La Laguna espera que la lava no sepulte el barrio, tras la unión de las dos coladas
El cono del volcán ya ha alcanzado los 200 metros.
El barrio de La Laguna, de los Llanos de Aridane, en La Palma, sigue con expectación la evolución de la colada que se ha creado al juntarse las dos ramificaciones que entraron ayer en su casco urbano. En un principio, parece tomar una dirección que las alejaría del núcleo hacia la montaña, sin embargo existe una mínima posibilidad de desaparecer sepultado bajo la lava, como ya ocurrió con Todoque.
No obstante, los comités científico y de dirección del Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias (Pevolca) barajan una segunda opción: que estas coladas, que alcanza picos de 1.150 grados, continúen superando las diferentes vaguadas que encuentran a su paso y acaben discurriendo por la carretera de la costa, lo que causaría mayores daños.
En previsión de ese escenario, se decidió evacuar en la tarde del miércoles con urgencia y de forma preventiva a los habitantes de los barrios de Las Martelas, Los Llanos, Marina Alta, Marina Baja, La Condesa, Cuesta Zapata y San Borondón, en Tazacorte, en los que hay censadas unas 150 personas.
En realidad, las evacuadas fueron unas 45, ya que el resto se había marchado por sus propios medios horas o días antes de que el comité de crisis tomara esta determinación, según explicó el director del Pevolca, Miguel Ángel Morcuende.
En total son ya unas 7.000 personas las que han tenido que abandonar sus hogares en algún momento desde el inicio de la erupción, el pasado 19 de septiembre.
En cuanto a la colada que se había acercado al mar y que podría provocar el confinamiento de todo el municipio de Tazacorte ante la posible emisión de gases tóxicos al contacto con el agua del océano, Morcuende ha indicado que ha recibido un aporte “mínimo” de lava en las últimas horas y que “prácticamente” está en la misma posición que hace casi una semana, a unos 120 o 130 metros de la costa.
El cono coge altura
La formación del cono del volcán tiene en la actualidad unos 200 metros y la altura final dependerá de la duración del fenómeno o el tipo de material expulsado.
Según ha informado Meteored, un volcán puede crecer mucho en altura, alcanzando incluso miles de metros, pero estas altitudes se consiguen con mucho tiempo gracias a la estratificación de nuevas erupciones sobre las más antiguas.
En este sentido, destaca el pico del Teide que tiene 3.718 metros sobre el nivel del mar, mientras que para hacer una hipótesis sobre la posible altura futura del cono de La Palma habría que considerar muchos parámetros, como la duración de la erupción o el tipo de materiales emitidos.
En cuanto a la forma del volcán, dependiendo de la composición química de la lava, y de la explosividad, se pueden generar volcanes con laderas poco inclinadas u otros con laderas muy inclinadas. En este último caso se genera un cono, que se forma por la alternancia de coladas de lava solidificadas y material piroclástico que ha caído.
Sismicidad de magnitudes más altas
Por su parte, la portavoz científica del Pevolca, María José Blanco, ha indicado que ha disminuido el número de eventos en la sismicidad profunda, pero su magnitud sigue siendo alta, lo que es preocupante porque podría haber terremotos de intensidad VI en una escala del I al XII. Se trata de los que se consideran “levemente dañinos”, pues pueden provocar desplazamientos o caídas de pequeños objetos.
La emisión de dióxido de azufre es de 2.710 toneladas diarias y la emisión difusa de dióxido de carbono se sitúa en 663 toneladas al día, con una tendencia descendente en los últimos ocho días.
La calidad del aire es razonablemente buena, señaló el Pevolca, aunque continúan las partículas en suspensión en los lugares más cercanos a la erupción, y se han registrado puntualmente valores altos al noroeste de la isla.