El reencuentro de 'La isla de las tentaciones', más ardiente que las hogueras finales
Todo lo que dio de sí ('spoiler': se les atragantaron las perdices).
“Hablando de nuestras desgracias las aliviamos”, dijo el dramaturgo Pierre Corneille. Y los concursantes de La isla de las tentaciones 3 lo han interpretado al pie de la letra este jueves en el reencuentro, seis meses después de dejar las villas.
Mientras que Sandra Barneda ha explicado que “dicen que se necesitan ocho segundos para enamorarse y toda una vida para olvidar un amor de verdad” y que esa era “la premisa con la que las parejas se sumaron al reality”, ninguna de ellas, a excepción de Hugo y Lara, vivieron felices y comieron perdices. Es más, las perdices se les atragantaron.
Los concursantes han sido más desdichados en este reencuentro que escuchando “hay más imágenes para ti”. Quien pensó este miércoles que las hogueras finales eran el plano fuerte de La isla de las tentaciones no esperaba nada de lo que deparaba el cara a cara de los concursantes.
Jesús y Marina. Cinco años de relación. Se fueron solos
La versión de Jesús es que, después de volver de Santo Domingo, quedó un día para hablar con Marina en la puerta de su casa, donde ella le pidió perdón por cómo hizo las cosas. Pero como se dice en Telecinco, esa es ‘su verdad’, porque según la sevillana su exnovio omitió que intentó mantener relaciones con ella y retomar la relación. “Estábamos en el coche hablando y se le cambió el chip”, ha explicado.
La desdicha de Jesús, que sigue soltero: Isaac, ‘Lobo’, fue a Sevilla a buscarla al salir de la isla, y desde entonces están juntos. El mamífero ha entrado muy seguro de sí mismo en la sala, en su condición de jefe de la manada, en la que se ha reunido con la presentadora, con Marina y con Jesús: “Ella necesita más vidilla en su vida, era introvertida y necesitaba explotar. Se ha visto quién es papá”. (Perla número 1). Chim pum.
Lucía y Manuel. 3 años de relación. Ella se fue sola, él con Fiama
Pues no Manuel, esta noche no ha habido carricoche, pero sí se han destapado muchas cositas. Como por ejemplo, que cuando abandonaron el reality, Lucía y él pasaron nueve horas en el avión besándose, según Manuel —que no es tan increíble si vemos que en todos sus vídeos con Fiama aparece así—, mientras que ella ha mantenido ojiplática que fueron unos besos.
“Me dijo que no iba a cerrar los ojos porque iba a estar todo el tiempo mirándome y se pasó las nueve horas llorando. Nos besamos y a continuación le dice que se queda en Madrid con Fiama” (perla número 2), ha relatado ella. (Aclaración: Fiama no tenía ni idea de lo de los besos, aunque ahora sólo son amigos).
El delirio de la escena continúa: de las muchas cosas que le han podido doler a Manuel, la más heavy es que Lucía le hizo una vez, desde un semáforo, un corte de mangas.
Aunque tiene una convicción plena: “Si me acerco a ella vuelve a caer. Estaba ciega conmigo, pidió a mi madre ir a mi casa para oler mi ropa y tocar la cama” (perla número 3). De película de terror... en la que la sangre ha llegado al río. ”¡Tú eres una ponecuernos!” (perla número 4), le ha repetido Manuel a Lucía tres veces. Por favor, John Carpenter, coge papel y bolígrafo.
Claudia y Raúl. Tres años de relación. Se fueron juntos
El reencuentro de Claudia y Raúl ha sido más civilizado, pero aquí tampoco hay final feliz. Se fueron juntos del programa, pero rompieron una semana después y Toni (el tentador) se mudó a Canarias, donde Claudia y él tuvieron ‘una historia’ de dos semanas. No duró más porque ella sentía “que le estaba poniendo los cuernos a Raúl”. Todo quedó en amistad.
Claudia tiene una explicación para todo: “En la hoguera final, al abrazarle, me sentí en casa, pero luego, al volver, me sentí desconectada de él emocionalmente. Hemos seguido con vaivenes y nos vemos todas las semanas, pero no estamos juntos”. Así ha intentado decir que, de momento, son follamigos, pero parecía temer pronunciar la palabra por más que Sandra Barneda ha insistido en ponerle nombre.
Raúl lo ha vivido más como “una telenovela turca”, no sabe ni “qué ha pasado”. Y ahí ha entrado la cuña de la presentadora, que ha acabado llorando: ”¿Ahora Love is in the air, o no?” (perla número 4).
Diego y Lola. Tres años juntos. Se fueron solos
Lola ya ha aclarado la razón de su “locura transitoria”, como ella dice, en la villa. “Sentía que hacía vida de señora y descubrí enseguida que podía hacer otra vida. Llegué con el ego por los suelos y me decían cosas como ‘eres un pibón’, pues igual me lo tenía que creer” (perla número 5).
Diego ya sólo “se lleva bien” con Carla, pero sabe que Lola está con otro chico, y Sandra Barneda ha hilado fino. “Estás pendiente de su vida, por lo que veo”. La custodia del perro, Orus, es compartida, dos meses para cada uno.
Hugo y Lara. Cuatro años de relación. Se fueron juntos
Si la magia existe en La isla de las tentaciones, la prueba son ellos. Hugo le ha pedido matrimonio a Lara, con anillo y todo, como en los culebrones. Además, quiere que Sandra Barneda sea la madrina (y nadie descarta que la cabra lleve las arras). Su relación, por fin, podría funcionar, porque “los celos han desaparecido”.
“Ahora podemos decir ‘fulanito es guapo’ o ‘fulanita es guapa’ y no nos enfadamos” (perla número 6, de Hugo). Comentarios aparte, de momento son los únicos que siguen felices y comen perdices.