La noche en la que Javier Bardem conquistó al mundo
El actor español se convirtió en protagonista inesperado de los Oscar.
Javier Bardem no es santo de la devoción de muchos espectadores. El intérprete no suele ser especialmente simpático ni suele dar lugar a muchas bromas o gestos cómplices con el público.
Su aparición en los Oscar, a los que ha acudido para entregar el premio a Mejor película de habla no inglesa, le ha servido para redimirse y demostrarle no solo a los españoles, sino al mundo entero, que no es tan antipático y que incluso sería buen compañero de fiesta.
El intérprete empezó fuerte. Llegó a la alfombra roja sonriente y cuando Cristina Teva, la reportera de Movistar + a las puertas del Teatro Dolby de Los Ángeles, le entrevistó dejó claro que tenía muchas ganas de fiesta.
Primero comenzó bromeando con que le gustaría trabajar con Cuarón, y de ahí que le diga constantemente que no le gusta nada Roma, y después mandó un mensaje a cámara sin perder el sentido del humor. "Amigos, no os emborrachéis. Mamá, acuéstate. No, es broma, no te acuestes", dijo riéndose.
Bardem demostró nada más empezar la ceremonia que el Teatro Dolby también se puede convertir en un bar cualquiera en una noche de fiesta con amigos. Solo con verlo bailando al ritmo de We Will Rock Youdurante la actuación de Queen y Adam Lambert podemos intuir que disfrutará al máximo de la fiesta tras la gala.
El actor entregó el premio a Mejor película de habla no inglesa y, antes de dárselo a Roma, pronunció un discurso en español en el que recalcó la importancia de los idiomas en el mundo. "No hay fronteras, no hay muros que frenen el ingenio y el talento", arrancó el intérprete. "En cada región, en cada país, en cada continente del mundo hay historias que nos conmueven y esta noche celebramos la excelencia y la importancia del idioma en diferentes países", concluyó.
"No hay fronteras o muros para restringir el ingenio y el talento".