La razón por la que Britney Spears llamó al 911 la noche antes de declarar
Las autoridades policiales se presentaron en la casa de la artista.
Tras la batalla legal entre Britney Spears y su padre para destituirlo como tutor de su fortuna, son muchos los detalles que siguen saliendo a la luz sobre la vida de la cantante y sus movimientos. La última de ellas es que la estrella del pop hizo una llamada al número de emergencias 911 la noche antes de prestar declaración en la Corte Superior de Los Ángeles, según The New Yorker.
El medio publica que las autoridades policiales se presentaron en la casa de la artista después de que ella denunciara por teléfono “ser víctima de abuso en el marco de su tutela”.
Tras la llamada, el equipo de la artista mostró su preocupación por cómo encarar la declaración de Spears al día siguiente, ante el desconcierto de este movimiento inesperado.
El 23 de junio la intérprete de Toxic testificó que “habían explotado su vida y que sentía ser “una esclava de su padre”, Jamie Spears, además de confesar sentirse “traumatizada” por su situación, que le habría afectado seriamente a su salud mental.
Por su parte, Jamie Spears se pronunció al respecto a través de su abogado, mediante el que transmitió lamentar “el sufrimiento de su hija” y confesó echarla de menos. Meses antes declaró a NBC News que “Britney está a salvo y nadie se aprovecha de ella”. “Nada le encantaría más que ver que Britney no necesita una tutela, pero cree que cada una de las decisiones que ha tomado han sido por su bien”, explicó su representante legal.
Britney Spears rompió su silencio para recuperar el control de su vida, que desde 2007 está bajo el dominio de su padre, después de que este alegara “demencia” cuando Spears aún no tenía ni 30 años. Sus fans han apoyado públicamente a la artista de 39 años desde 2020, con el movimiento #FreeBritney.
Sin embargo, de momento ha servido de poco. El juez denegó su petición para destituir a su padre como su tutor legal. El patrimonio de la estrella del pop, intérprete de icónicas canciones como Baby, one more time, seguirá en manos de Jamie Spears. Una cantidad estimada en 250 millones de dólares.
Por el momento, la estadounidense no podrá manejar su dinero —dispone de 1.500 euros semanales—, ni gestionar su carrera, ni conceder entrevistas cuyo guión previo no esté autorizado por su padre, entre otras cosas.
Tras las acusaciones de “trabajo forzado, terapia médica forzada, cuidado médico inadecuado o privación de derechos personales”, Jamie Spears ha solicitado que se investiguen las denuncias vertidas por su hija.
La cantante pidió perdón por “haberle dicho al mundo entero” que estaba bien y feliz siendo “mentira”: “He estado en estado de shock. No estoy feliz. No puedo dormir y estoy deprimida”.