La Europea tramita el primer ERE de la historia en la universidad privada
Los docentes y los alumnos preparan una huelga en febrero contra el despido colectivo que afectará a profesores de las tres sedes en España.
Papá Noel no vino cargado de regalos en Navidad. El pasado 14 de diciembre, mientras toda España se preparaba para las fiestas más atípicas de la historia, los 2.370 trabajadores de la Universidad Europea recibían una carta del consejero delegado, Miguel Carmelo, en el que les agradecía el esfuerzo realizado durante la pandemia. Algo normal en las empresas en esta época, si no fuera porque ese mismo comunicado anunciaba la ejecución de un expediente de regulación de empleo (ERE) que afectaría a 275 empleados y que supondrá el primer despido colectivo a profesores universitarios.
“A pesar del gran trabajo realizado por todos y del compromiso demostrado con los estudiantes y la universidad, para poder llevar a cabo la transformación que esta necesita, es imprescindible una reorganización de la estructura y los recursos de la universidad”, asegura el comunicado.
Tras este comunicado, la Universidad Europea —propiedad del fondo buitre Permira— ponía así en marcha un ERE que afectará al 12% de la plantilla, a pesar de que la empresa declaró un beneficio de 50 millones de euros en el ejercicio 2018-19 y de que la matrícula aumentó el curso 2020-21. Las negociaciones con los representantes de los trabajadores ya han comenzado, con la fecha límite del 7 de febrero.
El expediente no se ha presentado por cuestiones económicas, ya que no tiene pérdidas, sino por causas técnicas, productivas y organizativas. “La Universidad Europea inició hace meses un proceso de modernización del modelo educativo y de gestión en respuesta a la clara evolución del sector y las demandas del mercado”, señalan fuentes de la empresa.
Los profesores se temen que esta maniobra sirva para convertirla en una universidad online, abandonando el modelo presencial; sacar una mayor rentabilidad, aumentando el número de alumnos; y vender la universidad al mejor postor en un plazo breve. “En tres años la han vendido”, lamenta un profesor. Junto a los alumnos, se preparan para una huelga indefinida a medidos de febrero.
La Universidad Europea, en manos de un fondo buitre
La Universidad Europea de Madrid nació en 1989 bajo el nombre de Centro Europeo de Estudios Superiores, un centro adscrito a la Universidad Complutense de Madrid. El Gobierno de Felipe González le otorgó el reconocimiento como universidad privada en 1995.
Su principal campus está ubicado en Villaviciosa de Odón (Madrid) y es conocido es todo el mundo gracias a que allí se ruedan muchas escenas de la serie de televisión Élite (Netflix). A partir del año 2012 acortó su nombre a Universidad Europea al contar con otras sedes en Valencia, Canarias y Lisboa.
A lo largo de su historia, esta universidad ha cambiado varias veces de dueños. Inicialmente fue fundada por dos empresarios vinculados a Alianza Popular, Luis Velasco Roa y Julio Fidalgo Lobo. Tras varias peleas entre los socios, fue comprada por el grupo estadounidense Sylvan Learning en 1998, que gestionaba las academias de inglés Wall Street Institute. Este grupo se reorientó hacia la educación superior con el nombre de Laureate Education.
Hace dos años, el fondo de capital riesgo Permira, con sede en Londres, abonó 770 millones de euros por hacerse con esta universidad privada. Una de sus primeras decisiones fue vender la residencia de estudiantes ubicada en el campus. “Hay un fondo de inversión que compra la universidad a finales de 2018. Cuando lleguen juran y perjuran que no iba a pasar nada, pero ya estábamos con la mosca detrás de la oreja”, recuerda un profesor involucrado en las movilizaciones.
La Universidad Europea cuenta actualmente con 20.000 alumnos matriculados y se ha caracterizado siempre por ofrecer un trato muy cercano a sus alumnos, que disponen de un orientador durante todos sus años, y por garantizar una alta inserción laboral, gracias a sus contactos con las empresas.
“Los alumnos valoran la relación cercana con los profesores, es una de nuestras fortalezas. Virtualizar todo esto es un cambio respecto al proyecto en el que creemos. Los alumnos se van a ver muy afectados”, lamenta un profesor que prefiere no revelar su nombre. “El problema es que hay un cambio de proyecto educativo, donde se pretendían formar a futuros profesionales muy pegados a las empresas”, coincide otro.
Otro de los puntos fuertes de este centro universitario es el deporte, al contar con un importante complejo deportivo y una gran oferta formativa en este área. Incluso, el Real Madrid creó una escuela universitaria, cuyo campus está en Alcobendas y cuya cátedra dirigía el escritor Mario Vargas Llosa.
Muchos estudiantes de clase media y alta se matriculan en este centro al no conseguir una plaza en la universidad pública tras la selectividad. Su matrícula no es apta para todos los bolsillos. El precio de un curso oscila entre los 7.680 euros del grado de Administración y Dirección de Empresas o Periodismo a los 18.780 euros de Medicina. Iker Jiménez e Irene Villa son algunos de los personajes famosos que han pasado por sus aulas.
El 80% de los despidos en Madrid
El sindicato UGT señala que el ERE propuesto afectaría a 275 de los 2.432 trabajadores de los centros de trabajo de la universidad en España. Fuentes de la Universidad Europea rebajan el tamaño de la plantilla a 2.370 trabajadores.
El ERE afectará a todas las sedes de la universidad en España. En concreto, a 221 profesionales ubicados en Madrid, a 47 en la Comunidad Valenciana y a 7 en Canarias. “La inmensa mayoría son en Madrid, de los cuales el 90% son profesores”, apuntan.
La reducción de personal obligará a que los profesores que se queden tengan que hacerse cargo de las clases que impartían los despedidos, aunque no sean de su especialidad. “Yo tengo que dar 540 horas de docencia al año. Una asignatura de 6 créditos eran 72 horas, pero ahora se va a reducir a 60 horas. Eso va a implicar que el profesor va a tener que dar más clases, tener más carga docente y la calidad se va a ver afectada”, apunta un docente.
La Universidad Europea alega que la calidad no se verá resentida. “Se busca la transformación del porfolio, la implantación de herramientas que ayudan a la planificación académica, la transformación del proceso de matriculación”, aseguran desde la empresa.
“A ellos solo los importa la productividad, que son más horas de clase. No les importan los proyectos de investigación”, lamenta un profesor.
Los profesores se temen que el despido colectivo esconde realmente una intención de cambiar el proyecto educativo hacia una universidad a distancia, orientada a los alumnos de Asia y América Latina, con mayor poder adquisitivo. “Nosotros nos tenemos que lo que quieren es trocear el campus porque si se apuesta por la digitalización ya no es necesario. Han visto que hay un mercado en Asia y Latinoamérica que demanda títulos europeos”, afirma.
El tiempo corre en contra de los trabajadores, ya que los despidos se harán efectivos el próximo 7 de febrero. La dirección de la Universidad Europea se ha reunido con el comité de empresa en dos ocasiones, sin que haya habido acuerdo. “Ha habido dos reuniones y no ha habido ninguna capacidad de negociación”, asegura un profesor.
El tercer encuentro está previsto para la próxima semana, en concreto, el lunes 25 de enero. “La prioridad es la de trabajar con los representantes de los trabajadores para alcanzar el mejor acuerdo posible”, señalan desde la Universidad.
Tras el anuncio del ERE, los alumnos y los profesores se han movilizado en el campus y han iniciado una recogida de firmas en la plataforma Change. Fuentes del profesorado señalan que lo más probable es que la próxima semana se apruebe la convocatoria de una huelga indefinida en el mes de febrero. Su lucha todavía continúa.
Este es el comunicado remitido a la plantilla: