La jefa del Gobierno de Hong Kong da por muerta la polémica ley de extradición
Los manifestantes piden más: la retirada definitiva del borrador, su dimisión, dejar de considerar las protestas como disturbios, la libertad de los detenidos y una investigación sobre “violencia” policial.
La jefa del Gobierno local de Hong Kong, Carrie Lam, dio hoy por muerto el polémico proyecto de ley de extradición que se ha encontrado con la fuerte oposición de diversos sectores de la sociedad hongkonesa durante el último mes.
“Doy por muerto el proyecto de ley de extradición”, dijo hoy Lam en una rueda de prensa, añadiendo que los trabajos para sacar adelante esta normativa han sido “un completo fracaso”.
Lam no dejó claro si el proyecto de ley se retira de forma efectiva, tal y como demandan los opositores, pero dejó entrever que el Legislativo no tiene la intención de seguir con su tramitación.
Asimismo, Lam anunció la creación de un comité de investigación independiente para fiscalizar la actuación de la policía durante las protestas que han azotado la ciudad durante el último mes, así como el establecimiento de una plataforma para el diálogo con los opositores a la ley.
“Publicaré el resultado de este informe para que todo el mundo sepa qué ha pasado durante el último mes. La gente que ha participado, tanto manifestantes como agentes de policía, podrán aportar pruebas sobre lo que ha sucedido”, ha señalado.
“Bajar la tensión”
La jefa del Ejecutivo hongkonés asumió “plena responsabilidad” por la crisis pero no atendió a uno de los principales reclamos de los manifestantes estos días, su dimisión, y pidió “una oportunidad, el tiempo y el espacio” para devolver Hong Kong a la normalidad.
Así, es necesario “bajar la tensión” actual, dijo Lam, quien pidió la participación de “toda la sociedad” en este viaje hacia la tranquilidad de la urbe. “Nuestra misión es conseguir que los ciudadanos vuelvan a tener la confianza necesaria en nuestro Gobierno”, agregó.
Lam sí hizo un guiño a los jóvenes, protagonistas de la última ronda de protestas: “Tenemos que escuchar a las generaciones más jóvenes y de diferentes sectores para saber qué es lo que piensan”, dijo, y anunció la creación de “una plataforma de diálogo más abierta” con las universidades y los estudiantes.
Lo que ha pasado, reconoció la jefa del gabinete hongkonés, “refleja que hay problemas más profundos que no debemos ignorar”, sino “ponernos a trabajar para solucionarlos”.
Estas palabras de Lam se producen después de casi un mes de protestas multitudinarias en Hong Kong, con varias de ellas superando el millón de participantes, según sus organizadores, y que llegaron a un punto de inflexión la semana pasada tras la ocupación de un grupo de manifestantes del Consejo Legislativo hongkonés.
El proyecto de ley que planteó se ha encontrado con la oposición de diversos sectores de la sociedad al considerar que Hong Kong perdería su independencia judicial y que, según organizaciones pro derechos humanos, permitiría que activistas, trabajadores de ONGs o periodistas fueran entregados a un sistema judicial, el chino, que no ofrece garantías.
No cumple sus demandas
El Frente Civil de Derechos Humanos -principal promotor de las protestas de las últimas semanas en la ciudad- considera, no obstante, que las palabras de Lam “no significan nada nuevo”.
“Lam todavía rechaza decir que retira la iniciativa, no podemos encontrar la palabra muerta en ninguna de las leyes de Hong Kong ni en ninguno de los procedimientos legales del Consejo Legislativo”, dijo la portavoz internacional del frente, Bonnie Leung, en una rueda de prensa ante la sede del Parlamento.
Leung recalcó que la jefa del Ejecutivo no ha cumplido ninguna de sus cinco demandas: la retirada definitiva del proyecto de ley, su dimisión, dejar de considerar las protestas como disturbios, la libertad de los detenidos y abrir una investigación sobre la “violencia” policial. ″¿Cómo es que el Gobierno puede pedir a los manifestantes que respeten el Estado de Derecho, cuando ni él mismo lo hace?”, subrayó la activista.
En este sentido, Leung demandó un comité realmente independiente para investigar lo ocurrido, pues considera no puede conducirse una investigación con garantías bajo la supervisión del Gobierno local.
La activista también criticó la actuación policial del pasado domingo, con agentes que “se negaron a enseñar sus placas de identificación o vestir de uniforme en el ejercicio de sus funciones”.
Por su parte, la organización defensora de los derechos humanos Amnistía Internacional (AI) calificó de “vagas” las palabras de la jefa del Gobierno local en torno a la muerte del controvertido proyecto de ley. “La negativa de Lam a reconocer las consecuencias fatales del proyecto de ley de extradición continúa inflamando la situación en Hong Kong”, señaló en un comunicado el director de AI en Hong Kong, Man-kei Tam, quien agregó que el excesivo uso de la fuerza en la manifestación del 12 de junio es una “violación del derecho internacional”.
“Para ser justos con todos los implicados, debe haber una investigación independiente, imparcial, efectiva y rápida sobre las acciones de la Policía el 12 de junio. Cualquier otra cosa, incluida una investigación del Legislativo que no sea lo que se necesita, no ayudará a esclarecer la verdad ni a recuperar la confianza del público”, consideró.