La Fiscalía Anticorrupción pide suspender la entrada en prisión de Griñán
El ministerio público reclama más informes médicos sobre el cáncer de próstata que sufre el expresidente andaluz.
La Fiscalía Anticorrupción ha pedido suspender la entrada en prisión de José Antonio Griñán, para cumplir la condena de seis años de cárcel por el caso ERE, por el cáncer de próstata que padece y ha reclamado más informes médicos sobre el cáncer de próstata que sufre el expresidente andaluz.
El ministerio público ha reclamado más informes médicos para certificar la dolencia del expolítico para que el forense elabore un informe “más preciso sobre la procedencia de su ingreso en prisión, que deberá suspenderse entretanto”.
En su escrito elevado este pasado miércoles a la Sección Primera de la Audiencia de Sevilla, los fiscales delegados en Sevilla de la Fiscalía Especial contra la Corrupción y la Criminalidad Organizada señalan que “a la vista del informe emitido por el Instituto de Medicina Legal de Sevilla de fecha 3 de enero de 2023 conforme al cual, teniendo en cuenta la cercanía del diagnóstico de Griñán y el hecho de que el tratamiento no se ha iniciado, la médico forense, ante la necesidad de hacer un análisis predictivo de la evolución de la enfermedad, concluye ‘la no conveniencia de su ingreso en Centro Penitenciario hasta tanto se confirme la remisión, en su caso, de su Patología Oncológica por los Servicios de Urología y de Oncología Raditerápica’, procede solicitar tales informes que permitan a la forense evacuar un informe más preciso sobre la procedencia de su ingreso en prisión, que deberá suspenderse entretanto”.
Además, avisan de “la necesidad de que, una vez recibida la información solicitada y emitido nuevo informe por el IML, se recabe el informe de los servicios médicos penitenciarios del Centro de Sevilla, tal y como” ya interesaban en su informe de 22 de noviembre de 2022.
El informe médico forense de este lunes recomienda la no entrada en prisión del exdirigente andaluz, porque los posibles efectos secundarios en el tratamiento hormonal y de radioterapia, “parecen poco compatibles con la dinámica carcelaria” y con la vida en prisión.