La 'quíntuple' batalla del 2-D
Andalucía vota marcada por la incertidumbre de los pactos y la aparición de VOX. Toda España sentirá sus efectos.
España arranca este domingo un nuevo ciclo electoral. Puro vértigo en las urnas. Y lo hace en Andalucía, donde 6.541.748 personas deciden el futuro de su comunidad para los próximos cuatro años. Sus efectos se sentirán en todo el país, que se prepara para el 'superdomingo' del 26 de mayo (autonómicas, municipales y europeas) y siempre pendiente de un posible adelanto de los comicios generales por parte de Pedro Sánchez.
Precisamente los andaluces han sido llamados a las urnas anticipadamente después de la ruptura del pacto entre el PSOE y Ciudadanos. Unas elecciones marcadas por el desembarco de líderes nacionales en el sur -especialmente PP y Ciudadanos-, que se han tomado este 2-D como una primera vuelta de las elecciones generales. En una comunidad gobernada por el PSOE desde hace 37 años.
Las encuestas vaticinan un triunfo holgado de nuevo del PSOE, aunque la mayoría pronostican una bajada de escaños (actualmente tiene 47 en el Parlamento andaluz). Pero Susana Díaz espera tener una amplia mayoría sobre quien quede segundo (incluso de diez puntos), aspira a gobernar en solitario y lleva durante toda la campaña apelando a que no se bloquee a la lista más votada si no hay una suma alternativa.
Y es que casi todos los sondeos reflejan posteriormente un casi triple empate entre PP, Ciudadanos y Adelante Andalucía. Además, de la posible irrupción en el Hospital de las Cinco Llagas del partido de ultraderecha VOX, lo que sería su mayor logro electoral -hasta ahora solo ha conseguido 22 concejales y dos alcaldías-.
La batalla de la derecha: el ascenso de VOX
De hecho, la campaña se ha convertido en un brutal campo de batalla entre las derechas. En el PP hay muchos nervios por un posible sorpasso de Ciudadanos y la entrada de VOX. Casado se ha volcado estos días, eclipsando a su candidato, Juanma Moreno, y derechizando más el discurso del Partido Popular, con propuestas como la recentralización de la Educación y un discurso más duro contra la inmigración.
Ciudadanos también se ha escorado más a la derecha. Rompió ese matrimonio feliz con Díaz y ahora ha prometido que no piensa hacer con sus votos presidenta a la aspirante socialista. Y no rechaza los votos de VOX en caso de poder tener una mayoría alternativa. La campaña de Cs ha sido un desembarco de sus figuras nacionales, como Rivera, Inés Arrimadas, José Manuel Villegas o Fernando De Páramo. Todos reivindicando sus orígenes andaluces. No obstante, conforme han pasado los días no se ha notado especialmente ese tirón.
Lo que ha sorprendido a todos es la cantidad de gente que ha acudido a los mítines de VOX. Las encuestas más favorables les dan hasta cinco diputados. Es la primera gran prueba de la extrema derecha. PP y Cs no han sabido cómo enfocar este tema, intentando no citarles pero a la vez buscando frenarles con propuestas duras. VOX está empezando a calar con un mensaje contra la inmigración y con la recentralización de competencias. Con propuestas hasta que se joma jamón en los colegios aunque moleste a los islamistas. Hasta el momento España era, junto a Portugal, la excepción de un mundo occidental en el que la extrema derecha avanza desenfrenadamente. Parece que a partir de hoy esto va a empezar a cambiar.
¿Se entenderá la izquierda?
Díaz lleva ya días sacando el tema del partido de Santiago Abascal y se presenta como el dique de contención contra la extrema derecha, pidiendo principalmente a mujeres y jóvenes que la apoyen contra este fenómeno. En su opinión, es un partido "racista, xenófobo y que justifica la violencia contra la mujer". Su rival por la izquierda, Teresa Rodríguez (Adelante Andalucía) ha acusado precisamente a la socialista de hacerle campaña a VOX citándoles tanto.
A estas elecciones se presentan por primera vez en Andalucía juntos Podemos e Izquierda Unida bajo el paraguas de Adelante Andalucía. Una campaña que ha ido de menos a más, y que tiene serias posibilidades de quedar en segunda posición si la derecha se divide mucho. Unas de las grandes incógnitas es qué pasará al día siguiente, cuando empiecen los pactos necesarios, y si Teresa Rodríguez podría facilitar a Díaz en la investidura. Las dos han mantenido duros enfrentamientos durante estos tres años en la asamblea autonómica.
Tanto el PSOE como Adelante Analucía han querido hacer campaña en clave andaluza. Sánchez ha ido solo dos veces a actos con Susana Díaz. A tenero del CIS, los problemas de Andalucía serán el factor más determinante para votar. Una actitud muy diferente a Cs, por ejemplo, que ha catalanizado mucho sus actos criticando al PSOE por "negociar" en la cárcel los presupuestos.
Las repercusiones nacionales
Andalucía es el electorado más grande de España. Ganar allí, por ejemplo, en unas generales es necesario para llegar a La Moncloa. Estas son las primeras elecciones a las que se enfrenta Sánchez como presidente del Gobierno, y el resultado puede influir en la convocatoria a nivel nacional. Una de las grandes preocupaciones ahora mismo en el socialismo es que no se movilicen todos los suyos al creer que la victoria está asegurada. Esta comunidad es simbólica, pues siempre ha estado en manos del PSOE. La única en España.
Y también son las primeras para testar el 'efecto Casado', líder del PP desde el pasado mes de julio. Un mal resultado influirá mucho en el partido a partir del lunes, como han reconocido dirigentes de otras comunidades como Alberto Núñez Feijóo. El candidato local Moreno Bonilla es la segunda vez que se presenta y fue además un apoyo en las primarias de Soraya Sáenz de Santamaría. Una derrota sin paliativos puede ser su tumba política.
En la campaña hemos visto a Moreno Bonilla pedirle el voto hasta una vaca y a Casado haciendo una bandera con tomates en El Ejido, mientras que Teresa Rodríguez se presentaba como Khaleesi. Díaz ha confesado su miedo a que el partido del Betis baje la participación y los seguidores de Ciudadanos se han confundido hasta con la catedral de Córdoba... Argentina.
Este domingo les toca a hablar ya a los ciudadanos, a través de las más de 10.000 mesas dispuestas en 3.832 colegios electorales. Todo con un dispositivo amplio de seguridad con 19.112 agentes, entre miembros de la Guardia Civil, Policía Nacional y las policías locales.
El sur vota, toda España mira (y se prepara).