La reina Letizia, de la oposición frontal a ser el gran activo de la familia real
Después de sufrir el rechazo del rey Juan Carlos, la consorte ha conseguido encontrar su sitio en la Casa Real.
La figura de la reina Letizia es indiscutible a día de hoy en la familia real. Pero la consorte sigue sin gustar a todos y hubo un tiempo en que los monárquicos más tradicionales, la alta sociedad y algunos medios la vieron como una amenaza para la institución.
El camino de la reina dentro de Zarzuela no ha sido fácil y el cuarto capítulo de la serie documental Los Borbones: una familia real lo demuestra. En palabras del periodista Iñaki Gabilondo, que participa en la producción, el paso de Letizia de periodista de clase media a consorte es “una epopeya”. Para Pilar Eyre, periodista experta en Casa Real y escritora, los primeros años de la reina en palacio son “trágicos”.
Letizia se encontró con escollos desde el principio y el más grande fue el rey Juan Carlos. El monarca, que ya se había opuesto a las relaciones de su hijo con Isabel Sartorius o Eva Sannum, tampoco veía con buenos ojos la posible boda entre la periodista y el entonces príncipe Felipe. ¿El motivo? Ser plebeya de clase media, divorciada y nieta de un taxista. Además, el emérito no era partidario de mezclar trabajo y amor, al contrario que la reina Sofía, que quería una relación sólida para su hijo, al que adora.
Desde el entorno más juancarlista y de la alta sociedad se filtraron detalles sobre la vida de la que sería futura reina de España para intentar hacerle daño y que su imagen estuviera dañada ante la opinión pública. Las hermanas de Felipe VI, Elena y Cristina, tampoco recibieron a Letizia con los brazos abiertos, especialmente Elena.
En los últimos años se ha especulado sobre la relación de Letizia con su familia política y esta puede resumirse con una palabra, inexistente. Especialmente desde el estallido del Caso Nóos y desde la proclamación de Felipe VI en 2014. La consorte ha dejado claro que su familia son su marido y sus hijas e incluso la reina Sofía, que vive en Zarzuela, no tiene un lazo demasiado estrecho con sus nietas.
Las diferencias entre ambas reinas se hicieron evidentes en 2018, con el ya famoso rifirrafe en la catedral de Palma. Además de su mala relación, también se demostró que la manera de reinar de Letizia es completamente diferente a la de su suegra. La primera separa trabajo y vida privada, mientras que la segunda es reina 24 horas al día.
“La reina Sofía le debe dar pena como mujer a Letizia, y tampoco debe entender cómo ha aguantado todo callada, aunque quizás es que le gustaba mucho ser reina”, apunta Eyre sobre la relación entre ambas. “Ella avisó a Felipe que no era como su madre y no aguantaría ni una infidelidad”, añade.
El escrutinio constante
Felipe y Letizia se casaron a pesar de la oposición de Juan Carlos, pero ese trance era solo el principio. El escrutinio sobre la figura de Letizia era constante y desde un sector de la prensa experta en casa real se dijo de todo sobre ella. Altiva, prepotente o soberbia fueron algunos de los calificativos más suaves. También se dijo que trataba mal a la reina Sofía y se criticó la manera en la que educaba a sus hijas.
Su forma de actuar no era lo único que se miraba con lupa, también su físico, y Casa Real tuvo que desmentir las informaciones que aseguraban que Letizia sufría anorexia. La presión a la que estaba sometida la entonces princesa de Asturias no la afectó solo a ella, también a su familia.
Esta presión reventó cuando su hermana pequeña Érika, se suicidó en febrero de 2007. Letizia se sintió responsable y, como se apunta en el documental, su relación con la prensa y con la institución cambió por completo. “La imagen del entierro de su hermana, ella arrodillada haciendo la reverencia y Juan Carlos condescendiente, es terrible”, apunta Pilar Eyre.
Las tormentosas relaciones entre la consorte y su familia política también pasaron factura a su matrimonio y los ahora reyes atravesaron su crisis más sonora en 2013, cuando Letizia se ausentó prácticamente todo el verano de Mallorca y el matrimonio hizo viajes por separado y planes que despertaron todo tipo de rumores.
El pilar de la familia
“Antes ella daba una imagen de sumisión, y lo que se conocía de ella no gustaba, eso ha cambiado. A medida que se ha ido empoderando ha ido cambiando y encontrando su lugar”, cuenta la escritora sobre el papel de Letizia en la familia real. Desde que Felipe VI ascendió al trono, la reina ha tratado de aislar al máximo al núcleo familiar de los escándalos del rey Juan Carlos, la infanta Cristina o sus sobrinos Victoria Federica y Froilán.
También ha querido limitar en la medida de lo posible la exposición de sus hijas, Leonor y Sofía, y limitarse a compartir los aspectos de trabajo a los que ella y el rey dedican su día. Según Los Borbones, ha terminado siendo la única de la familia que no está manchada por un escándalo.
“El gran sostén de la familia es ella. La plebeya que venía a cargarse la monarquía es la que la está salvando”, defiende Eyre, que no duda que la reina es la persona que más interés genera entre los ciudadanos. “Siendo muy mejorable Letizia, la gente sabe que ella conoce el valor del dinero, que sabe lo que es coger el metro, y la siente más próxima que a su marido”, añade.
El ‘efecto Letizia’
Al contrario que lo que sucede con la familia real británica, donde se publican encuestas de opinión sobre sus integrantes habitualmente, en España el CIS no pregunta a los ciudadanos sobre la monarquía desde 2015. Por lo que es difícil saber la opinión de los españoles sobre la Corona, los reyes y sus hijas.
Según un barómetro de LaSexta publicado en 2021, más de la mitad de los españoles quieren un referéndum para decidir entre monarquía o República, resultando la segunda opción vencedora con más de un 48%. Más allá de este tipo de encuestas, la percepción que los españoles tienen de Letizia es una incógnita. El periodista José Antonio Zarzalejos, biógrafo de Felipe VI, reveló en en su libro Felipe VI, un rey en la adversidad que antes de la proclamación se encargó un informe interno para saber cómo valoraban los ciudadanos la idea de que Letizia fuera reina consorte. Un informe que se zanjó con un balance positivp y en el que se apreciaba que hubiera tenido una carrera profesional.
La reina sí vio cómo su figura se empañaba después del momento de tensión con doña Sofía en la catedral de Palma, y fue abucheada en el primer acto oficial al que acudió tras el incidente.
“Ha habido una evolución absoluta porque los medios estaban dominados por don Juan Carlos. Entonces se filtraban cosas burlonas sobre el comportamiento de Letizia para que no nos fijáramos en lo importante, que eran los comportamientos del emérito”, sentencia Pilar Eyre.
Actualmente las intervenciones de Letizia se diseccionan en la prensa tanto generalista como de sociedad o de moda, y no solo dentro de España. La reina es popular a nivel internacional y se ha convertido en una prescriptora de estilo gracias a lo que se conoce como el ‘efecto Letizia’.
La consorte agota prácticamente todo lo que se pone y es un revulsivo para pequeñas marcas españolas que ha introducido poco a poco en su armario. Desde que se convirtió en reina, ha utilizado su posición para impulsar la industria textil y las marcas están agradecidas. “Hemos trabajado con Lady Gaga y con Celine Dion y nunca había pasado algo como esto. Esas famosas no han hecho ni un 10% de lo que ha conseguido la reina”, explicó a El HuffPost en un reportaje Diego Díaz, cofundador de la firma de joyas malagueña Rod Almayate.
Después de casi veinte años en Zarzuela, Letizia ha salido victoriosa.