sociedad. Yo me he apartado de las redes porque no quiero formar parte de sus cuentas de resultados, que no vendan mis datos, y por el acoso sistemático al que se somete no solo a las mujeres sino también, y esto es igualmente preocupante, a los adolescentes. Las empresas que gestionan las redes sociales no toman medidas efectivas para evitarlo. Les interesa el tráfico, el número de usuarios.

¿Crees que nosotras como grupo especialmente vulnerable en redes sociales, tendríamos que tener un marco jurídico especial que nos protegiera de la violencia verbal machista y del acoso?

Pues mira, no me lo había planteado, pero tal vez sí. Igual que me parece esencial una ley de igualdad salarial o una ley contra la violencia machista eficaz, tal vez debería existir algún tipo de normativa al respecto. Gran parte de lo negativo que vivimos en las redes es puro machismo.

Como periodista, ¿cómo has vivido el cambio de Gobierno? ¿Te gusta la composición?

Me gusta, sí. Me gustan las 11 mujeres en un gobierno de 18 personas. La visibilidad de la mujer es tan obvia que en cuatro días lo vamos a ver normal. Soy muy optimista con la posición de la mujer después de las reivindicaciones de igualdad que se han vivido en este país. Creo que ahora tanto nosotras como ellos, en su mayoría, tenemos claro que ahora sí.

Soy muy optimista con la posición de la mujer después de las reivindicaciones de igualdad que se han vivido en este país.

¿Algo que decir a los comentarios del fondo de armario de las ministras y publicaciones similares ?

Que me alegra constatar que cada vez están más fuera de lugar.

Totalmente de acuerdo. Me encantó el libro Lara, lógicamente hay que brindar.

Y así terminó la entrevista, a la una y pico de la madrugada. Como cuando estás a gusto.

PD. Gracias a Lara por su generosidad y su infinita paciencia.

Deseando brindar.

MOSTRAR BIOGRAFíA

Licenciada en Economía por la Universidad De Valencia y máster de Comercio Internacional en la Universidad de Delaware, en colaboración con la Cámara de Comercio de Castellón. En sus inicios, dirigió un departamento de Comercio Internacional para luego trasladarse al mundo de la banca en Madrid. Con formación artística desde la infancia, pasó por el Conservatorio de Música, donde se formó en piano y canto. Estudia interpretación y trabaja en cine, teatro, televisión y radio en la actualidad. Experta en pedagogía eficiente, ha dado clases de liderazgo y gestión de emociones en grupos empresariales.