La riqueza oculta de las naciones
Una entrevista-relámpago con el economista Gabriel Zucman.
Los paraísos fiscales ocultan una riqueza inmensa que escapa al control de las naciones. El offshore y la evasión fiscal son males endémicos que empiezan a combatirse de forma cada vez más eficaz. El economista francés Gabriel Zucman ha escrito La riqueza oculta de las naciones, un libro sobre cómo acabar con esos paraísos fiscales; en esta breve entrevista cuenta cuáles han sido los grandes avances contra la ingeniería fiscal empleada para evadir impuestos. No trampeen con sus activos y lean sobre el fisco en el seno de este nuevo orden internacional:
ANDRÉS LOMEÑA: Está convencido de que podemos acabar con los paraísos fiscales y para ello ofrece tres soluciones: crear un registro financiero global, aplicar sanciones que sean proporcionales a los costes que conlleva la existencia de esos paraísos y una nueva forma de gravar a las empresas.
GABRIEL ZUCMAN: Todas esas soluciones son realistas y prácticas. Los registros financieros ya existen, pero están controlados por instituciones financieras privadas que no están interconectadas; no sería tan complicado transferir sus datos a instituciones públicas para unificarlos. Por otro lado, los países ya imponen sanciones contra los paraísos fiscales. Por ejemplo, Estados Unidos grava las transacciones financieras con países que rechazan intercambiar información bancaria de forma automática con ellos. Esta práctica podría ser bastante más sistemática si se forzara un acuerdo global sobre las cargas impositivas mínimas a las empresas. Por último, cualquier país puede cambiar el modo en que grava unilateralmente a las empresas multinacionales (por ejemplo, cambiando cómo se aplica la base imponible), aunque la coordinación internacional siempre es preferible. No hay ningún impedimento técnico para luchar contra la evasión fiscal de forma más efectiva: es una mera cuestión de voluntad política.
A.L.: Aboga por la presión comercial a través de coaliciones…
G.Z.: Sí, aunque el gran éxito de la última década es el intercambio automático de información bancaria. Hace diez años, los paraísos fiscales no enviaban ninguna información a las autoridades fiscales de los países extranjeros, haciendo que fuera extremadamente fácil la evasión fiscal. En la actualidad, casi todos los paraísos fiscales han prometido enviar datos automáticamente a los países de la OCDE y a otros países en vías de desarrollo. Es un gran avance. El momento crucial fue cuando Estados Unidos, bajo el Gobierno de Obama, amenazó a los paraísos fiscales con sanciones económicas si se negaban a enviar los datos. Con esa presión, prácticamente todos aceptaron cooperar con Estados Unidos, allanando el camino para el intercambio global de información bancaria. Esto ilustra cómo la presión económica contra los paraísos fiscales puede hacer que cambien las cosas.
A.L.: Su geografía de los paraísos fiscales se centra en Suiza y Luxemburgo. Esperaba leer sobre pequeños países como Andorra o sobre archipiélagos exóticos…
G.Z.: Hay muchos paraísos fiscales y los que mencionas tienen su importancia. Sin embargo, desde un punto de vista cuantitativo (la cantidad de riqueza o beneficios), los actores principales son Suiza, Singapur, Hong Kong y Luxemburgo (por la gestión de patrimonios), así como Irlanda y las islas del Caribe (por la transferencia artificial de beneficios).
A.L.: La segunda edición de su libro no se ha publicado en español. ¿Qué novedades contiene, además del prólogo del economista Thomas Piketty?
G.Z.: La principal novedad es un nuevo capítulo que analiza los datos de las filtraciones más recientes, como la de los Papeles de Panamá o el Swiss leaks. Es la primera vez que hay datos disponibles tan detallados sobre los beneficiarios de las riquezas offshore. Lo que revelan estos documentos es que la riqueza offshore está increíblemente concentrada: alrededor del cincuenta por ciento pertenece a gente que posee más de cincuenta millones de dólares de riqueza neta, personas que pertenecen al 0.01 por ciento de la distribución de la riqueza.
A.L.: Pronto publicará en inglés El triunfo de la injusticia. ¿Será una secuela de La riqueza oculta de las naciones?
G.Z.: Es una obra más amplia porque exploro cuestiones que van más allá del mundo del offshore. He estudiado los cambios a largo plazo en la progresividad de los impuestos y las fuerzas que hay detrás de esos cambios, pero es aún un poco pronto para hablar sobre el libro.
Gabriel Zucman lleva razón: aún es pronto para hablar de un libro que todavía no se ha publicado, pero conviene seguir los pasos de este discípulo de Piketty del mismo modo que conviene seguir el pestilente rastro de quienes crean sociedades pantalla para cometer fraude fiscal.