En La vida es bella, el librero Guido Orefice hacía lo indecible para que su hijo, Giosuè, no se enterase de lo que era realmente el Holocausto al que los estaban sometiendo. Le hacía creer que su presencia en un campo de exterminio era sólo un juego en el que debían acumular puntos y ganar así un tanque. Un padre protegiendo a su retoño del horror, hasta el final.
Ahora, gracias a un vídeo que se ha convertido en viral, hemos conocido una historia parecida, que no es una película. Ocurre en Siria, en Idlib, donde otro padre, Abdullah al-Mohammad, se las ingenia como puede para hacer reír a su hija Sawa en medio de la guerra, a punto de entrar en su noveno año.
Desde que se mudaron a esta ciudad desde su originaria Sarakib, la familia lucha cada día para que el sonido de las explosiones no les robe la sonrisa. Sobre todo, a la más pequeña de la familia, que no llega a los cuatro años, que gracias a su padre recibe el sonido de las explosiones con hermosas carcajadas. Como si fuera un juego: por cada rugido y cada deflagración, una risa grabada en vídeo para aliviar la angustia.
En la grabación, difundida por la cuenta de Mehmet Algan, se ve al padre preguntar: ”¿Es un avión o es una bomba?”. ”¡Una bomba!”, dice eufórica la pequeña, antes de romper a reír. “Es muy gracioso, ¿verdad?”, insiste el padre. “Sí, es muy gracioso”, responde la niña.
Cada vez que escucha una bomba, esta niña siria de 4 años se ríe porque piensa que es un juego. Familias atrapadas en conflictos que tienen que hacer magia para crear refugios para sus hijos/as. pic.twitter.com/l7mdTgVF2B
Entrevistado por el diario The Independent, el padre ha explicado que le cuenta a la cría que el ruido viene de aviones de juguete, que usan armas de mentira, por lo que no hay que asustarse. “Los niños están sumidos en una crisis psicológica por los bombardeos. Pensé que podía convertirlos en una fuente de felicidad”, sostiene. “No queremos más ataques”, insiste.
Las imágenes han generado una ola de cariño en las redes sociales, ante un conflicto olvidado que, justo estos días, vive uno de sus momentos más duros con el asedio a Idlib.
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