Labi Champion, 'El Señor Lobo' de Ibiza
"Siempre he sido un busca vidas".
Hola, soy Labi Champion y si hay una frase que me defina es que quienes me conocen mueren conmigo y los que no me conocen me ponen a parir. Pero como decía mi padre: “Nene, que te tengan envidia y no des pena”.
¿Quién era Labi Champion antes de llegar a Ibiza? Pues Labi a secas o Juan Mesa Guerrero, que es mi verdadero nombre. Nací en un pueblecito de la provincia de Almería llamado Huercal-Overa, soy el mayor de 12 hermanos y en nuestra casa siempre hubo muchas necesidades, pero necesidades de las de verdad, de las de comer, porque a tener necesidades económicas no llegábamos. Cuando cumplí los 13 años mis padres me mandaron a Ibiza a casa de unos tíos que me acogieron. Pronto encontré un trabajo de pinche de cocina y cambié los estudios por pelar cebollas y patatas. Así que se puede decir que soy medio analfabeto, pero eso sí, tengo 5 carreras de la vida y de ahí que aunque pueda escribir “otel” sin “h” te aseguro que cuando voy a uno siempre duermo en la mejor habitación de todas.
Llegaste a la isla a finales de los 60, en plena explosión hippie, ¿tuviste tu época de pelos largos, paz y amor? Pues la verdad que yo nunca fui hippie pero sí que hice “negocios” con ellos. Recuerdo que en 1975 yo trabajaba en un hotel en Es Caná y ese año se inauguró el mercadillo de los miércoles de Punta Arabí. Aquel sí que era un mercado hippie de verdad, no como los de ahora que parecen el Corte Inglés. Los puestos estaban hechos con tablas y para que aquella gente no tuviera que llevar y traer cada semana todas aquellas maderas yo me ofrecí a escondérselas en el bosque a cambio de una propina. Siempre he sido un busca vidas.
¿Cómo empieza la leyenda de Labi Champion? Estuve muchos años trabajando en el aeropuerto de Ibiza como maletero (no digo la empresa porque vomito). Trabajé para ellos durante 24 años en los que no me cogí ni una sola baja y la primera vez que me puse malo me despidieron. Fue una canallada pero gracias a aquel trabajo conocí a la persona que me cambiaría la vida: José Antonio Camacho. Él me abrió todas las puertas del mundo del fútbol y yo que siempre he sido un golfillo pues todavía no he cerrado ninguna.
Y así, de la noche a la mañana pasas de ser maletero a convertirte en uno de los relaciones públicas más famoso de Ibiza, “El Señor Lobo” que hace que no les falte de ná a los futbolistas y demás VIP que visitan esta isla. ¿Qué nombres podemos encontrar en tu agenda de teléfonos? Pues mira, lo de Labi Champion me lo puso Marc Ostarcevic, el exmarido de Norma Duval, porque decía que todos mis amigos eran de Champion League. Así que en mi agenda hay muchos toreros, cantantes, futbolistas, presentadores… Pero también conozco a mucha gente “Muebles López”, gente normal y corriente como yo. Quiero a tanta gente que me duele la orejilla.
Hay una frase por la que se te conoce internacionalmente: “Al cine que llueve”... ¿Qué demonios significa eso? Yo soy un tipo muy fácil de llevar y muy complicado de dominar, y cuando algo no me interesa digo “al cine que llueve”, que básicamente viene a significar que lo que me estas contando me importa un pimiento.
Imagina que te regalan una de esas enormes vallas publicitarias que hay a la salida del aeropuerto y que son lo primero que ven los turista al llegar a Ibiza. ¿Qué pondrías en ella? Yo siempre digo que tengo tres hijos: el mío, la Discoteca Keeper y el Malibú Beach Club. Así que en esa valla pondría una foto de mi hijo, que es la luz de mi vida y lo que más quiero en este mundo y detrás el Malibú y el Keeper y la frase “Sé feliz”.
¿A qué personaje os gustaría que entrevistase el próxima mes? A Abel Matutes, porque es un gran amigo mío y lo que ha conseguido con Usuahia es de Top más IVA.
¿Algo más que quieras decir para terminar? Sí, al cine que llueve.