La peregrinación militar a Lourdes costó 73.000 euros al Estado
Esta es la respuesta que ha ofrecido el Gobierno a la pregunta registrada por la senadora andaluza de Podemos Maribel Mora.
La Peregrinación Militar Internacional a Lourdes (Francia) en la que participan militares, guardias civiles y curas castrenses cada mes de mayo, tuvo este año un coste de 73.000 euros paras las arcas públicas.
Esta es la respuesta que ha ofrecido el Gobierno a la pregunta registrada por la senadora andaluza de Podemos Maribel Mora, en la que instaba el Ejecutivo a dar detalles del coste de la 59ª edición de la romería desglosada por cuerpos.
Sin embargo, en ella consta una cifra única de 73.000 euros, una cantidad muy superior a la presupuestada en 2016, cuando la partida destinada a esta celebración alcanzó los 11.000 euros, según datos de la Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC).
En el escrito, el Gobierno también ofrece detalles de cómo se organiza la representación oficial que allí acude, que se regula mediante instrucción de la Subsecretaria de Defensa y se constituye por una autoridad militar, una autoridad del Arzobispado Castrense y personal del Ejercito de Tierra, Armada y Ejército del Aire.
Los orígenes de la peregrinación se remontan a 1948, cuando las naciones enfrentadas durante la II Guerra Mundial promovieron reuniones para favorecer la reconciliación y la paz entre ellas.
El primer encuentro se llevó a cabo ese año en Lourdes, donde posteriormente, en 1958, se institucionalizó y se convirtió en una cita de carácter anual.
Desde entonces, las autoridades francesas son quienes gestionan la organización de la peregrinación, proporcionando apoyo logístico en su territorio y preparando todos lo necesario para acoger a las 30 naciones invitadas, procedentes de todos los continentes.
España ha participado en el encuentro desde hace más de 40 años, en el que, además de debatirse cuestiones relativas con la paz y la seguridad internacional, se realizan actividades de ámbito social.
Al mismo tiempo que, dado que en sus orígenes hubo una alta participación de capellanes castrenses, paralelamente a las actividades del encuentro se llevan a cabo otras de carácter religioso, en las que la participación es voluntaria.