La Justicia ratifica las restricciones del Govern para frenar los contagios en Cataluña
Se limitan las reuniones a un máximo de seis personas, se suspende la actividad presencial en universidades y se reducirá el aforo en espacios de culto.
El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) ha avalado las nuevas medidas restrictivas acordadas por el Govern para atajar el repunte del coronavirus, entre ellas la limitación de reuniones a un máximo de seis personas.
Según ha informado el alto tribunal catalán, la sala contenciosa del TSJC ha autorizado, con un voto particular en contra, las medidas planteadas por el Govern que necesitaban el aval judicial ya que afectaban a derechos fundamentales, como limitar las reuniones a un máximo de seis personas, suspender la actividad presencial en universidades y la reducción de aforo en espacios de culto.
Las nuevas restricciones decretadas por el Govern para la contención de la covid, entre las que también se incluyen el cierre de bares y restaurantes, han entrado en vigor después de publicarse esta madrugada en el Diario Oficial de la Generalitat de Cataluña (DOGC), a excepción de tres apartados que estaban condicionados a la autorización previa por parte del TSJC.
Manifestación en Barcelona
Este viernes ha tenido lugar una manifestación en la plaza Sant Jaume de Barcelona en la que se han concentrado un millar de personas, entre las que había muchos restauradores y comerciantes, para protestar contra el cierre.
Con una cacerolada y bajo el lema “No somos el problema”, la protesta ha sido secundada por entidades como el Gremio de Restauración de Barcelona, Barcelona Oberta, Comertia Retail, las patronales Foment Treball y Pimec y representantes de las principales asociaciones y ejes comerciales de la ciudad.
A las 12 horas, los asistentes se han concentrado ante el Palau de la Generalitat a gritos de “No al cierre” y “No somos culpables” para demostrar su total rechazo a la clausura de bares y restaurantes y a la reducción del aforo en comercios decretado por el Govern ante el aumento de la tasa de contagios de COVID-19.
Los manifestantes han alertado que la decisión del ejecutivo catalán destruirá centenares de puestos de trabajo y llevará a la bancarrota a muchas compañías, ya en situación crítica por el parón económico durante el estado de alarma y la mala temporada turística.
A la concentración de la plaza Sant Jaume se han sumado también los trabajadores del ocio nocturno, que permanece cerrado desde el pasado julio y cuyas principales entidades se manifestaban hoy también ante la catedral de Barcelona.
Algunos de los congregados han lanzado huevos a la fachada de la Generalitat, mientras otros han continuado, con pitos y bocinas, por Via Laietana, la plaza Urquinaona y otras arterias del centro de la capital catalana.