La foto viral que refleja el drama del coronavirus en las residencias de mayores
Emilio Morenatti, el premiado fotógrafo de AP, copa las portadas y las redes sociales con su reflejo de la realidad tras los muros de los asilos.
Más de 20.000 ancianos españoles han muerto en residencias durante la primera ola de la crisis del coronavirus. En esta segunda, aún ni se sabe cuántos más han sido. Muchos. Demasiados. En primavera no hubo ni cifras claras ni imágenes que nos contaran lo que pasaba tras los muros de los asilos, sólo familias angustiadas agarradas a una verja, esperando noticias. Ahora, una fotografía de Emilio Morenatti, jefe gráfico de la agencia Associated Press en España, ha mostrado al fin ese interior con una estampa desgarradora.
“Trabajadores de una funeraria retiran el cuerpo de un fallecido por coronavirus mientras su compañero de habitación duerme, en una residencia de Barcelona”, es el pie de una imagen tomada el pasado 5 de noviembre. En ella se ve a dos operarios, con sus trajes de protección obligatoria, amortajando un cuerpo en una cama articulada, separada apenas por una cortina leve del que había sido su compañero de estancia, que duerme entre las sombras.
La mejor muestra de la tristeza, del adiós silencioso, del ritual repetido una y mil veces y que no habíamos visto.
Morenatti ya nos había mostrado otra cara de las residencias: la más alegre, aún entre medidas de control, de los abrazos y las visitas que volvían a los asilos, con plásticos de por medio.
Según El País, el Gobierno calcula que, entre principios de marzo y el 23 de junio, 20.268 personas murieron por Covid-19 en residencias de servicios sociales -centros de mayores y de discapacidad-, según un borrador del informe del grupo de trabajo sobre residencias al que ha tenido acceso este medio. De ellas, a 10.364 se les hizo un test y 9.904 fallecieron con síntomas compatibles.
Esta estimación, elaborada por la Secretaría de Estado de Derechos Sociales con datos de las comunidades, constituye la primera cifra oficial sobre lo ocurrido en las residencias en la primera ola de la pandemia. En el informe se analizan 30 factores que influyeron en lo que se describe como una “tormenta perfecta”. Algunos dan escaso margen de actuación, como la alta contagiosidad del virus, pero también se alude al tamaño de los centros, la falta de personal o la “errónea percepción” de que los geriátricos podían afrontar solos la situación.
La Cadena SER sostiene, por su parte, que, según según el recuento que mantiene este medio desde el 8 de marzo, han muerto por coronavirus o síntomas compatibles cerca de 24.500 ancianos. De las 1.002 personas muertas por coronavirus en los últimos siete días, 477 eran ancianos.