La pandemia de las fiestas cayetanas
Un vídeo en el Teatro Barceló reabre la polémica sobre las discotecas en tiempos de covid.
La pandemia no va con ellos. En octubre una fiesta ‘cayetana’ en pleno Barrio de Salamanca derivó en imágenes de jóvenes bailando sin mascarilla, sin distancia de seguridad y sin la más mínima preocupación por los miles de contagios por coronavirus que golpeaban Madrid. No se la perdieron Victoria Federica y su pareja, el DJ Jorge Bárcenas. Tres meses después, la historia se repite.
El jueves por la noche corrió por redes sociales un vídeo difundido por el periodista Miguel Frigenti, colaborador de Sálvame, de la mítica discoteca Teatro Barceló en el que se ve a decenas de jóvenes saltar, abrazarse y gritar como si la pandemia no existiera. En ambos casos, los vídeos los colgaron ellos mismos en sus perfiles de Instagram. Con España batiendo datos de contagios, hospitalizados y muertos, la fiesta no cesa para algunos privilegiados en Madrid.
La discoteca se vanagloria en su página web de las medidas de seguridad contra la covid que han puesto en marcha para “disfrutar con la máxima tranquilidad” y anuncian las sesiones de DJs, que se programan desde las 18 a las 22 horas, con el hashtag #BeCoolBeSafe. Las imágenes no son ni cool, ni seguras.
Ante la polémica generada, la sala asegura que se trató de un hecho puntual coincidiendo con el cierre del local. “Teatro Barceló reforzará las medidas internas necesarias que permitan garantizar que un hecho de estas características no pueda volver a producirse”, apunta.
Noche Madrid, la asociación de empresarios de ocio nocturno, ha respaldado a la discoteca. “El Teatro Barceló es un referente de la noche madrileña. El vídeo de nueve segundos refleja un hecho puntual, una reacción espontánea de un grupo del público. A continuación, se expulsó a 23 personas del establecimiento por no cumplir con las reglas de seguridad”, señala Vicente Pizcueta, portavoz de la asociación.
La discoteca favorita de Victoria Federica y Froilán
El Teatro Barceló, una de las salas de fiestas más conocidas de la capital, está ubicada en pleno centro de Madrid y suele estar frecuentado por jóvenes acomodados de ideología conservadora, a los que los madrileños llaman pijos.
Victoria Federica, la hija de la Infanta Elena, celebró su mayoría de edad en una fiesta en esta discoteca, organizada por su hermano Froilán. La última vez que se vio aquí a la sobrina de los reyes junto a su novio Jorge Bárcenas, Barce, uno de los DJ residentes de la sala fue el pasado 17 de diciembre. Victoria Federica no se quiso perder su reapertura, pues el local estuvo cerrado durante 10 meses desde que se decretó el estado de alarma. Ese día, se hizo con aforo reducido, con mesas y con reserva de entrada.
El local cuenta con un aforo máximo de 980 personas, aunque a mediados de 2019 intentó triplicarlo para alcanzar las 2.805 personas. La solicitud fue denegada por el Ayuntamiento de Madrid, un rechazo que le permitió seguir abierto a principios de marzo del año pasado cuando el Ministerio de Sanidad prohibió los eventos superiores a 1.000 personas.
El rey de la noche madrileña
No es la primera vez que el Teatro Barceló se ve envuelto en una polémica. La discoteca acogió a principios de marzo de 2019 el evento Cañas por España, organizado por las juventudes del partido de extrema derecha Vox. Los asistentes abuchearon la bandera del colectivo LGTBI, lo que provocó la marcha temporal de la fiesta Tanga! Party.
El dueño del Teatro Barceló, que fue hasta 2013 la archiconocida discoteca Pachá, es el empresario Pedro Trapote Avecilla (Valladolid, 1939), considerado el rey de la noche madrileña, que compró este local en 1996. Hace diez años, el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero le concedió la Medalla al Mérito Turístico, un reconocimiento que nunca había sido otorgada a un empresario de este sector.
Este vallisoletano está al frente del Grupo Trapote, que también es propietario de otros locales emblemáticos de la capital como la discoteca Joy Eslava —abierta en 1981— y la colindante chocolatería de San Ginés. Este grupo cuenta con el apoyo de la cadena hotelera Barceló, que actúa como partner.
Trapote es cuñado del expresidente del Gobierno Felipe González, con el que mantiene una excelente relación. La mujer del político socialista, Mar García Vaquero, es hermana de la mujer de Trapote, Begoña García Vaquero.
Debido a la avanzada edad del empresario, la gestión del día a día del Teatro Barceló la lleva Pablo Trapote, uno de los cinco hijos del empresario, fruto de un anterior matrimonio con la venezolana Gisela Vethencourt.
‘Tardeo’ desenfrenado y discotecas abarrotadas
Con la entrada en vigor de restricciones horarias el ‘tardeo’ ha comenzado a popularizarse en zonas de la capital como Ponzano, Salamanca o Ibiza. La ya famosa fiesta cayetana del puente del Doce de octubre, un claro ejemplo de ′tardeo’, se celebró en La que se lía, una discoteca integrada en la cervecería La Lianta, situada en la calle María de Molina y que forma parte del Grupo Lalala.
El ascenso de este grupo de restauración desde que nació en diciembre de 2015 ha sido meteórico hasta alcanzar los 17 locales, algunos abiertos en plena pandemia. Entre ellos hay restaurantes, cervecerías y salas de fiesta que siguen celebrando eventos. Los fundadores son Miguel Nicolás, hermano de Fernando Nicolás, fundador del grupo de restauración Larrumba e íntimo de Alonso Aznar, y Luis Torremocha, inseparable de Victoria Federica y Froilán.
Torremocha también es relaciones públicas del Festival Starlite, en Marbella. El evento, que se alarga durante toda la temporada estival, es un punto de encuentro para famosos y miembros de la jet set que veranean en la ciudad andaluza. El pasado verano fue noticia por un concierto del grupo Taburete en el que el cantante Willy Bárcenas, hijo de Luis Bárcenas, gritaba “ni una puta mascarilla” al público. Entre los asistentes tampoco había distancia de seguridad.
En la ya famosa fiesta que se celebró en octubre pinchaba Adrián Lozano, DJ de cabecera del grupo, junto a Jorge Bárcenas, que también es habitual en estas sesiones de ′tardeo’. Basta con echar un vistazo a sus stories de Instagram para saber que esta fiesta no es un caso aislado y que lo que se vende como una reinvención del ocio nocturno guardando las distancias y con mascarillas no es tal.
Lozano y Bárcenas son habituales en restaurantes que ahora ofrecen sesión DJ como Marieta (grupo Larrumba), La Mamona de Canalejas (grupo Lalala) o Panthera, situado en el barrio de Almagro. Lozano, que es DJ residente del grupo Lalala y del festival Starlite, también se vio envuelto en la polémica en junio, cuando se encargó de amenizar una velada en la terraza del centro comercial ABC de Serrano, donde los asistentes bailaron sin mascarilla y compartieron cachimba. Entre ellas sí estaba de nuevo Victoria Federica.
En Serrano también está la discoteca Blackstar, donde el pasado domingo Zayra Gutiérrez, la hija de Guti y Arancha de Benito, disfrutó de nuevo de una noche de desenfreno sin respetar las normas sanitarias. La joven celebró a finales de diciembre una multitudinaria fiesta de cumpleaños en su casa de Boadilla del Monte sin distancia, sin mascarillas y superando ampliamente el número de seis personas permitidas en reuniones sociales. Los propios asistentes lo desvelaron en Instagram con vídeos ilustrados con frases como “nos encantan las pandemias”.
Sálvame demostró este lunes que Gutiérrez es reincidente ya que además de irse de fiesta este domingo, la joven también celebró la noche de Reyes en otra conocida discoteca de la capital, Tiffany’s, situada en El Viso, uno de los barrios más ricos de Madrid. La distancia y las mascarillas también brillaron por su ausencia entonces.
Por qué siguen abiertas las discotecas
Aunque el tardeo lleva en boga desde que se relajaron las medidas en verano, las discotecas han estado cerradas desde marzo hasta hace escasos meses en la Comunidad de Madrid. El pasado 15 de octubre el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso permitió que este tipo de locales pudieran prestar servicios de hostelería y restauración con el objetivo de que pudieran paliar el impacto económico derivado de la pandemia. Gracias a este cambio, muchas salas de fiesta están abiertas en Madrid a diferencia de lo que ocurre en el resto de España.
Si quieren abrir deben hacerlo sujetos a una serie de normas entre las que se incluyen no utilizar la pista de baile, donde se deben colocar mesas, guardar la distancia de seguridad y mantener la mascarilla en todo momento excepto para beber o comer. A la vista de las imágenes de lo que sucedió el jueves en el Teatro Barceló o del panorama de las discotecas que frecuenta Zayra Gutiérrez, se puede decir que no siempre se cumple con la normativa.
Mientras España se contagia, los cayetanos bailan.
Comunicado del Teatro Barceló. by Edu Loren García on Scribd