La UE reconoce prejuicios en sus policías en el aniversario de George Floyd
Negros, asiáticos o gitanos tienen más posibilidades de ser requeridos por los agentes y son tratados con menor respeto, concluye un informe de Bruselas.
Ser gitano en Grecia, subsahariano en Austria o norteafricano en España dispara la probabilidad de ser parado por la Policía, según un informe que apunta a la existencia en Europa de prejuicios en los cuerpos de seguridad contra inmigrantes y minorías étnicas.
La Agencia de Derechos Fundamentales (FRA) de la UE, ha publicado este martes el trabajo Tus derechos importan: controles policiales, con motivo del primer aniversario del asesinato en EEUU de George Floyd, un hombre negro, a manos del agente blanco que lo arrestó.
“Hace un año, las protestas del Black Lives Matter (las vidas negras importan) subrayaron la necesidad de atajar el racismo y la discriminación que son aún demasiado comunes en nuestras sociedades”, afirma al respecto el director de la FRA, Michael O’Flaherty, en la presentación del informe. “Es hora de reconstruir la confianza entre comunidades y asegurar que los controles policiales son siempre justos, justificados y proporcionados”, reclama O’Flaherty.
El reporte compara testimonios de la población general con los de inmigrantes y miembros de minorías étnicas sobre la frecuencia y el trato con que han sido interpelados por la Policía, para concluir que los negros, los asiáticos o los gitanos tienen más probabilidades de ser controlados y tratados con menos respeto.
Prejuicios por apariencia
“Un motivo por el que vemos esa diferencias es que la policía puede tener prejuicios contra cierta gente basados simplemente en su apariencia”, señala a Efe Sami Nevala, un experto de la FRA.
Nevala explica que esos prejuicios están presentes en la sociedad en su conjunto, pero que al tener la Policía una posición de poder, “es crucial examinar cuidadosamente cómo la gente es tratada” durante esos controles.
Los datos recogidos en diferentes encuestas indican que quienes se identifican como miembros de minorías étnicas no sólo son controladas más a menudo, sino también son tratadas con menos respeto y son objeto más frecuentemente de ethnic profiling, la aplicación de estereotipos según la raza.
De media, un 14 % de los habitantes de la UE fueron interpelados por la Policía en el año anterior al informe, un porcentaje que varía desde el 4 % en España al 25 % en Austria, revela el estudio de la FRA, centrado en diferentes grupos étnicos o minorías según los países.
Por ejemplo, señala que un 49 % de los subsaharianos y un 22 % de los turcos en Austria asegura haber sido controlado por la Policía, frente al 25 % de la población general; o el 21 % de los norteafricanos en Italia ante el 12 % total; o el 29 % de los gitanos en Holanda, el triple que entre la población general.
En España, el 32 % de los gitanos o el 14 % de los norteafricanos declara haber sido controlado por la Policía, un porcentaje muy superior al 4 % entre la población total.
A pie o en coche
Incluso en los países donde hay menos diferencia, como Alemania o Francia, llama la atención que entre la población general los controles son, en su gran mayoría, de tráfico, mientras que a inmigrantes y minorías se les para cuando van andando por la calle.
Nevala deja claro que la Policía tiene razones legítimas para controlar y registrar, pero advierte también contra las actuaciones provocadas sólo por la apariencia física y en la “percepción basada en prejuicios” de que ciertos grupos cometen más crímenes.
El experto de la FRA explica que la mayor frecuencia de controles entre inmigrantes puede explicarse, en parte, por una mera labor de identificación del estatus legal en el país.
Pero esa explicación no sirve para el mayor control a miembros de minorías étnicas o descendientes de inmigrantes que han nacido o tienes la nacionalidad del país donde se les controla, y a los que se les somete además más frecuentemente a registros corporales (34 %) que a la población general (14 %).
Falta de respeto
El informe de la FRA también refleja diferencias en cómo se sienten tratados: sólo el 46 % de los inmigrantes o miembros de minorías se sintieron tratados con respecto cuando fueron parados andando por la calle, frente al 60 % entre la población general.
En España, por ejemplo, el 26 % de los gitanos que señalaron haber sido controlados calificaron el comportamiento de los agentes como “irrespetuoso”, frente al 15 % de los norteafricanos y el 16 % de la población general.
Nevala señala que los distintos casos de brutalidad policial, especialmente contra afroamericanos, en EEUU, abrieron un debate sobre los prejuicios que, afirma, tiene lugar también en Europa, pese a que la falta de datos y la menor organización de la comunidad negra puede hacer que el problema quede más escondido.
Entre las soluciones a los prejuicios étnicos, Nevala destaca la importancia de un entrenamiento adecuado en los cuerpos policiales.