Un ciudadano español de 32 años murió este miércoles a manos de la policía en la isla filipina de Siargao, confirmaron fuentes policiales que señalaron que el incidente se produjo durante una operación antidrogas.
Se trata de Diego Bello Lafuente, que residía temporalmente en Siargao, una isla situada 800 kilómetros al sureste de Manila y muy popular entre surfistas, donde tenía varios negocios relacionados con el turismo.
La policía filipina afirma que Bello era un “traficante de drogas de alto valor” que llevaba encima 10 gramos de cocaína y 30.000 pesos filipinos en billetes marcados (600 dólares) y valoró la acción como una “operación exitosa en la lucha contra las drogas”.
Bello fue trasladado al hospital, donde se confirmó su muerte, según el portavoz de la Policía Regional de Surigao del Norte, Reynel Serrano. “Fue una operación en legítima defensa”, apuntó Serrano, quien sostiene que Bello llevaba una pistola calibre 45 y disparó primero a los agentes.
La embajada de España en Filipinas está recopilando información sobre el suceso y no ha querido hacer ningún comentario sobre el que podría ser el primer español que matan en la sangrienta guerra contra las drogas en el país asiático.
Una guerra brutal
Organizaciones de derechos humanos han denunciado que la policía filipina falsifica pruebas para justificar ejecuciones extrajudiciales en la sangrienta guerra contra las drogas que comenzó hace tres años bajo el mandato de presidente Rodrigo Duterte.
Naciones Unidas y defensores de derechos humanos han criticado el clima de impunidad de la campaña antidroga en la que han muerto unas 30.000 personas, la mayoría en ejecuciones extrajudiciales a manos de la policía.
La policía ha admitido haber matado en redadas a unos 6.700 sospechosos, aunque alegan que todos ellos se resistieron al arresto.