La (selectiva) cruzada del lujo contra las pieles
Algunas de las marcas más prestigiosas han anunciado que dejarán de producir prendas de piel. Algo que no es del todo verdad.
Si Marujita Diaz levantara la cabeza estaría probablemente horrorizada. O no. Las prendas de piel ya no son lo que eran, o sí. Pero no se venden. O no se venden como antes. ¡Qué lío! España fue una vez uno de los países líderes en la fabricación de prendas de piel, con pelo y sin pelo. Porque piel es también la marroquinería, de la que ni Gucci ni nadie se apea. Cuando su negocio depende del número de bolsos que venden, entonces éstas no están tan mal.
Pero la cruzada ha llegado contra las prendas "con piel de pelo". Es decir, que sí se puede seguir matando vacas, corderos, terneros... pero alzamos bien alto la voz evitando las chaquetas de visón (aunque algunos raseados sí que han sido protagonistas de las pasarelas).
Gucci ha sido la última marca en confundir al personal. La firma italiana ha dejado de producir prendas de piel. Falso. Ha dejado de hacer prendas de pelo. Sustancialmente diferente. ¿Cuantos abrigos de visón tintado vendía Gucci al año? ¿ Y cuantos vende de napa? ¿Y sus bolsos son de plástico? ¿ Y los zapatos de esparto?
Pues eso, que no, que ni Gucci ni Alessandro Michele, su director creativo, dejan de vender piel. Se excluyen los visones, los mapaches, los zorros y los conejos. Las de estos animales son las que no se utilizarán en las prendas, pero el resto sí. Tres cuartos de lo mismo anunció Armani en 2016. Y, efectivamente, la multinacional mantiene sus colecciones de marroquinería.
Hugo Boss también declaró algo parecido: que desterraba la piel de sus colecciones. Se olvidaron, por ejemplo, de este abrigo de plumas de pato con capucha de piel de cordero.
Conclusión, cuando las firmas hablan de "no utilizaremos pieles de animales" tienen que especificar qué tipo de pieles, porque tan animal es un cordero como un mapache.