La UE abre la puerta a que las empresas nieguen trabajo a quien no se quiera vacunar
La presidenta del Comité Económico y Social Europe no cree que la inyección tenga que ser obligatoria.
La presidenta del Comité Económico y Social Europeo (CESE), Christa Schweng, dice que “evidentemente es posible” que las empresas eviten contratar a un trabajador si no quiere vacunarse contra la Covid-19.
“Como empresario, puedo decidir con quién firmo un contrato”, dice la presidenta de este órgano consultivo de la Unión Europea, que emite dictámenes a las instituciones comunitarias en representación de empresarios, trabajadores y organizaciones de la sociedad civil.
“El trabajador -dice Schweng- puede decidir si quiere trabajar (para la empresa) o no” en caso de que se exija la vacuna para firmar un contrato, aunque “se tendría que ver si un empresario quiere sólo a personas vacunadas en su empresa”. “No sé lo que harán”, comenta.
No cree que tenga que ser obligatoria
Ante las campañas de vacunación que empiezan a presentar los gobiernos europeos, la presidenta del CESE no cree que la inyección tenga que ser obligatoria, “porque una vacuna es un ataque y cada uno debe decidir individualmente si lo quiere o no para sí mismo”.
Y opina que los primeros que deben recibirla son el personal sanitario, “porque es quien más fácilmente está en contacto con los pacientes”, y la población de riesgo de edad avanzada.
Schweng dice que “los contratos de la Comisión Europea (CE) con las farmacéuticas para garantizar vacunas para toda Europa” han sido “una buena idea”, pues “con la actuación individual de los Estados miembros nunca hubiera funcionado tan bien”.
Bruselas ha cerrado acuerdos con Pfizer y BioNTech, AstraZeneca, Sanofi-GSK y Johnson & Johnson y ha concluido conversaciones con CureVac y Moderna. Todas las vacunas deberán recibir antes la aprobación de la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés), que ya ha dicho que no prevé evaluarlas, como pronto, antes de fin de año.
“Esta crisis ha demostrado lo importante que es Europa y (...) la cooperación europea” y “es aquí donde decimos que se necesita una Unión Europea de la Salud”, comenta Schweng, justo un mes después de asumir el puesto en CESE, tras 22 años en la organización.
“Es secundario si se es hombre o mujer”
Esta austriaca es la quinta presidenta del órgano consultivo desde sus inicios en 1957 y, de los diez dirigentes que ha habido en lo que va de siglo XXI, la segunda mujer.
“Si se es un hombre o una mujer es secundario. Lo importante es tomarse en serio el trabajo y hacerlo con ganas”, opina Schweng.
“Las mujeres no se atreven a hacer muchas cosas y hay muchas cosas que no hacen. No puedo decir si el mundo sería mejor si hubiera mujeres en el poder”, dice la presidenta del CESE.
No obstante, ha nombrado a un hombre como su jefe de gabinete (Markus Stock), pero el resto de su equipo está compuesto por mujeres.
Sobre el Brexit
“La esperanza es lo último que se pierde”, dice Schweng sobre las posibilidades de que la UE y el Reino Unido alcancen un acuerdo sobre el Brexit, antes del 1 de enero de 2021.
Para la máxima dirigente del CESE, que da voz en Bruselas al mundo empresarial y laboral, “lo que siempre es negativo, en cualquier caso, es la incertidumbre. Es un problema fundamental para las empresas (...) no poder planificar”.
Fondo de recuperación
También tiene “grandes esperanzas” de que en la próxima cumbre del 10 y el 11 de diciembre, los líderes europeos logren un pacto con Hungría y Polonia sobre el presupuesto de la UE para los próximos siete años y el fondo de recuperación, que los tres países se niegan a ratificar por la condicionalidad asociada al Estado de Derecho.
“Es importante que esa asombrosa cantidad de dinero (un total de 1,8 billones de euros) llegue al lugar que le corresponde: a los trabajadores que ahora necesitan trabajo o que, simplemente, están en un ERTE”, pide Schweng.