La guerra sin final cierto del PP: “Estamos en manos de inmaduros”
Casado se rebaja cerrando el expediente a una Ayuso que va a por todas ante un partido destrozado y atónito.
“Estamos en manos de inmaduros”. Así resume un dirigente territorial lo que está pasando durante estas horas en el Partido Popular. Todo cambia al minuto. Pero, por el momento, Pablo Casado ha tenido que claudicar ante Isabel Díaz Ayuso cerrando el expediente que anunció Génova 13 de manera solemne el jueves al mediodía.
Los dos grandes protagonistas, Pablo Casado e Isabel Díaz Ayuso, se vieron el viernes por la tarde en la sede de la dirección del PP. Una reunión “infructuosa”, según se calificó desde la misma Puerta del Sol. Allí el actual líder del PP le ofreció retirar ese expediente informativo -que podría acabar en expulsión- si ella emitía un comunicado negando que se le hubiera espiado.
Ella ya había mandado la información sobre el contrato que afecta a su hermano, Tomás Díaz Ayuso, sobre el que ha reconocido que cobró 55.000 euros por hacer gestiones para traer mascarillas desde China en plena pandemia. Desde Génova habían cifrado esa supuesta comisión en 286.000 euros y se sospechaba que se podía haber cometido tráfico de influencias. Pero, de repente, el sábado por la tarde la dirección del PP cedió, dio por buenas las explicaciones dadas por ella y cerró el expediente. Se acabaron las pesquisas después de dos días sembrando todo tipo de dudas sobre su legalidad, esparcidas por los propios Casado y Teodoro García Egea en ruedas de prensa y entrevistas.
Casado ha intentado zanjar la enorme crisis abierta -nunca vista en el Partido Popular- de esta manera y después de la enorme presión ejercidas por los principales barones del partido, con Alberto Núñez Feijóo, a la cabeza. Sobre el aire volaba una posibilidad letal para Casado: la aceleración de un congreso extraordinario próximamente que podría acabar con el propio líder.
El archivo de este expediente es sólo un capítulo más. La batalla no se ha cerrado en un partido destrozado internamente en estos momentos. Un alcalde del PP lo expresaba así en privado a El HuffPost: “Vamos a la desaparición”. Como confesaba también un parlamentario: “Esto es un tema personal de ellos, pero una guerra para todo el partido”. En muchos sectores del PP se menta todo el rato a Teodoro García Egea, cuya dimisión podría ser una de las salidas. “Pero si Teo se va, Casado va detrás dos semanas después”, analiza otro dirigente territorial.
Todavía quedan muchos capítulos porque lo del sábado sólo fue un intento de cierre de Génova ante la presión ejercida de todos los sectores del PP para ponerle fin al espectáculo. Pero este mismo domingo El Mundo ha publicado que implicados al espionaje a Ayuso confiesan que el encargo partió de “la sala de guerra” de Teodoro García Egea. El diario informa que el ‘número dos’ del partido y su jefe de gabinete pidieron a Ángel Carromero pruebas sobre la información fiscal del hermano de la presidenta. Desde el partido se ha vuelto a desmentir esto y se ha calificado como “falsedades”, anunciando posibles acciones legales por la noticia.
Los barones apretaron desde el viernes el “botón rojo”, como dicen fuentes populares, presionando a Génova para acabar con todo esto y teniendo en la mano la posibilidad real de forzar un congreso extraordinario. En muchos territorios estaban espeluznados por las informaciones, en un momento muy complicado cuando pronto habrá elecciones en Andalucía y en mayo del año que viene municipales y autonómicas. Feijóo y Juanma Moreno estuvieron en contacto. El único que cerraba filas con Génova y no se mojaba tanto era el murciano Fernando López Miras, según fuentes del partido, ya que es íntimo amigo de Teodoro García Egea.
El partido está en shock, destrozado. “Son los días más difíciles que hemos vivido”, comentaba un veterano dirigente del PP. Lo que todos tenían claro es que el liderazgo de Casado estaba en cuestión y que había traspasado una “línea roja”: “Ha sido la primera vez que nos denunciamos nosotros mismos a nosotros mismos con un supuesto caso de corrupción”.
Y es que otro sentir entre muchos populares es que ella tiene a la gente de su lado. Un diputado lo resume así: “Aunque no es la Inmaculada Concepción, la emoción está con ella. Gana la emoción”. “No se puede hacer eso con tu presidenta de la Comunidad de Madrid”, añadía. “Se han hecho mal cosas por ambas partes”, reconoce otro cargo territorial del Partido Popular, que admite que desde la Puerta del Sol “se han hecho putadas a la dirección”. Y advierte: “Si no la matan, alguien muere”.
El desánimo, la rabia, el dolor y el impacto lleva recorriendo varios días todo el Partido Popular, con un temor que muchos ven muy real: un deterioro de tal calibre que lleve a Vox a dar el sorpasso. Todo esto a apenas un año y miedo para que hayas elecciones generales. Durante estos días muchos han dudado de que Casado llegara vivo a esos comicios y con un sector muy importante presionando para que sea Ayuso la que compita incluso contra Pedro Sánchez por La Moncloa. “Guste más o menos, ella es la que trae los votos”, dice un partidario de la jefa del Ejecutivo regional.
Otro cargo autonómico del PP veía ayer lo que pasaba y lo analizaba así: “Esto no había pasado en la historia de la política. Nos han puesto en el precipicio. El año 2023 será muy difícil. Tenemos que dar explicaciones a la gente, esto es injustificable. Es una situación muy complicada. García Egea es algo inasumible. Pero si es lo que es, es por Casado. Se le debía hacer cesado el día siguiente para evitar el desangre. Pero es un tándem indivisible, porque saben muchas miserias del uno y del otro”.
Durante todo el sábado hubo llamadas constantes entre las diferentes direcciones autonómicas: “Ha habido muchos movimientos subterráneos de los barones”, insisten fuentes internas. Y es que “se juegan su subsistencia”, comentan, para remarcar que Galicia ha sido la que ha cogido la voz cantante para intentar resolver la situación. “A Ayuso se le ha vuelto a victimizar, se le ha convertido en una mártir ante el electorado del PP”, deslizaba otro ‘popular’ durante estas horas críticas. “Ella trabaja muy bien la emoción”, añadía, para subrayar que “ella tiene la calle”. Las críticas también se han cebado durante estos días con otros miembros de la actual dirección como Ana Beltrán y Alberto Casero (cuyo voto erróneo en la reforma laboral desata todo tipo de críticas e insultos dentro del mismo partido).
“Estamos en un infierno que nos está destruyendo”, resoplaba este cargo mientras se sucedían ansiosamente todos los hechos este sábado.