La técnica casera viral para limpiar zapatillas blancas
Tienes en casa todos los ingredientes necesarios.
Completar cualquier vestimenta con unas zapatillas blancas suele ser algo muy habitual, especialmente en este periodo estival. Cualquier mota de suciedad las manchan y, con el paso del tiempo, dejan de ser blancas puras y se convierten en un tono más grisáceo.
Una chica del estado norteamericano de Dallas, Sarah Tracey, compartió en Twitter cómo consiguió dejar como nuevas unas zapatillas blancas que habían perdido su brillo y que parecían haber terminado su vida útil.
¿Su fórmula secreta? Muy sencilla, con productos básicos y que todo el mundo tiene en casa. Como ella dijo en su día, estaba en la universidad y no tenía 60 dólares para cambiárselas.
Lo primero que hay que hacer es meterlas a remojo con una medida de bicarbonato y con una y media de detergente. Cada una se frotan con un cepillo de dientes.
Tras dejarlo actuar todo durante un tiempo, se aclaran y se meten en la lavadora para lavarlas, de manera normal.
Por último y si se quiere potenciar todavía más el color blanco se añaden unos polvos de talco.
Ya solo queda esperar a que se sequen para disfrutar de unas zapatillas blancas que lucen como si fueran nuevas.
Tomar mucha, mucha agua es fundamental para superar la resaca, y de los pocos remedios que existen.
Lo de que la resaca se cura con más alcohol es un falso mito. ¡No caigas! Mejor un zumo, batido o simplemente agua fresca.
Lo de tomar una cucharadita de aceite para que el alcohol "se disuelva" es otro mito falso. Es mejor combinar cada vaso de alcohol con otro de agua.
El problema no es mezclar, sino la cantidad de alcohol que se consuma y se mezcle. Se puede tomar vino y una copa, pero no una botella de cada...
Es el enemigo número uno. La resaca y el mal cuerpo están causados por este alcohol de mala calidad que nos sirven a veces. Lo mejor es optar por marcas y sitios fiables.
No hace falta que sea una cena pesadísima, pero no conviene beber (y menos aún esas cantidades) con el estómago vacío. Una buena cena (y comer unos canapés o unos churros en la fiesta) siempre harán que el alcohol caiga mejor.
Calma, alivia y, con cuidado, puede ayudar hasta a quitar el dolor de cabeza.
En vez de estar todo el día con mal cuerpo y adormilado, es preferible parar un rato y echarse una siesta. Si es posible y la resaca no nos pilla en otra celebración familiar o trabajando, claro...
Acelera el proceso de eliminación de alcohol del cuerpo y aporta energías. Tómala en tostadas o con una bebida caliente.
Despierta el organismo y te activa. Come algo dulce y lo notarás al instante.
Si la resaca es leve y decidimos tomar algo de alcohol, la cerveza puede ser una opción. Tiene poco alcohol y gran cantidad de cereales.
Pero sin pasarse, que la San Silvestre se corre el día de antes y no el de después. Moverse un poco sirve para despejarse y desintoxicarse, y para sudar todas esas infames toxinas que hemos comido y bebido el día anterior.
Por una parte, te hace eliminar toxinas, pero también perder líquido al ser diurético, pero por otra aporta agua y energía. Es beneficioso consumirlo sin excesos.
