La policía británica pide a más de 500 personas que laven sus pertenencias por precaución
Se trata de una medida de precaución por si estuvieron en contacto con el gas que envenenó al exespía ruso Sergei Skripal.
La policía británica ha pedido a más de 500 personas que estuvieron el pasado domingo en un pub y un restaurante de Salisbury (Inglaterra) que laven sus pertenencias como medida de precaución por si estuvieron en contacto con el gas nervioso que envenenó al exespía ruso Sergei Skripal.
Las fuerzas de seguridad han detectado trazas del agente químico que ha dejado en estado crítico a Skripal, de 66 años, y su hija, Yulia, de 33, en la pizzería Zizzi de la localidad inglesa y en el pub Mill, según ha revelado la BBC.
El consejo de limpiar sus pertenencias se aplica a todas las personas que estuvieron allí a partir de las 13.30 GMT del pasado domingo, cuando el agente doble ruso y su hija fueron encontrado inconscientes tras haber estado en ambos locales.
La asesora científica en asuntos médicos de las autoridades inglesas, Sally Davies, aseguró a la cadena pública que el riesgo para la salud de los ciudadanos es "bajo".
La policía aconseja a quienes pasaron por ese pub que laven a máquina la ropa que llevaron el pasado domingo para eliminar posibles restos de la sustancia que envenenó al espía.
Recomienda además que las piezas de ropa que no puedan lavarse a máquina se introduzcan por el momento en una doble bolsa de plástico.
Los teléfonos móviles, otros dispositivos electrónicos y los bolsos deben ser limpiados con toallas húmedas, que acto seguido deben ser introducidas en una bolsa de plástico y depositadas en la basura.
Objetos como joyas y vasos tienen que ser lavados con agua caliente y detergente, según esas recomendaciones.
Además del pub y el restaurante donde estuvo Skripal el domingo, así como su domicilio, la policía ha analizado la tumba de su esposa, Liudmila, que murió de cáncer a los 60 años en 2012.
Oficiales con trajes protectores retiraron asimismo flores del memorial dedicado al hijo del doble espía, Alexandr, que falleció por una insuficiencia hepática en San Petesburgo el año pasado, con 43 años, y cuyas cenizas se trasladaron al Reino Unido.