La movilización contra la Mesa de Diálogo reúne a solo cerca de 50 personas
La protesta estaba convocada por la CUP y otras organizaciones de la izquierda independentista.
La movilización convocada por la CUP y otras organizaciones de la izquierda independentista en contra de la Mesa de Diálogo ha reunido este miércoles solo a una cincuentena de personas cerca de la plaza Sant Jaume de Barcelona.
Bajo el lema “Ni pactos, ni renuncias. ¡La lucha es el único camino!”, la CUP, Arran, Alerta Solidària y otras organizaciones de la izquierda independentista habían convocado una concentración en la plaza Sant Jaume para protestar por la reunión de la mesa de diálogo en el Palau de la Generalitat.
El dispositivo de seguridad de los Mossos d’Esquadra en torno al Palau de la Generalitat, donde se han reunido el presidente catalán, Pere Aragonès, y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, antes de la reunión de la mesa de diálogo- ha impedido a los manifestantes acercarse a la plaza Sant Jaume.
Los manifestantes, entre los cuales se encontraban los diputados de la CUP en el Parlament Xavier Pellicer y Basha Changuerra, se han concentrado en el cruce entre la calle Ferran y la Rambla, desde donde han avanzado hacia la línea policial, en la calle Avinyó, coreando lemas como “Independencia o sumisión”, “ERC y JxCat, la paciencia se ha acabado” o “Ni Francia ni España, Países Catalanes”.
Lluc Gayà, portavoz de Endavant, organización integrada en la CUP, ha denunciado que está en marcha “una operación para reformar el Estado” que cuenta “con el beneplácito de los gobiernos autonómicos” y de ERC.
Sentarse a una mesa “en la que no se habla de autodeterminación, de amnistía, de referéndum, es beneficiar a la vía de la reforma del Estado”, ha agregado.
“El objetivo es el mismo: silenciar la lucha independentista”
Por su parte, la portavoz de Arran, organización juvenil vinculada a la CUP, Marina Gispert, ha acusado al Estado de haber ido a la mesa sin “voluntad de negociar”.
“Aunque hagan ver que quieren dialogar y que se quieren sentar a hablar sobre el proceso independentista, sabemos que el objetivo es el mismo: silenciar la lucha independentista y hacernos creer que todo lo que empezamos en las calles se puede cerrar en una conversación de despachos”, ha apuntado Gispert.