La loca historia de un cuadro de Picasso vendido para huir de los nazis
Aunque la familia quiere recuperarlo, se lo va a quedar el Met de Nueva York.
Una jueza de Nueva York ha decidido que el Museo Metropolitano de Arte (Met) se quede el cuadro de Pablo Picasso que vendió un empresario judío alemán durante la Segunda Guerra Mundial.
El empresario judío, Paul Leffmann, había presentado una demanda contra el museo por no devolverle la obra The Actor. Alega que fue dueño del cuadro del pintor español entre 1912 y 1938, año en que la vendió por 13.200 dólares para financiar su salida de Italia tras haber huido de la Alemania Nazi.
Leffmann vendió también su casa y sus negocios en Italia antes de partir a Suiza con su esposa. El museo neoyorquino recibió en 1952 la obra como donación.
La jueza Loretta Preska, de la fiscalía federal en Manhattan, considera "insuficiente" el argumento del administrador del patrimonio de Alice Leffmann (viuda de Paul), y cree que no prueba que el empresario se viera coaccionado por las circunstancias a vender la pintura.
En su opinión, la demanda no logra demostrar que haya existido "amenaza" o "daño específico" para Leffmann, más allá de la persecución indiscriminada del fascismo, que le obligara a vender la pieza.
La obra, que se estima que fue realizada entre 1904 y 1905, fue prestada al Met en 1939 por el marchante de arte Paul Rosenberg, uno de los que compró el cuadro, que exigió al museo que fuera asegurada por 18.000 dólares.
Posteriormente, el cuadro fue adquirido en 1941 por Thelma Chrysler Foy por 22.500 dólares, quien lo donó al museo neoyorquino en 1952, donde permanece hasta ahora.
El Met se ha mostrado complacido con la decisión de la jueza, que establece "claramente" que la pintura nunca estuvo en manos de los nazis y nunca fue vendida o transferida como resultado de la coacción, según el New York Times.
El diario añade que Howard Spiegler, uno de los abogados del patrimonio de los Leffmann, señaló que su cliente intenta apelar la decisión de la jueza Preska.