La incertidumbre económica poscovid y Ucrania lastran la paz global al peor nivel en 15 años
El Instituto de Economía y Paz reconoce que las consecuencias de la invasión durarán años, aunque sorprende que los ucranianos se dicen "muy optimistas sobre el futuro".
La incertidumbre económica generada tras la pandemia y las repercusiones que ya está teniendo la guerra en Ucrania han lastrado la paz mundial hasta su nivel más bajo en 15 años, según remarca el Instituto de Economía y Paz en un informe divulgado este miércoles (y que puedes leer completo al final de esta noticia).
El documento anual -en su 16 edición-, que evalúa 163 estados y territorios y abarca el 99,7 % de la población mundial, revela que el nivel medio de la paz global se deterioró un 0,3 % en 2021, el undécimo deterioro de la paz en los últimos 14 años, con mejoras en 90 países y deterioros en 71.
El fundador del Instituto, Steve Killelea, dijo a Efe que además de que el conflicto en Ucrania “provocará que la paz global caiga de manera sustancial en los próximos 12 meses”, ya se están notando las “repercusiones, como las tasas de inflación subyacentes, los problemas en la cadena de suministros, el incremento en los precios de los alimentos, que golpeará a los más vulnerables del mundo...”. Advierte asimismo de que “las consecuencias políticas y económicas (del conflicto) se sentirán durante años”.
El impacto de la guerra en Ucrania
El documento resalta el impacto de la guerra en Ucrania en la paz, y destaca que dos de los cinco países que han registrado el mayor deterioro en la paz fueron precisamente Rusia y Ucrania.
En contraste, se observa un incremento del optimismo en Ucrania y un sólido respaldo de Occidente. “Nos ha parecido interesante que el ucraniano medio se siente muy optimista sobre el futuro”, comentó el australiano al tiempo que destacó que “un 20% de ucranianos cree que su Gobierno es capaz de gestionar una emergencia”.
Según su hallazgos, el conflicto ha tenido repercusiones inmediatas fuera de Rusia y de la región de Eurasia, especialmente para las relaciones de los países vecinos.
A Rusia y Ucrania, dos de los países con los mayores deterioros registrados en la paz, se unen Guinea, Burkina Faso y Haití.
Islandia sigue siendo el país más pacífico -desde 2008-, y tras él figuran Nueva Zelanda, Irlanda, Dinamarca y Austria mientras que, por contra, Afganistán es el menos pacífico, seguido de Yemen, Siria, la citada Rusia y Sudán del Sur.
El índice global de la paz detecta que siete de los diez primeros países están en Europa y que Turquía es el único dentro de la región que está fuera de la primera mitad del GPI.
También se detectaron mejoras sustanciales en varios indicadores como el impacto del terrorismo, armamento nuclear y armamento pesado, muertes por conflictos internos, gasto militar, tasas de encarcelamiento y percepciones de criminalidad.
Mientras, se destaca que el impacto por terrorismo figura en su nivel más bajo desde el comienzo del GPI.
España ocupa la 29 posición -sube 3-, por delante de Italia (32) y por detrás de países como Bélgica (22), Alemania (16) o Portugal (6).
Según Killelea, a esta mejora contribuyen indicadores que evalúan el impacto del terrorismo y las mejoras en el número de encarcelados.
“En contrapartida, se ha notado un incremento en la tasa de homicidios y un aumento en las manifestaciones violentas, que forma parte de una tendencia global”, dijo.
Militarización progresiva
El gasto militar como porcentaje del PIB se redujo en 94 países mientras que 112 redujeron su personal de servicio armado desde 2008.
No obstante, el conflicto entre Ucrania y Rusia y el potencial incremento en gasto militar por los países de la OTAN al 2 % del PIB podrían llevar a un deterioro en años futuros.
La guerra también subrayó la importancia de la tecnología en el conflicto, con la revolución de las redes sociales y la mayor accesibilidad de los drones.
La pandemia y el aumento de manifestaciones violentas
El documento resalta también que la pandemia empujó a los países a crisis políticas y económicas. Países que se habían convertido en más pacíficos experimentaron brotes de protestas y violencia dirigidos a la gestión de los gobiernos de la pandemia.
Desde 2008, la intensidad de manifestaciones violentas aumentó en un 49 %, con un deterioro en 126 países.
El sur de Asia fue la región con la mayor frecuencia e intensidad de protestas violentas, donde India, Sri Lanka, Bangladesh y Pakistán registraron sus mayores niveles.
En Europa se registraron fuertes protestas contra los confinamientos en Bélgica, Francia, Países Bajos, Austria, Croacia, y Reino Unido.