La noche de los héroes inesperados: el 'Dibu' salva a Argentina y Livakovic hace llorar a Brasil

La noche no iba de ellos. Todos hablaban de Messi, de Neymar... Algunos andaban incluso imaginando (y diseñando) cómo quedaría la sexta estrella en el pecho de la canarinha. Y los dibujos, un elogio en lo que de aprovechar un espacio reducido se trata, igual sirven pero no para este año. Porque Brasil, la todopoderosa Brasil, ha pasado del baile al lloro. Croacia ha logrado la machada y se mete en semifinales con una figura que no deja de agigantarse, su portero Livakovic. El primer héroe inesperado de este viernes.

El otro llegaría cerca de las once de la noche (hora española), ya madrugada en Qatar. Se llama Emiliano ‘Dibu’ Martínez, un clásico en cuanto a lanzamientos de penaltis se trata. Y en esa suerte que condenó a Brasil, él elevó a Argentina. Una Argentina que venía lanzada por el Messi líder que necesita y que se ‘dejó’ empatar en el 111′ (sí, 111′). Pero en la suerte suprema apareció heroico su portero.

Croacia 1 (4) - 1 (2) Brasil

A ver quién le dice ahora a Neymar que ha hecho historia. Con su golazo ha igualado a Pelé como máximo anotador de la mejor selección de la historia (hablan los números). Pero ni él ni sus compañeros se esperaban que esa belleza de tanto acabaría siendo una simple cuestión estadística. Neymar se lleva su récord a casa antes de tiempo.

La culpable de todo esto ha sido Croacia. Un ejemplo de cómo resistir a Brasil. Primero con Modric como líder y, ya en la segunda parte, con ese muro llamado Livakovic, que va para portero estrella del Mundial. Y eso que aún no había dado lo mejor de sí. Brasil, enfrente, coleccionó ocasiones para abrir el marcador, pero cuando el partido no les va de cara son otro equipo.

Eso sí, son otro equipo pero con talento en tamaño extragrande. En un arrebato de genialidad ya en la prórroga. Neymar combinó con varios compañeros en una pared vertical hacia la portería. Y resolviendo como muy pocos podrían, ‘pisadita’ incluida, hizo el 0-1. Todo parecía resuelto, pero Croacia aún guardaba un zarpazo de Petkovic, con un punto de suerte. Eso también vale y el partido se iba a penaltis.

En ellos apareció el ‘héroe’ del día de Japón. Si entonces paró tres, hoy sumó ‘solo’ uno, el primero que desniveló la tanda. Croacia no falló; Brasil, tan todopoderosa, sí. Rodrygo y Marquinhos certificaron el doloroso adiós de Tité, que dimitió poco después.

Países Bajos 0-2 Argentina

Argentina es un compendio de sensaciones. De la excesiva autosuficiencia inicial mostrada pasando por la ansiedad de un equipo contra las cuerdas, a la montaña rusa de este viernes.

Porque en un partido planteado con miedo por ambas partes, y hasta con el mismo dibujo táctico, bastó una genialidad de Messi para romperlo. Un pase magistral habilitó a Nahuel Molina, que con habilidad hizo el 0-1 poco antes del descanso. Van Gaal no daba con la tecla de cómo abordar la zaga argentina. Tampoco aparecía el hasta ahora inspirado Cody Gakpo. Ni siquiera en una segunda parte que pintaba a plomo hasta que un error tonto en defensa neerlandés regaló un penalti.

Messi, muy agradecido él y con tooooda la calma del mundo, hizo el 0-2.  Entonces y solo entonces salió el nervio de Países Bajos. Ya con todo perdido y sin nada que guardar atrás, Weghorst puso el 1-2 con un gran cabezazo. El asedio duró hasta el 111′, en una jugada estratégica para la historia, una falta sacada rasa y en corto desde la frontal del área la cazó otra vez Weghorst. La locura y el 2-2.

No hubo arreón holandés subidos a la ola de su subidón y la prórroga tuvo dos mitades. Sí, es una obviedad, pero tiene sentido. En la primera se calmaron los nervios tras el jaleo y en la segunda pudo pasar literalmente de todo, hasta el último segundo, con un lanzamiento de Enzo Fernández al poste. Pero la cosa iba de penaltis hoy y no podía terminar de otro modo

Y en ellos, un compendio de fallos, los que acertaron fueron Messi, Lautaro y quien se coronó fue el ‘Dibu’ Martínez.

El martes se medirán los dos protagonistas de hoy, Livakovic-Dibu. Los dos héroes inesperados.