Los pescadores británicos viven desde hace días una “tormenta perfecta” llamada Brexit. 2021 ha sido (por fin) el año en que Reino Unido se ha separado oficialmente de la Unión Europea. Y aunque muchos sectores, entre ellos el pesquero, defendieron esta separación como una buena noticia, ahora no les hace tanta gracia.
Se calcula que, desde el 1 de enero, la industria pesquera británica ha estado perdiendo un millón de libras al día (más de 1,1 millones de euros) por los retrasos en la exportación, debidos a la cantidad de papeleo y burocracia necesarios para poder vender pescado a países europeos (ahora que Reino Unido ya no forma parte de la UE).
Los pescadores están “furiosos”, y más después de que la subsecretaria de Estado de Ganadería y Pesca, Victoria Prentis, haya reconocido que no se leyó el acuerdo comercial alcanzado el 24 de diciembre porque estaba “muy ocupada” con las preparaciones navideñas de su pueblo.
El miércoles pasado, durante una comisión en la Cámara de los Lores, preguntaron a Prentis si no se quedó boquiabierta al ver el acuerdo el mismo día de Nochebuena. Ella respondió: “No, el acuerdo llegó cuando todos estábamos muy ocupados con la Navidad, en mi caso, organizando la ruta local del Belén”.
El primer ministro británico, Boris Johnson, ha asegurado que mantiene su confianza puesta en Prentis, mientras que la oposición del Partido Nacional Escocés (SNP) ha pedido su dimisión.
Prentis admitió que “las cosas ahora están complicadas” con las exportaciones, pero que su equipo estaba “trabajando duro” para resolver la cuestión.
Mientras los pescadores amenazan con tirar el pescado podrido sin vender frente a la residencia de Boris Johnson, el Gobierno británico trata de calmar los ánimos y ha prometido compensaciones, a la espera de poder resolver el tema del papeleo. No obstante, la encargada de Pesca ya ha empezado a rebajar las expectativas.
“Hemos soñado demasiado”
“Creo que el acuerdo es bueno para Reino Unido en términos de pesca, pero también es cierto que, como industria, a veces hemos soñado demasiado y hay que decir que en algunos casos no conseguimos todo lo que pedimos”, señaló Prentis cuando reconoció que no leyó el texto del acuerdo hasta después de Navidad.
Otros colegas suyos están incluso menos preocupados que ella. En plena polémica por las pérdidas del sector pesquero, el diputado conservador Jacob Rees-Mogg quitó hierro al asunto y animó a quedarse con ‘el lado bueno’: que “los peces están ahora más contentos” porque son británicos, según él.
Hemos recuperado a nuestros peces. Ahora son peces británicos, y están mejor y son más felices por ello
El presidente de la Cámara de los Comunes, el laborista Lindsay Hoyle, tuvo que intervenir para aclarar que “obviamente, de esto no tenemos evidencia”.
Las cosas de Boris Johnson
Manejando una grúa durante una visita a las obras de un puerto en Blackpool
Efectivamente, dentro de un caza de las fuerzas aéreas británicas (RAF)
Podría ser una foto más, pero se trata de una visita al centro de control donde se estaba construyendo una central nuclear
Quizás no era la mejor forma de posar durante su visita a la India.
En su visita a la India aprovechó para saludar a una deidad
Si hace falta pinta él las líneas del campo de juego, como en esta visita al césped del Bury FC
A los mandos de un brazo robótico, echando una mano durante una visita a un centro de FP de Burnley
Johnson, haciendo algo extraño con las manos durante una conexión en directo con el presidente ucraniana, Volodímir Zelenski
Johnson disfrutando de los cuadros del Museo de Prado antes de la cena de líderes por la Cumbre de la OTAN en Madrid
Están todos contados, Boris. Y conocemos el catálogo del British Museum
'¿El parecido es razonable?'. Fuera bromas, es un retrato de la reina de Inglaterra.
Y sí, el retrato lo hizo él.
No estamos seguros de si está preguntando si lo tienen en un tamaño más grande, pero este es un momento de su visita a una fábrica militar en Belfast
¡No, por favor! Decidnos que eso está descargado.
Ojalá supiésemos qué le ha dicho este niño de una escuela de Kent a Boris Johnson
Johnson, en la misma visita a la escuela de Kent, pero tras 'pasar de curso'
Una auténtica rareza en su carrera política, en esta imagen está dimitiendo
Johnson en una fotografía tomada el 13 de noviembre de 2020, durante la pandemia, en lo que aseguró que era una "reunión de trabajo"
Johnson, ayudando a un estudiante de fontanería de un centro de Blackpool con las medidas de un tubo
Johnson, en el mismo centro educativo, pero esta vez poniendo su granito de arena para terminar un muro
A punto de embarcar hacia Kiev para visitar al presidente ucraniano, justo después de que saliese publicado el informe del 'partygate'
Vale, en esta no sale Johnson, pero esta es la cara del gato Larry (la mascota de Downing Street) el mismo día en que Boris dimitió
Johnson, a punto de cortar un pepino recogido de una granja de Cornwall por él mismo. Y bajo la atenta mirada de preocupación de su acompañante.
Johnson, visiblemente satisfecho por la producción británica de brécol.
Johnson, durante una visita a una escuela de Kigali (Ruanda) y, al parecer, es el único que no sabe la respuesta a la pregunta.
Las mil caras (y gestos) de Boris Johnson. Un personaje popular y populista que ha dejado no pocas imágenes 'sui géneris'. Y es que jugando a la cuerda con traje, corbata y zapatos la cosa pintaba fea.
Johnson, ¿dejándole paso? al canciller federal alemán Olaf Scholz en un paseo durante la última reunión del G7
Johnson, nada agobiado por la presencia de periodistas antes de aterrizar en Madrid para asistir a la Cumbre de la OTAN 2022
No solo se le ve practicando deportes, también (hace que) trabaja, como en esta imagen.
Un poco de "running" con bermudas de playa. Peligrosa mezcla.
En su etapa de alcalde de Londres se implicó mucho en promocionar deportes como el rugby de cara a los Juegos Olímpicos. Quizá demasiado. Pobre niño...
Pero en un plano más "serio", fue uno de los grandes referentes de la campaña por el "Sí al Brexit". Por supuesto, su campaña fue "a lo Boris Johnson".
En cualquier lugar y con cualquier objeto: a la salida del bus promocional para el "Vote Leave" contra la permanencia de Reino Unido en la Unión Europea.
No sabemos si es fan de Pink Floyd, pero aquí hizo un guiño a su "Another brick in the wall".
Otro momento deportivo; ahora toca cricket.
Y con la vuvuzela, que tan popular se ha hecho en los últimos mundiales de fútbol.
Si tenía que mojarse por un tema, lo hacía. Literalmente.
Otro momento rugbístico en una sesión de "entrenamiento" grupal.
Un gesto de extraña explicación en plena comparecencia.
Su look con ese flequillo despeinado a veces le ha jugado malas pasadas.
Indefinible.
¿Un remake de "Los gemelos golpean dos veces"?
Si es lo que parece, el voleibol paralímpico no se le da muy allá.
Rugby, voleibol, atletismo... y un poco de tenis, como en este partido benéfico en Queen's.
Cuando estaba a un paso de ser el primer ministro británico, parecía haberse vuelto más "formalito". Aunque con Boris nunca se sabe.
Cuando estaba a un paso de ser el primer ministro británico, parecía haberse vuelto más "formalito". Aunque con Boris nunca se sabe.
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Visitó la India y esta foto era absolutamente inevitable
Las mil caras (y gestos) de Boris Johnson. Un personaje popular y populista que ha dejado no pocas imágenes 'sui géneris'. Y es que jugando a la cuerda con traje, corbata y zapatos la cosa pintaba fea.
En su etapa de alcalde de Londres se implicó mucho en promocionar deportes como el rugby de cara a los Juegos Olímpicos. Quizá demasiado. Pobre niño...
Pero en un plano más "serio", fue uno de los grandes referentes de la campaña por el "Sí al Brexit". Por supuesto, su campaña fue "a lo Boris Johnson".
En cualquier lugar y con cualquier objeto: a la salida del bus promocional para el "Vote Leave" contra la permanencia de Reino Unido en la Unión Europea.
Marina Velasco Serrano es traductora de formación y periodista de vocación. En 2014 empezó a trabajar en 'El HuffPost' como traductora de inglés y francés en Madrid, y actualmente combina esta faceta con la elaboración de artículos, entrevistas y reportajes de sociedad, salud, feminismo y cuestiones internacionales. En 2015 obtuvo una beca de traducción en el Parlamento Europeo y en 2019 recibió el II Premio de Periodismo Ciudades Iberoamericanas de Paz por su reportaje 'Cómo un Estado quiso acabar con una población esterilizando a sus mujeres', sobre las esterilizaciones forzadas en Perú. Puedes contactar con ella escribiendo a marina.velasco@huffpost.es