La imagen de Ione Belarra se difumina en la pinza Gobierno - Yolanda Díaz
La secretaria general de Podemos es, según el CIS, la ministra peor valorada y la menos conocida. Yolanda Díaz, a su vez, sale fortalecida tras la negociación de los Presupuestos
La negociación de los Presupuestos de 2023 en el seno del gobierno ha puesto una vez más de manifiesto la débil visibilidad de Podemos ante una omnipresente Yolanda Díaz, que el martes por la mañana fue la primera en anunciar el acuerdo y en desglosar a través de las redes sociales algunas de las medidas pactadas.
Desde la salida de Pablo Iglesias del Gobierno y su ascenso a vicepresidenta segunda, la dirigente gallega se ha convertido no sólo en uno de los principales valedores del Ejecutivo, sino también en el puente de unión entre las dos almas del Gobierno. Y todo a costa de un Podemos confundido, que dijo sentirse vilipendiado ante la subida del gasto en Defensa y la disolución de algunas de sus reclamaciones.
El Ministerio de Derechos Sociales, que precisamente lidera Ione Belarra, no ha logrado pactar la ampliación de los permisos de maternidad y paternidad, que Unidas Podemos quería llevar a los seis meses. En cuanto a vivienda, la formación morada buscaba una regulación de los precios del alquiler que obligara a limitar precios también a los pequeños propietarios, así como una mayor restricción de la posibilidad de ejecutar desahucios o una disposición para obligar a la Sareb a poner la mayor parte de sus inmuebles en el mercado de alquiler social. Todo ha quedado, de momento, empantanado.
La misma falta de avances se ha registrado en torno a la derogación de la ley mordaza y la aprobación de una nueva ley de seguridad ciudadana, un trámite que lleva meses bloqueado en el Congreso. Los ‘morados’, por el contrario, sí han conseguido avances en la ley de familias, aunque no todos los que pretendían.
Pero la gran ‘traición’ para Podemos ha llegado con la subida del 25% en el gasto para Defensa. El martes por la tarde, Pablo Echenique denunciaba a través de un tuit que el PSOE les había ocultado el gran incremento presupuestario para este ministerio. “Nosotros no vamos a romper el gobierno por una deslealtad del PSOE, porque sería muy irresponsable cuando tenemos a Feijóo y Abascal afilando los cuchillos. Pero quiero decir claramente que nos han ocultado el aumento unilateral en el gasto en defensa y que es una vergüenza”, escribió. El Gobierno respondió rápidamente y dijo que sus socios sí conocían este aumento a través de Yolanda Díaz y del número dos de Ione Belarra, Nacho Álvarez.
Por su lado, la vicepresidenta dijo estar “satisfecha” con estos Presupuestos y no confrontó en ningún momento con el Gobierno a este respecto. Un silencio clarividente. Es más, su posición privilegiada en la negociación le permitió sacar adelante el aumento de los salarios de los funcionarios, la subida del IPREM y la reversión del recorte en la prestación por desempleo a partir del sexto mes. Un trabajado triunfo frente a las muchas decepciones de Unidas Podemos, que en plena ‘borrachera’ de celebración por los Presupuestos anunció movilizaciones.
Un gobierno de coalición “de tres”
La tensión entre Yolanda Díaz y Podemos dentro del Ejecutivo es cada vez más evidente. “Ya no podemos hablar de un gobierno de coalición entre dos, sino entre tres. Podemos y Yolanda Díaz tienen dinámicas distintas y sus intereses, muchas veces, no están alineados”, explica al HuffPost el politólogo Pablo Simón.
El profesor en la universidad Carlos III de Madrid también sostiene que el papel de Ione Belarra ha quedado claramente difuminado ante el empuje de Yolanda Díaz, algo que a su vez lastra a la marca ‘Unidas Podemos’. “Los datos del CIS son concluyentes. Belarra es la ministra peor valorada y más desconocida. Algo normal porque entra tarde al Ejecutivo y tiene una cartera poco visible y sin competencias muy definidas. Yolanda Díaz es el adverso. Está al frente de un ministerio importante, lleva proyectos legislativos destacados como la reforma laboral y permanece en el Gobierno desde el principio. Todos los elementos juegan a su favor”, relata.
Yolanda Díaz, ¿una nueva Carmena?
Para Simón, Podemos hace grandes esfuerzos por “señalizar” y poner en el foco a Belarra, pero “no permea, no cala”. Y Díaz supone un peligro para una importante corriente de Unidas Podemos, que teme perder el control del partido. “Las malas relaciones entre a la actual vicepresidenta y Pablo Iglesias son evidentes. Dentro de la formación, tenemos un sector - los ‘Pablistas’ - que quieren una Díaz atada en corto y subordinada a la marca Podemos porque quieren seguir controlando la organización. Temen acabar apoyando a una candidata que va por libre, como ya les ocurrió con Manuela Carmena”, explica.
En perspectiva electoral, además, Yolanda Díaz juega un papel más “transversal” y es capaz de recuperar votantes de la izquierda que abandonaron a Podemos en las últimas generales. “Es la única oportunidad que tiene la izquierda de sacar un resultado parecido al de 2019”, indica Simón.
Por último, sobre el debate acerca de si la marca ‘Unidas Podemos’ está agotada, el politólogo ve evidente un desgaste mientras que Yolanda Díaz es capaz de penetrar en caladeros de votos de centro-izquierda. “Diluir la marca Podemos puede ser útil porque Díaz y su proyecto ‘Sumar’ generan una reacción en términos de polarización menos intensa”, concluye.