La gran apuesta del mundo del lujo: el círculo de la moda (o la moda de segunda mano)
Cada vez hay más compradores comprometidos con el medioambiente.
La multinacional Kering no es una empresa del lujo cualquiera. Es un trasatlántico: la segunda en el ranking mundial, con una capitalización de mercado que roza los 85.000 millones de dólares.
El grupo es dueño de marcas icónicas como Gucci, YSL, Brioni o Balenciaga, y fue la primera en reorganizar la multinacional para alejarse del prèt a porter y centrarse solo en marcas de alta gama dentro de la moda, las fragancias y la joyería. Eso pasó durante la crisis del 2008, la que azotó como un tornado al crédito mundial y a las ventas del lujo.
Ahora, en medio de la pandemia que está desagarrando de raíz el sistema productivo, apuesta por lo que podría llamarse “el reciclaje”. De toda la vida, este concepto se entendía como dar una segunda vida a la ropa usada o revender prendas que “ya no te pones”, como rezaría algún anuncio de alguna empresa de televisión. Esto a lo bestia y en el mundo del lujo.
Fue en otoño de 2020 cuando la compañía francesa sorprendía al mercado anunciando un “proyecto piloto” junto a TheRealReal, la empresa de ropa de segunda mano que cotiza en la bolsa de valores de Nueva York.
En Estados Unidos, el boom de las tiendas de moda y complementos de segunda mano lleva más de una década haciéndose con un mercado cada vez más lucrativo.
Muchos, allá por la década de los 2000, pensaban que era imposible para las clientas del Upper East Side comprar modelos de temporadas pasadas, y usados, de Chanel o YSL. Pero los “expertos” no pensaron en “las hijas” millenials de las ricas de Manhattan, Long Island, Brooklyn o Connecticut. Fueron ellas las que se lanzaron a comprar en las tiendas de reventa de Madison Avenue o Lexington primero y online después. Total, si se recicla casi todo, ¿por qué no la ropa de lujo?.
Y lo que parecía una moda de Nueva York o Los Angeles difícil de cuajar entre las consumidoras de lujo hoy es una plataforma mundial de “conciencia eco-sostenible”. Una vez testado el mercado se inventó el palabro que lo define: “moda 360”, el “círculo de la moda”, o “moda que cuida”. En la actualidad, TheRealReal tiene una capitalización de mercado de 2.000 millones de dólares y unas ventas de 300 millones de dólares al año.
Tras la pionera y “real” aventura, Kering ha comprado ahora una participación del 5% en la startup de reventa Vestiaire Collective, con sede en París. La empresa franco-suiza lidera así la ronda de capitalización para esta pequeña empresa con un valor de unos 1.000 millones de dólares.
Es cierto que abrazar los productos de segunda mano conlleva el riesgo de canibalización de la marca; sin embargo, hay un número creciente de compradores comprometidos con el medioambiente, especialmente entre la generación Z y los millennials. Se espera que la moda de segunda mano crezca tan rápido como un 20% anual hasta 2025, según Boston Consulting Group. Efectivamente Kering está invirtiendo en el futuro.