La izquierda se une ante la inédita decisión del Constitucional

La decisión del Tribunal Constitucional de anular la votación en el Senado de las dos enmiendas referidas a su propia renovación ha conseguido que los partidos de izquierdas se unan este martes en su mensaje.

Unidad de acción y una solución que impida que vuelva a ocurrir lo que sucedió este lunes es lo que la mayoría de los portavoces que han pasado por la sala de prensa del Congreso de los Diputados han reclamado horas después de la inédita decisión del tribunal de garantías.

Un hecho que todos han coincidido en calificar como de extrema gravedad, aunque los portavoces nacionalistas tanto vascos como catalanes han recordado que situaciones parecidas ya las han vivido en sus parlamentos regionales. Aun así, ninguno quita relevancia a lo sucedido este lunes.

Todos creen que se deben poner encima de la mesa iniciativas legislativas que pongan solución a lo ocurrido, que reviertan la actual situación de bloqueo en los poderes judiciales, que han impedido su renovación de acuerdo a las mayorías parlamentarias.

La pregunta es cuál. Nadie se moja del todo aunque la que parece más lógica es una proposición de ley que modifique las normas de elección de los jueces, permitiendo cambiar las mayorías y, de facto, desbloqueando la renovación del Poder Judicial. Es decir, lo mismo que se quería hacer vía enmienda pero con una ley.

Así lo apuntan la mayoría de los portavoces, aunque eso pueda implicar reconocer que la fórmula elegida para la reforma que se pretende aprobar fue un error.

Pero eso ya no importa a estas alturas tras la grave crisis surgida de la decisión del Constitucional. “Es la hora de hacer respetar la mayoría”, ha reclamado Mertxe Aizpurúa, de Bildu, quien ha pedido al resto de partidos “estar a la altura frente al órdago de la derecha” porque “la situación es suficientemente grave como para tomar medidas conjuntas, con tranquilidad y rapidez, un acuerdo global de la mayoría de izquierdas”.

Uno de los primeros en tomar la iniciativa fue Más País, cuyo líder, Íñigo Errejón, anunció el registro de una proposición de ley para reformar la elección de los jueces del Constitucional.

“No van a poder con la soberanía popular”, dijo el diputado en Twitter.

“Queremos conversar las iniciativas con el resto de grupos que apoyó las enmiendas”, ha explicado Gerardo Pisarello, de En Comú Podem, quien cree que hay que “buscar la vía que sea para revertir esta situación”. “Lo que está en juego es enormemente grave”, ha aseverado.

Precisamente desde Unidas Podemos se ha reclamado “una reunión urgente” de “la mayoría progresista y plural”. Lo ha hecho la líder de Podemos a través de Twitter y el portavoz parlamentario de la formación morada, Pablo Echenique.

De hecho, la formación morada ha sido punta de lanza a la hora de movilizar al resto de grupos al convocar una reunión con el resto de partidos de izquierdas.

Precisamente con Echenique se han producido los primeros contactos desde el PSOE, tal y como ha reconocido su portavoz, Patxi López, quien no ha querido soltar prenda sobre qué medidas se pueden llevar a cabo.

“Vamos a hacer esto con tranquilidad y con serenidad, que es lo que espera y necesita la ciudadanía”, ha pedido López, quien no ha salido del “estamos estudiándolo” cuando los periodistas le han preguntado qué iniciativas se podrían tomar.

“No hay que hacer las cosas de forma acelerada, pensar cuál es la mejor decisión para conseguir el objetivo de cambiar los jueces que hay que cambiar en este momento y cumplir la Constitución”, ha añadido.

“Estamos en eso, en intentar solucionarlo”, decía Gabriel Rufián, portavoz de ERC, quien cree que la vía podría ser una proposición de ley pero “que no ponga excusas”. “No podemos cambiar el Poder Judicial, se lo tenemos que poner difícil”, ha aseverado.

También se ha hablado mucho de desobediencia, algo que sólo algunos miembros de Podemos han mencionado pero no en la Cámara Baja, donde el tono ha sido de predominante institucionalidad.

“Yo podría hacer proclamas terriblemente indignado”, ha ironizado precisamente Rufián, quien cree que no sirve de nada tratar de proclamar “un nuevo 15-M”. “La desobediencia sin un plan, sin un mañana planeado, es un gigante con pies de barro”, ha afirmado.

Tampoco Bildu se ha sumado al discurso de la desobediencia. Reconociendo que la decisión del Constitucional “es ilegítima” y que “a tenor de expertos juristas, ilegal”, Aizpurúa cree que en la respuesta institucional y reclama al Gobierno que sea quien la lidere.

Más enfático se ha mostrado Patxi López. “No es el momento de exacerbar los ánimos”, ha dicho el portavoz socialista, que defendido la “institucionalidad”.