Pablo Iglesias, exlíder de Podemos y exvicepresidente segundo del Gobierno, se ha sincerado cuando la periodista Gemma Nierga le ha preguntado si él alguna vez ha tenido que mentir como político.
“En la política te tienes que callar muchas cosas y yo me callé menos de las que era prudente callarse y creo que eso también marcó mi experiencia, mi trayectoria y el trato que recibí”, ha afirmado en una entrevista en el programa Cafè d’idees, de La 2 en Cataluña.
Según Iglesias, si él hubiese sido “más político” y se hubiera callado “más cosas”, “buena parte de los poderes mediáticos” le hubieran tratado mejor: “Pero es indudable que cuando se tienen responsabilidades políticas no es conveniente o no se puede decir todo lo que se piensa”.
“Y yo, ahora, por el contrario tengo muchísima más libertad, ahora puedo volver a hacer lo que hacía antes de la política y tengo esa suerte”, ha señalado.
Hoy he hablado del libro 'Verdades a la cara: recuerdos de los años salvajes' (@NavonaEditorial) con @GemmaNierga.
Iglesias ha admitido además que “en muchos momentos” ha llegado a pensar que no ha valido la pena estar en política. “El problema no son los ataques en primera persona, esos se resisten mejor. El problema es cuando atacan a tu familia, a tus hijos pequeños, a tu madre, a tu padre, a tu compañera le intentan hacer la vida imposible”, ha señalado.
El exlíder de Podemos ha asegurado que esto es un mecanismo mafioso, para avisar de que “si dices las mismas cosas que dice Iglesias te puede pasar lo mismo, podemos ir a la puerta de tu casa, hacer fotografías a tus hijos”.
Pablo Iglesias haciendo cosas
Casi se arranca por bulerías.
Tome asiento.
En tres versiones.
Saludando con el codo.
Emocionado.
Proyectando su sombra.
Cansado.
Cantando (y no una saeta).
Recolocándose el pantalón.
Dejándose querer.
Cambiando pañales.
Estirando un poquito la espalda.
Se une al universo Telecinco.
Enseñando cosas (siempre libros).
Siguiendo los pasos del rey.
Colocándose el brazalete de capitán.
De colegueo.
Pensativo.
Con la melena al viento.
A lo ídolo del rock.
"No me lo puedo creer".
Cuerpo a cuerpo con Celia Villalobos.
Dando cariño a sus votantes.
Esperando respuestas de Rufián.
Se queda sin manos para sostener el bolígrafo.
Esperando el Goya.
Pocas veces lo has visto con los brazos cruzados.
Se une a la moda del selfie.
En busca de mensajes reivindicativos.
Echando cuentas.
Qué se le estará pasando por esa cabecita...
Pegando carteles.
Le preguntan. Él mira al cielo, pero descartamos que esté rezando.
Pablo Iglesias guiñando un ojo.
Pablo Iglesias haciendo algo con la lengua... ¡Ven que te como!
Pablo Iglesias derrochando mucho amor (spoiler: la otra persona no es Santiago Abascal)
Pablo Iglesias corriendo hacia algo o alguien (no podemos asegurar que sea hacia Pedro Sánchez)
Pablo Iglesias leyendo en alto
Pablo Iglesias votando y posando. O Pablo iglesias posando y votando.
Pablo Iglesias molesto con el sol. Lo de ponerse cara al sol no es lo suyo, está claro.
Pablo Iglesias haciéndose la coleta.
Y me lo dice a mí, sin ser yo nada de eso... Pablo Iglesias sorprendiéndose en el Congreso
Pablo Iglesias concentrado escribiendo.
Pablo Iglesias concentrado escribiendo.
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Leyendo y luciendo nuevo corte de pelo. En la mesa, un fluorescente amarillo para subrayar los pasajes más enjundiosos del ensayo.