La policía griega vuelve a cargar en la frontera terrestre contra migrantes
pequeños grupos de migrantes y refugiados han intentado cruzar hacia Grecia junto al puesto fronterizo de Kastaniés.
Tras dos días de relativa calma la tensión ha vuelto a la frontera greco-turca, y a primeras horas de la mañana de este viernes las fuerzas policiales griegas han cargado con gases y cañones de agua contra migrantes que intentaban cruzar la verja.
Los incidentes han comenzado hacia las 07.30 horas, cuando pequeños grupos de migrantes y refugiados han intentado cruzar hacia Grecia junto al puesto fronterizo de Kastaniés.
Según han mostrado las imágenes de las televisiones locales, la policía griega los ha repelido con cañones de agua y gases lacrimógenos, operación que la parte turca ha contestado haciendo igualmente uso de gases.
En los últimos dos días, posiblemente debido al mal tiempo, los intentos de cruce hacia Grecia habían bajado algo, a pesar de que miles de personas siguen apostadas a lo largo de la frontera, ahora más dispersos que hace una semana cuando comenzó esta crisis, tras la suspensión de facto por parte de Turquía del acuerdo migratorio con la Unión Europea.
Según los datos ofrecidos por el Gobierno griego, el jueves la policía helena repelió la entrada a través de la frontera terrestre junto al río Evros de 1.871 personas. Al mismo tiempo, detuvo a ocho migrantes que lograron entrar en el país.
En total, desde el viernes pasado Grecia ha impedido la entrada de 36.649 migrantes y refugiados y ha detenido a 252. La mayoría de los detenidos, un 64%, eran afganos, seguidos de paquistaníes (19%) y turcos (5%). Tan solo el 4% eran sirios.
En la frontera marítima, la situación continuaba esta mañana relativamente calmada, aunque después de tres días sin ninguna llegada de botes a las islas del mar Egeo, el jueves por la tarde se registró el primer arribo a Lesbos.
El Gobierno ha prohibido la navegación de embarcaciones que no sean patrullas o buques mercantes en torno a las islas de Lesbos, Quíos y Samos.
El aviso a navegantes que ha entrado en vigor el lunes pero no salió a la luz pública hasta el jueves, tiene vigencia hasta el próximo día 12.
horas de la mañana de este viernes las fuerzas policiales griegas han cargado con gases y cañones de agua contra migrantes que intentaban cruzar la verja.
Los incidentes han comenzado hacia las 07.30 horas, cuando pequeños grupos de migrantes y refugiados han intentado cruzar hacia Grecia junto al puesto fronterizo de Kastaniés.
Según han mostrado las imágenes de las televisiones locales, la policía griega los ha repelido con cañones de agua y gases lacrimógenos, operación que la parte turca ha contestado haciendo igualmente uso de gases.
En los últimos dos días, posiblemente debido al mal tiempo, los intentos de cruce hacia Grecia habían bajado algo, a pesar de que miles de personas siguen apostadas a lo largo de la frontera, ahora más dispersos que hace una semana cuando comenzó esta crisis, tras la suspensión de facto por parte de Turquía del acuerdo migratorio con la Unión Europea.
Según los datos ofrecidos por el Gobierno griego, el jueves la policía helena repelió la entrada a través de la frontera terrestre junto al río Evros de 1.871 personas. Al mismo tiempo, detuvo a ocho migrantes que lograron entrar en el país.
En total, desde el viernes pasado Grecia ha impedido la entrada de 36.649 migrantes y refugiados y ha detenido a 252. La mayoría de los detenidos, un 64%, eran afganos, seguidos de paquistaníes (19%) y turcos (5%). Tan solo el 4% eran sirios.
En la frontera marítima, la situación continuaba esta mañana relativamente calmada, aunque después de tres días sin ninguna llegada de botes a las islas del mar Egeo, el jueves por la tarde se registró el primer arribo a Lesbos.
El Gobierno ha prohibido la navegación de embarcaciones que no sean patrullas o buques mercantes en torno a las islas de Lesbos, Quíos y Samos.
El aviso a navegantes que ha entrado en vigor el lunes pero no salió a la luz pública hasta el jueves, tiene vigencia hasta el próximo día 12.