La niña a la que Trump quiso hacer dudar sigue creyendo en Papá Noel
Obviamente, la pequeña Collman tenía razón, por eso dejó comida para Santa y por eso recibió sus regalos...
Donald Trump, alias el grinch naranja de la Navidad, no ha podido con la ilusión. Collman Lloyd, la niña con la que habló el presidente de EEUU en la víspera de Nochebuena y a la que trató de hacer dudar (menuda tontería) sobre la existencia de Papá Noel, sigue creyendo en el abuelete del norte como el primer día.
Este lunes, el republicano participó junto con la primera dama, Melania Trump, en las tradicionales llamadas telefónicas que se organizan para los niños, en los que comentan la ruta que sigue Santa Claus durante su viaje anual de regalos por el mundo. Estuvo conversando con varios chavales, sin problemas, hasta que le tocó el turno a Collman, de siete años. Como si Papá Noel acaso no existiera, le dijo a la chiquilla: "¿Cómo estás? ¿Cuántos años tienes? ... ¿Te va bien en la escuela? ¿Sigues creyendo en Santa? Porque a los 7 ya no es algo habitual, ¿no?". Ella simplemente respondió: "Sí creo, señor". Entonces, Trump se despidió diciendo: "Bueno, que lo disfrutes".
Ahora se ha desvelado un vídeo en el que se ve a la niña al otro lado, reaccionando a la llamada. Por suerte, Collman no reparó demasiado en la argumentación del presidente y hasta ha reconocido que no había escuchado nunca la palabra "marginal", que fue la que usó Trump.
Collman había llamado el lunes al programa de rastreo de Santa Claud del NORAD, para verificar la ruta de entrega de. NORAD es el North American Aerospace Defense Command, es decir, el Mando Norteamericano de Defensa Aeroespacial.
En entrevista con el Post and Courier de Charleston, la pequeña dijo que el científico que le respondió el teléfono en NORAD le preguntó a Collman si le gustaría hablar con el presidente. No se suele hacer público a quién llaman desde la Casa Blanca en esta iniciativa, pero tras la polémica, la familia ha difundido los datos, para contar que Collman, su hermana de 10 años y su hermano de cinco dejaron galletas y leche con chocolate para Papá Noel en la noche del 24 de diciembre. En la mañana del domingo, no había ni rastro de la comida, pero sí había regalos bajo el árbol.
Lógicamente, Collman estaba en lo cierto y Trump, de nuevo, equivocado.