La odisea de 'Soul'
Todo lo que ha ocurrido con la película de Pixar hasta su estreno en Disney+.
Tras cinco años en producción y uno dando tumbos con las fechas de estreno, Soul ya brilla en pantalla. La nueva película de Pixar —la primera con un protagonista afroamericano— dirigida por Pete Docter (Del revés) se puede ver en Disney+ a partir de este viernes 25 de diciembre. No tiene cargo adicional para los suscriptores.
Hasta llegar aquí, Soul ha vivido una auténtica odisea. La película no pudo celebrar su premiere en el Festival de Cannes antes del verano debido a la pandemia, y el coronavirus forzó también el retraso de su estreno en dos ocasiones. Eso ha generado que sea uno de los títulos más esperados del año.
Su llegada a España estaba prevista para el 7 de agosto (en Estados Unidos para junio), después se decidió que llegase a las salas el 20 de noviembre y, por último, ni eso: la gran apuesta de Pixar para 2020 se estrena directamente en streaming, sin pasar por cines.
Esto hace que el futuro de las salas sea cada vez más incierto, de la misma forma que podría contribuir a un cambio en el negocio de la industria, teniendo en cuenta que Warner va a estrenar simultáneamente en cines y en HBO Max y que Disney hará lo mismo con buena parte de sus títulos.
Lo que ‘Soul’ puede hacer por Disney
Además de ser su gran estreno del año, Soul significa mucho más para la factoría, a la que el lanzamiento de Mulán le dio muchas pistas para saber cómo actuar con esta nueva película.
Mulán en acción real fue el primer título en aterrizar directamente en el streaming. Al contrario que con Soul, para verla no bastaba con ser suscriptor de Disney+, sino que había que pagar 21,99 euros más. Mulán, que se estrenó en septiembre, tuvo una recaudación en taquilla más que discreta (70 millones de dólares), y en la plataforma se embolsó 33,5 millones de dólares. La producción de la película costó 200 millones.
No salió en principio rentable, pero en apenas dos meses desde su estreno, Disney+ sumó un 18% más de suscriptores. Ya ha superado el mínimo previsto para 2024, con 73 millones a nivel global, mientras que las salas de cine ven cómo están bajando los espectadores, incluso habiendo proyectado títulos tan esperados como Tenet.
Todo es cuestión de estrategia. Si el lanzamiento de Mulán sirvió para testar hasta dónde puede llegar un estreno en la plataforma pagando un dinero a modo de ‘entrada’, el de Soul es la forma de analizar cómo responden los suscriptores, es decir, si aumenta la actividad en la plataforma o el número de registros de nuevas cuentas. La ventaja de esta maniobra es que el largometraje pueda llegar a todo su público.
Aunque los cines sean lugares seguros en pandemia, han salido muy damnificados y temen que las compañías puedan conseguir recaudar con las plataformas lo suficiente para cubrir la inversión en producción, sin necesidad de gastar dinero en distribución y exhibición. Es decir, que este tipo de jugadas sean la puntilla final a un sector que vive una crisis constante.
Además, el estreno de la película únicamente en streaming no va a dificultar su camino a los Oscar. Hasta ahora, para que un título de una plataforma pudiera optar a una estatuilla debía estrenarse también en salas, aunque fuesen producciones propias como El Irlandés, Roma o Historia de un matrimonio (Netflix). Sin embargo, tras las modificaciones de las bases por parte de la Academia para afrontar la crisis de la industria derivada de la pandemia, ya no es necesario.
La odisea creativa de ‘Soul’
Si estrenarla ha sido una odisea, también lo ha sido crearla. Soul se ha modificado varias veces desde que se concibió en 2014. La factoría la rediseñó durante el proceso de producción. En principio estaba ideada como una película de atracos en la que los personajes también eran almas, como reveló la supervisora Kirsten Lester a eCartelera.
Finalmente, la historia es otra muy distinta. Soul habla de Joe Gardner (Óscar Flores), un profesor de música que tiene la oportunidad de tocar en el mejor club de jazz de la ciudad. De repente se ve en las calles de Nueva York y, tras sufrir un accidente, llega a ‘El más atrás’, un lugar en el que las almas adquieren su personalidad antes de ir a la Tierra.
Joe quiere recuperar su vida y une fuerzas con otra alma, 22 (Xóchitl Ugarte), que no se siente interesada por la vida humana. El músico intenta demostrarle que está equivocada.
El largometraje tiene una puntuación del 100% en Rotten Tomatoes, el máximo posible. Las críticas se refieren a ella como “una de las mejores películas de Pixar de los últimos tiempos” (IndieWire) o “la mejor versión de la factoría” (The Independent).
La primera de Pixar enteramente adulta
Ese giro de guión también ha abierto otro abanico de posibilidades para que la cinta de animación no la disfruten sólo niños y familias, que son los espectadores habituales de las salas en un estreno de Navidad. Se le considera la primera película enteramente adulta de Pixar, como confirmaron los directivos en la expo anual Disney D23.
Habla del alma, de la muerte, aborda si hay un más allá, traslada el mensaje de aprovechar la vida al máximo. Sin embargo, aunque aborde temas que requieran de cierta madurez para asimilarlos, es a la vez una historia fácil de seguir, con golpes de humor, con personajes carismáticos y con una potencia visual hipnótica, especialmente para los más pequeños.
Tampoco puede decirse que la temática sea una excepción. A fin de cuentas, el argumento sigue la estela de todas las películas de Pixar, que ha tratado asuntos como la paternidad en Los Increíbles o Buscando a Nemo; la vejez en Up; o sobre la preadolescencia en Del revés.
De hecho, todos los títulos de la factoría se centran en las emociones: qué pasaría si los juguetes tuvieran sentimientos (Toy Story), si los tuvieran los robots (WALL-E), si los tuvieran los bichos o los monstruos (Bichos y Monstruos S.A.)... Y todas han atrapado a niños, jóvenes y adultos.
La música de la polémica
A pesar de las buenas críticas, Soul no ha estado exenta de polémica. Algunos expertos cinematográficos han afeado la música de la película. Han lamentado que “el soul real” no tenga suficiente presencia en una cinta que se llama, precisamente, Soul.
“Podrían haber hecho que el mismo Jamie Foxx [actor de doblaje en la versión en inglés] suministrara música. Pixar podría haber llamado a su nueva estrella, Beyoncé. En realidad, las posibilidades son infinitas para los compositores afroamericanos”, escribió el periodista Roger Friedman.
Disney ha escogido a Trent Reznor y Atticus Ross (que han colaborado en La red Social y en Mank) para componer las melodías más modernas del mundo de las almas y a Jon Batiste (Travesía musical) para componer las de jazz.
Soul es uno de los escasos títulos potentes que quedaban por estrenar este año, además de ser la segunda cinta de Pixar en 2020, después de Onward, que se dio de bruces con la realidad en Estados Unidos. Apenas una semana después de su estreno, el 6 de marzo, la pandemia forzó el cierre de las salas y sus posibilidades de convertirse en un taquillazo se esfumaron. Onward —la película sobre dos hermanos elfos que buscan algo de magia en el mundo para pasar un último día con su padre fallecido— ya forma parte del catálogo de Disney+.
Esta vez Disney ha sido más conservador y no ha arriesgado. El batacazo de Onward también le ha servido para tomar la que puede ser su gran decisión de 2020. Todo apunta a que ganarán con esta estrategia y sumarán nuevas suscripciones con la música de Soul sonando únicamente en casa.